PARAGUAY, María Luz Fleitas. La Misa para los niños de este primer domingo de agosto, fue celebrada por el P. Pedro Kühlcke. También participaron las madres, miembros de Liga y las asesoras: Hna. M. Cecilia y la Hna. Mariela, que estuvieron de Retiro en la Casa José Kentenich, de Tupãrenda, el fin de semana. Dieciséis de ellas hicieron su consagración el sábado, en el Santuario.
El Padre Pedro habló sobre el evangelio, representado de manera especial para los niños: “Doña Aurelia no es como algunas señoras que están en la iglesia criticando a todo el mundo, ella es una señora que rezaba y confiaba en Dios… (hizo referencia a la representación) ¿Vieron los chicos que estaban diciendo que Doña Aurelia siempre está sola, y que nadie la quiere, y luego vieron que estaba rodeada de su familia, porque ella confiaba en Dios, rezaba con fe, sabía que sus oraciones eran escuchadas? Lo más importante es confiar con Dios.
En medio de la tormenta
Estaban los amigos de Jesús en medio del mar, en una tormenta, la barca se iba a hundir, tenían mucho miedo y se olvidaron de que ahí estaba Jesús. Así es también en nuestra vida, pensamos que estamos solitos, que nadie nos escucha, “¡tanto que le rezo y no me ayuda! ¿por qué no me ayuda ya ahora?”…
Jesús no ayuda como si fuera un mago, Jesús no es Harry Porter, Jesús ayudó a Pedro a regresar a la barca. Jesús siempre nos tiende su mano y nos invita a subirnos a su barca.
Jesús no tiene que resolver solo todos nuestros problemas… También nosotros tenemos que remar, poner algo de nuestra parte, tal como se afirma en Schoenstatt “Nada sin Ti, nada sin nosotros” concluyó el P. Pedro.