ARGENTINA, Juan Barbosa •
Con el lema que da por título a este artículo, la Familia de Schoenstatt de Córdoba celebró la fiesta patronal de su santuario diocesano, cumplidos sus primeros 55 años de fecundidad en vocaciones consagradas y laicales comprometidas, avanzando sostenidamente en su tarea de ser luz y faro para todos los peregrinos que a él acudan. ¡Y en plena ampliación en las estructuras en su predio! —
Córdoba
El interior de Córdoba: ¡Un aluvión de peregrinos!
Muy temprano fueron recibidos los primeros visitantes que, en un muy buen número iban llegando desde distintas localidades. Algunos reiteraban ya su visita a este “hermoso terruño cordobés” y muchos otros acudían por primera vez… ¡Sus miradas, sorprendidas y agradecidas, hablaban por sí mismas! Bajar del micro y abrazarse con el primero que se encontraban, fue una constante y el clima de familia que se vivió durante toda la jornada, exhibía a las claras que, en la Familia de Córdoba, mucho se seguirá construyendo a modo de los primeros.
Una historia rica y un futuro promisorio
P. Alberto Eronti
Uno de los hijos dilectos de este Santuario, el P. Alberto Eronti del curso Verbum Patris, compartió una sentida charla para todos los peregrinos y misioneros que, en un número aproximado a los 200, seguían atentamente su relato cargado de ricas anécdotas incitando a “soñar alto”, tal como sucedió en “aquellos tiempos”. Desde Córdoba y a partir de 1957 cuando nació el Movimiento, surgieron Entre Ríos y Paraguay, de la mano de jóvenes comprometidos que vibraban por La Misión. Muchas vocaciones sacerdotales fueron llamadas por María en “La Villa” como cariñosamente se llama a este magnífico predio que crece y crece en proyecciones y proyectos.
A continuación, la Hna. Rosario con su natural claridad y entusiasmo, compartió con los asistentes distintos testimonios y motivaciones que invitaban, sin lugar a dudas, a “remar mar adentro” como nos invitó San Juan Pablo II en su pontificado.
En plena construcción
Nazareth, Centro litúrgico y pastoral
Ermita peregrina
Córdoba sueña en alto y… ¡Va realizando sus sueños por cierto! El predio de Villa Warcalde tiene, además de su Santuario que lo engalana, la Ermita que le dio origen (y que fue reubicada por tercera vez en su historia… ¡Verdaderamente una ermita “peregrina”!), la Casa de Retiros y la casa original compartida por las Hermanas con el Movimiento. Pero, además… ¡Sigue en construcción!
Al SUM que se está construyendo, se suma también la nueva Casa de las Hermanas de María y “la perla” de este tiempo: La nueva Capilla que permitirá las celebraciones y conferencias aún con las inclemencias más duras del tiempo: Nazareth, Centro Litúrgico y Pastoral ¡Un gran proyecto que se va realizando y que se estima culminar en tres años! Todo para María, todo para el Señor.
La Santa Misa fue el cierre de una Jornada de rezos, encuentros, vivencias, testimonios, juegos, es decir, de la vida misma de una Familia que sigue fiel a su lema y en la actualidad, con renovado vigor.
