PARAGUAY, Sandra Lezcano. La Familia de Schoenstatt de Paraguay va concluyendo un hermoso regalo y apostolado en el año del 100 aniversario de ordenación sacerdotal del Padre José Kentenich: la Obra de Teatro «Kentenich, un hombre, una misión». Es una obra interpretada por aficionados (54 personas entre actores, orquesta y coro), pero dirigida por un profesional como es Julio Saldaña, quien con la asistencia de Liber Fernández han sabido trabajar con este grupo tan diverso.
Tal vez el hecho de ver a tanta gente común en el escenario – adultos, jóvenes y hasta niños – hace que se viva una historia real, no tan perfecta tal vez, pero con mucho sentimiento. Hay familias enteras que conforman el elenco, lo cual es realmente admirable considerando las largas horas de ensayo que implica poner en escena una obra tan desafiante.
La obra es una versión de Julio Saldaña, basada en el guión original «Kentenich», de Luis Hernaez y cuenta la historia del Padre José Kentenich, quien supo superar las adversidades (cárcel, campo de concentración, exilio) con la confianza plena de ser instrumento de Dios, fundando un movimiento que está presente en más de 130 países, incluyendo Paraguay: ¡el Movimiento de Schoenstatt!
Consciente de que su vida marcaría la historia
La obra contiene cantos y música en vivo, bajo la coordinación de Hernán Brugada. La proyección multimedia fue preparada por Julito Chansin. La elaboración del vestuario, cuya coordinación estuvo a cargo de Teresita Cabral, fue todo un desafío ya que se tuvieron que elaborar trajes de 3 épocas diferentes. La obra contiene un mensaje muy positivo y el ejemplo claro y contundente de una persona sencilla -como fue José Kentenich- pero consciente de que su vida marcaría la historia. Esta es una obra para llenarse el alma. Se presenta la vida de un gran profeta. Una vida llena de sacrificios, entrega, renuncias, una historia de amor con la Virgen María. Una vida de entrega a la Iglesia.
Conquistando corazones para la Mater
El gran equipo que ha trabajado por esta obra verdaderamente se ha sacrificado por ella, entre actores, músicos, coro. Niños, jóvenes y adultos todos con la misma entrega en los ensayos.
Un promedio de 18 horas semanales que estas personas han dado para ensayos, dejando de lado otras actividades, reduciendo el tiempo con la familia y los amigos. Hay familias enteras que forman parte de esto. Todos han dado su Sí a esta obra que se ha transformado en un verdadero apostolado para los que se han dispuesto a transmitir el mensaje que ha dejado el Padre Fundador a través de su vida, y han hecho llegar su carisma al corazón de muchos schoenstattianos y no schoenstattianos también.
Por ello, ¡gracias! Pues verdaderamente ha dado fruto el actuar en cada función frente a una sala llena. Lograr en cada presentación que el público sonría, se emocione, y hasta deje caer lágrimas. Llegar al corazón de tantos, que gracias a la Obra Kentenich, han podido entender y querer aún más al Padre Fundador.
La Familia paraguaya se ha propuesto como apostolado llevar al teatro a personas ajenas al Movimiento de Schoenstatt, y es muy lindo saber que estas personas también han experimentado una linda emoción con la obra. Desde ciudades cercanas y lejanas a la capital de Asunción, han llegado schoenstattianos para ver la obra.
La Obra Kentenich, un apostolado a nivel nacional
Tal es el testimonio que le llegó al Padre Antonio Cosp y comparte con nosotros:
Esto le escribía la Jefa de Rama de la Obra Familiar de Encarnación que viajó con su familia 360 km hasta la capital para asistir a la Obra: «¡Qué espectacular el teatro! ¡Qué bien lograda la obra, los actores de lujo! Yo que siempre fui la llorona del grupo perdí mi puesto, pues Jorge, mi esposo se emocionó tanto que no le paraban las lágrimas. Las personas que nos acompañaron, sin conocer el Movimiento, quedaron maravillados por la vida del Padre Kentenich. ¡La Mater se los ha ganado para formar parte de nuestra gran Familia de Schoenstatt! Recién al volver me enteré que su hermano es uno de los actores. Con razón Kassandra me decía una y otra vez: mamá, aquel es el Padre Antonio. Y yo le respondía que no. Y ella insistía en que se le parecía muchísimo a usted. Luego de leer el programa entendí y le conté. ¡Quedó satisfecha y feliz! Fue realmente el viaje una experiencia maravillosa, tanto para los adultos como para la cantidad de niños que llevamos. Al regresar rezamos la oración: Querido Padre José… Bueno Padre, me despido con un gran abrazo y mucho cariño, Rosanna».
El Padre Kentenich estuvo presente detrás del escenario también
El Padre Kentenich no sólo ha cautivado al público, también a sus actores, que han experimentado una cercanía al Padre Kentenich estudiando sus palabras, viendo sus respuestas tan acertadas para ese tiempo y para los actuales también. Gabriela González Bogarin compartió una linda experiencia sobre lo que vivió detrás del escenario.
El director de la obra, Julio Saldaña destacó sobre esta experiencia la motivación y la entrega personal del elenco hacia la figura del Padre Kentenich. Esto permitió la disciplina y la colectividad que requería un grupo tan grande, expresó.
Al ser cuestionado sobre por qué las personas que no son católicas o schoenstattianas deberían ver la Obra dijo: «Que la vean y la juzguen por dos razones: la primera, porque la historia y personalidad del Padre Kentenich merece ser conocida por todo lo que hizo; y la segunda: creo que la entrega de 54 personas para sacar adelante un espectáculo de este nivel es sumamente loable».
Sinceras felicitaciones a todo el equipo humano que ha logrado que esta Obra de teatro sea un éxito y que el carisma de nuestro fundador haya llegado a tantas personas, en un año tan especial para la Familia de Schoenstatt.
Queda una última función de la Obra Kentenich, un hombre, una misión, el viernes 17 de septiembre a las 20.30hs en el Centro Paraguayo Japonés. ¡Si estás en Paraguay no te la podés perder! Ya hay personas que sueñan con este teatro pasando las fronteras de Paraguay y un día… llegar a Schoenstatt, a Roma… como uno de los grandes proyectos apostólicos que serán los dones de alianza en el 2014.
Con material de www.schoenstatt.org.py
La obra realmente es indescriptible… para aquellos a los cuales el Padre Jose ya nos conquisto es muy emocionante… gracias a todos los que trabajaron para que vivamos momentos tan lindos! PK nuestro padre por siempre!!!
Realmente seria un hermoso poder llevar la obra a otros paises donde este nuestro Movimiento y asi ofrecer a la Mater y a nuestro PF.como regalo por los 100 anos.
Porque no se podria pensar en eso?