Dios es el Dios de la vida

mkf. «Dios es el Dios de la vida». Con este lema, el Movimiento de Schoenstatt en Alemania, realizó su «Jornada de Schoenstatt» el pasado 18 de octubre. La Iglesia Católica se encuentra, según el arzobispo de Friburgo, y miembro del Instituto de sacerdotes diocesanos de Schoenstatt, Monseñor Robert Zollitsch, en el comienzo de un proceso de transformación. «Ansiamos llevar a la Iglesia hacia la nueva orilla, anhelamos una reforma y una reactivación», dijo el arzobispo durante la Sta. Misa celebrada en la Iglesia de los Peregrinos, con una numerosa concurrencia. En la pared detrás del altar colgaba un gran cartel con el lema «Dios es el Dios de la vida».

Según Mons. Zollitsch, la transformación de la Iglesia debe ser concreta y estar orientada a la vida del hombre de hoy: «se trata de algo más que hacer meras reparaciones; se trata de reavivar la vida eclesial».

Precisamente en un tiempo de desmoronamiento de las tradiciones religiosas, de desintegración del ámbito eclesial y de una opinión pública muy negativa, Monseñor Zollitsch ve la oportunidad de anunciar la fe: «Dios quiere invitar a los hombres. Para ello nos necesita en una Iglesia peregrinante, servidora, que sea capaz de salir al encuentro de la gente con alegría. En todos nosotros late una nostalgia inextinguible por la Iglesia fiel a sus orígenes, que lleve al mundo moderno el espíritu de Jesús y de la Iglesia primitiva».

Participar activamente en el proceso de diálogo en la Iglesia

Monseñor Zollitsch reconoció los méritos del Padre Kentenich en la renovación de la Iglesia: «Su enfoque nos ayuda a percibir la obra de Dios en nuestra vida, en nuestra Familia y en el mundo». Monseñor Zollitsch convocó a la Familia de Schoenstatt, como ya lo había hecho anteriormente durante la «Jornada de Octubre», a participar activamente en el proceso de diálogo impulsado por él – es el presidente de la Conferencia Episcopal – en la Iglesia en Alemania. «Cuento con la Familia de Schoenstatt – que es mi propia familia espiritual – y les ruego que nos acompañen con la fuerza de su Alianza de amor. Cuento con sus aportes al capital de gracias, de modo que el proceso de diálogo sea una comunión en el Espíritu Santo y también un itinerario bendecido. Le pido al Padre Kentenich que acompañe este proceso con su carisma».

En camino hacia el 2014

«Una conferencia internacional ha bosquejado el itinerario hacia la gran celebración de 2014», dijo Monseñor Zollitsch refiriéndose a la inauguración oficial del Trienio la noche anterior. «Por supuesto que nosotros, como Familia de Schoenstatt del país de origen, lo seguimos con todo nuestro corazón. Ese itinerario comienza hoy, por eso peregrinamos en la víspera al Santuario original. La peregrinación comenzó en el mismo lugar donde la Divina Providencia llamó a Schoenstatt a la vida, con quien todo ha comenzado: con nuestro Padre y Fundador. Antes de que Schoenstatt, en cierto modo, llegara al mundo el 18 de octubre de 1914, ya había crecido en la vida oculta y en la historia de la vida y del alma del joven sacerdote José Kentenich, durante su niñez, adolescencia y juventud […]. Colaboremos todos nosotros, para que en los años de preparación al Jubileo de 2014 muchas personas descubran la Alianza de Amor como su camino hacia Dios, y se hagan portadores de la misión de Schoenstatt. Que en este día nuestros corazones se vuelvan a encender y que hagamos nuestra la inspiración fundamental de nuestro Padre y Fundador».

La Santa Misa fue acompañada musicalmente por un coro del Movimiento de Schoenstatt, que al comienzo sorprendió agradablemente con una nueva canción sobre el lema anual de la Familia: «¡Él vive! ¡Escuchad su voz!».

Huellas de Dios

Al mediodía se aprovecharon muchos elementos eficaces de las anteriores «Jornadas de Schoenstatt», como la Expo Schoenstatt y la bendición personal en el Santuario Original.

A las 15,00 hs., el profesor Hubertus Brantzen dictó una charla sobre el trato con el Dios de la vida en lo cotidiano: «Él llama realmente a los hombres allí donde estén, en medio de las experiencias concretas de la vida», así dijo un participante en la Jornada de Octubre. «Y entonces muy sencillamente les mostró los pasos para encontrar a Dios a partir de allí, para buscar sus huellas».

La presentación terminó con testimonios personales de experiencias con el Dios de la vida.

Renovación de la Alianza

«Dios es el Dios de la vida»: este lema, bien visible en una enorme pancarta delante del Santuario original, presidió la renovación de la Alianza durante la tarde. Precedida por las banderas, partió una procesión desde la Iglesia de los Peregrinos hasta el Santuario original, donde hacia las cuatro y media de la tarde se reunieron varios centenares de personas. Los Padres Franz Widmaier, Theo Breitinger y Lothar Penners dirigieron el acto de renovación de la Alianza de amor, apoyándose en textos sobre el Dios de la vida y la fe en la Divina Providencia, sobre la Alianza de Amor y algunos fragmentos del Acta de Fundación. El acto fue acompañado musicalmente por varios potentes trombones. Se bendijeron varias nuevas imágenes de la Virgen peregrina, y el Padre Penners recordó una vez más el compromiso asumido por la Familia de Schoenstatt de Alemania, de cara a su año del Dios de la vida.

Pancartas: «Dios es el Dios de la Vida»

Tras presentar diferentes tipos de adhesivos y pancartas, el Padre Penners llamó a los representantes de las diferentes diócesis alemanas para entregarles, solemnemente, una pancarta bendecida con el lema: «Dios es el Dios de la Vida».

La «Jornada de Schoenstatt» concluyó con una cena comunitaria en la Casa de peregrinos, con los delegados de la Jornada de Octubre y todos los que quisieran participar. Allí hubo mucho tiempo para intercambiar experiencias, conversar y conocerse mutuamente.

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Traducción: Luis Fontes, España