Publicado el 2018-08-18 In Casa Madre de Tuparenda

Ya tienen su página institucional: Casa Madre de Tupãrenda

PARAGUAY, Maria Fischer •

En colores claros de azul y verde, y hecho de manera muy profesional – como corresponde en una obra que quiere devolver la dignidad a las personas  abandonadas y menospreciadas durante toda su vida-, se presenta la nueva página institucional de una de las obras sociales más jóvenes y más impactantes de Schoenstatt: la Casa Madre de Tupãrenda (CMT), un programa socioeducativo de reinserción social y desarrollo personal de jóvenes y adolescentes, inspirado en la espiritualidad del Movimiento Apostólico de Schoenstatt y en la pedagogía de su fundador, el padre José Kentenich. Lo lleva a cabo Fundaprova, una fundación surgida en el seno del Movimiento de Schoenstatt, junto con el Ministerio de Justicia y apoyado por varias instituciones y una red creciente de bienhechores no solo desde Paraguay. —

 

Después de un intento fracasado con otra agencia de comunicación que iba a hacerlo gratis, los miembros de Fundaprova decidieron contratar a la agencia profesional Meraki y pagarlo de su propio bolsillo. “Meraki es una palabra en griego que significa: «Hacer algo con amor y creatividad dejándose el alma en ello», esto lo queremos transmitir en todo lo que hacemos”, se lee en la página de Meraki y esto se nota en la página que crearon para los más pobres y abandonados, para estos jóvenes que entraron a la cárcel por no tener a nadie quien les daba apoyo, comida, hogar y oportunidad. Detrás de la Casa Madre de Tupãrenda está “el anhelo de ofrecer a los que realmente quieren una vida mejor, la oportunidad de realizar ese sueño. Estoy convencido que la Mater quiere hacer algo por esos hijos suyos tan desvalidos en Tupãrenda. Para muchos será la primera oportunidad de sus vidas…», comenta el P. Pedro Kühlcke.

Para los que quieren acercarse…

Con textos breves y concisos, la página explica el programa, las condiciones, los logros y motivaciones que hay detrás de este proyecto, de hace apenas dos años, a la sombra del santuario de Tuparenda. De este proyecto que surgió, como todos los proyectos de Schoenstatt, desde un dialogo entre las voces del tiempo y el carisma personal de los que forman el inicio bendecido. “Casa Madre de Tupãrenda no es una misión para todos”, dice el P. Pedro Kühlcke. Para aquellos que lo sienten como misión, es misión de la vida y fuente de felicidad schoenstattiana. El P. Pedro Kühlcke no se asombra mucho cuando le explico que para los pocos días que estaré en Paraguay tengo dos deseos: la Misa dominical en la Cárcel de Menores (el 16.09.) y la Misa de Alianza (o sea, la Misa del 18 de septiembre), con los jóvenes de la Casa Madre de Tupãrenda.

Las casas sociales a la sombre del santuario

Cuando se estaba “configurando” este proyecto, el P. Pedro volvió a leer el articulo sobre el Santuario de la Reina del Rosario en el Valle de Pompeya, aquel artículo que le inspiró al padre Kentenich a fundar Schoenstatt. En este artículo el autor habla mucho de las obras sociales que Bartolo Longo inició en torno al Santuario de la Reina del Rosario.

En 1872, Bartolo Longo se estableció en Pompeya por motivos profesionales. Le impactó profundamente la miseria humana y religiosa de los pobres campesinos. En 1876, inicia la campaña de un “sueldo mensual” para construir un templo en Pompeya. Como resultado de la cooperación humana y la intercesión prodigiosa de María surge un hermoso santuario. Y en torno a esta construcción nace una ciudad mariana, enriquecida con numerosos institutos de caridad. El “milagro de Pompeya” es producto de cincuenta años de trabajo incansable, ardiente e inteligente. Miles de niños abandonados recibieron ayuda, un hogar. Miles de personas se dieron a la oración, gracias a los escritos de San Bartolo Longo. Millones de peregrinos visitaron a la Virgen en su nuevo Santuario.

¿Un sueño? “Creo que lo de las obras sociales también le inspiró al padre Kentenich”, dice el P. Pedro. “Quien sabe… algún día, nuestro santuario de Tuparenda se verá rodeado de casas de obras sociales, de obras de misericordia.”

Durante toda su vida, el padre José Kentenich se ocupó y preocupó por la acción social. Decía: “No puede darse una educación verdadera sin el reconocimiento de los grandes problemas sociales de nuestro tiempo y sin el manejo de los medios idóneos para poder superarlos. Debemos tener un pensamiento con actitud social, que consiste en la consideración de los demás, en tener compasión ante la miseria ajena para dar una pronta y oportuna respuesta, basada en el amor y en la bondad”.

En Tupãrenda se da esta respuesta.

Quiero ayudar

Talvez no es misión de todos ir a la cárcel, abrazar a los jóvenes, enseñarles oficios y valores sociales y humanos en la Casa Madre de Tupãrenda. Tal vez no todos pueden hacerlo, aunque quisieran, por la distancia, por falta de tiempo.

Pero todos pueden hacer alguna cosa: ayudar. Ayudar con oración, ayudar con capital de gracias, ayudar con la difusión de la página.

Ayudar. Sí, también con dinero. Se puede hacer a dos cuentas y se puede online. Basta hacer click en el botón QUIERO AYUDAR.

No hace falta que sea un sueldo mensual como en Pompeya». Pero algo.

Material sobre Bartolo Longo de ACIprensa.

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