BRASIL, Paulo Zambolin. Cerca de un centenar de chicos de la JUMAS, dejaron la comodidad de sus hogares y el cariño de sus familias por una semana de trabajo misionera en Curiúva. Los misioneros eran de Paraná en su mayoría aunque las misiones contaron también con jóvenes de São Paulo, São Bernardo, Atibaia, Frederico Westphalen, un representante de México, otro de Fortaleza, Poços de Caldas y seminaristas brasileros que estudian en Chile.
Los misioneros fueron de dos en dos visitando los hogares curiuvenses. Se dispusieron para ser instrumentos de Dios para llevar su amor, un mensaje de fe y esperanza a cada familia. Además de las cruces que llevaban en el pecho, llevaron a cada casa que visitaron la imagen de la Virgen Peregrina encendidos por el lema: «Ella es la Gran Misionera, Ella obrará milagros».
También marcó esta misión el hecho de ser la primera que se realiza después de proclamado el ideal nacional de la JUMAS. Los jóvenes pudieron vivenciar el lema y experimentarlo en su propia piel cada día de la misión. Sintieron lo que significa estar «Vinculados por María» a través de la unión y el amor despertado por los hermanos de comunidad. Vivieron «el Fuego de Cristo Tabor» a través del celo apostólico que se exige para ser misionero y por ser el rostro de Cristo, llevando el amor de Dios a cada una de las personas visitadas.
Esta misión fue una de las hermosas que recuerdo
El diácono Lima, que trabaja en la ciudad y fue uno de los impulsores de la misión, comentó a los jóvenes que está seguro que la iniciativa tiene mucha importancia. El Padre Alexandre Awi comparte esta opinión. «Es una iniciativa importante, el testimonio de fe y amor por Cristo puede transformar a esas personas». El padre contó también que hizo un balance muy positivo de la misión. «Es una de las misiones más hermosas que recuerdo, el pueblo se preparó para recibirnos, y nosotros logramos ver muchos resultados de la primera misión del año pasado. Sin duda esto es muy gratificante», reveló.
Mientras los misioneros estuvieron en la ciudad, se celebraron misas todos los días, cada una con una intención especial, además de actividades con niños, jóvenes y adultos. Tanto las misas como las actividades contaron con mucha participación de los pobladores. Emerson Sotero, de Cornélio Procópio, cuenta que le gustó la misión y la asistencia de las personas. «Me gustaron mucho las misiones. Creo que las actividades fueron todo un éxito». En todas ellas participé personalmente.
La tónica de la misa final en Curiúva fue de despedida y muchas lágrimas. No sólo de los misioneros y la comunidad. También la Misa marca la despedida del Padre Alexandre de la JUMAS de Paraná. Con cariño y homenajes, la juventud se despidió de uno de los grandes entusiastas por la Jumas y las misiones. El mismo padre intentó explicar el origen de este afecto: «Ustedes son los mejores hijos que podría tener», dijo durante la Misa de despedida. También habló de la importancia de la Jumas para la Iglesia «Una iglesia sin jóvenes es una iglesia muerta, la Iglesia necesita de los jóvenes», concluyó el nuevo Director Nacional del Movimiento.
Traducción: Carmen Rogers, Santiago de Chile
