BRASIL, Hna. M.Rosequiel Fávero. Las celebraciones de los 60 años de la Campaña de la Virgen Peregrina dieron muchas alegrías y emociones a todos los que participaron. Mientras tanto, un acontecimiento que marcó el fin de semana pasó desapercibido para la gran mayoría de los peregrinos. Después de más de treinta años, el Diácono Ubaldo Pimentel, el ‘compañero de João Pozzobon’, devolvió su Peregrina Auxiliar a los Padres de Schoenstatt en el Santuario Tabor.
¿Quién es don Ubaldo Pimentel? A finales de la década de 1970 se puso a disposición de don João Pozzobon para ayudarle. Fue él quien, en 1979, recibió la primera Peregrina Auxiliar. En 1985, don Ubaldo participó en la celebración del centenario del nacimiento del P. José Kentenich que se llevó a cabo en Schoenstatt y Roma. Don João Pozzobon ya tenía su pasaje aéreo, pero falleció antes de los festejos y don Ubaldo participó en su lugar. Con gran dedicación y amor, en la medida de sus fuerzas, durante tres décadas trató de recorrer el mismo itinerario que don João hacía con la ‘Original’. Don Ubaldo también fue ordenado Diácono permanente de la diócesis de Santa María.
Cuando tenga colocada la última piedra, será la hora de devolver la imagen
Ahora que han transcurrido más de 30 años desde que recibiera a la ‘Auxiliar’ y que siente que sus fuerzas disminuyen, don Ubaldo entregó su querida imagen a los Padres de Schoenstatt, el P. Argemiro Ferracioli y el P. Clodoaldo. Él ya había recibido instrucciones de don João: «la ‘Peregrina Original’ (como se le llama a la imagen que João Pozzobon llevaba) regresa a las Hermanas (fue entregada por João Pozzobon el 10 de septiembre de 1980), y su Imagen Auxiliar regresa a los Padres».
Desde hace varios años don Ubaldo advertía que el ‘día de la despedida’ se aproximaba. Desde que don João Pozzobon entregó la Peregrina Original (1980), don Ubaldo asumió la costumbre de coronar su Peregrina Auxiliar en la Peregrinación de Primavera. Cada año la corona recibía una nueva piedra. Frecuentemente don Ubaldo afirmaba: cuando tenga colocada la última piedra, será la hora de devolver la imagen. Este año, en las celebraciones solemnes por los 60 años de la Campaña de la Virgen Peregrina de Schoenstatt, la primera Peregrina Auxiliar fue coronada nuevamente, esta vez con la corona ‘completa’.
La entrega de la Peregrina Auxiliar
Para el evento, sencillo pero solemne, de la entrega de la Auxiliar, se reunió un pequeño grupo en el Santuario Tabor inmediatamente después de la Misa solemne de la Peregrinación de Primavera. Se inició con el canto ‘Mãezinha do Céu’ y algunas palabras del P. Argemiro Ferracioli, vice-postulador de la causa de beatificación de don João Pozzobon. Don Ubaldo, entonces, habló de sus dos sentimientos encontrados: alegría por la misión cumplida y tristeza por separarse de la imagen que fue su compañera en momentos alegres y tristes. Sus palabras estaban tan llenas de emoción, que tocó a todos los presentes cuando, al terminar de hablar, rezó silenciosamente frente a la imagen. Era ‘su’ despedida. Nadie en el Santuario podía atreverse a perturbar el ‘silencio santo’ que envolvía al ambiente. Fue el propio Ubaldo quien dio continuidad a la celebración al pasar Peregrina Auxiliar a las manos del P. Clodoaldo y del P. Argemiro. Para terminar, se entonó la frase ‘¡Ella es la gran misionera!’.
Una celebración simple, pero – con seguridad – ¡para quedar registrada en la historia!
Fuente: www.tabormta.org
Traducción: Eduardo Shelley, Monterrey, México
