BOLIVIA, Roberto Henestrosa •
“En la fiesta de la Ascensión del Señor, la Iglesia nos da la esperanza donde Jesús nos alienta a seguirlo, donde el sueño de la fe prepara nuestros corazones para establecer nuestra morada eterna junto al Padre”. —
Ese fue un emotivo prólogo del Mons. Braulio Sáes en la mañana otoñal del domingo 16 de mayo, con clima calmo y cálido. Sin embargo, ese terruño hierve de ansiedad por ser bendecido como nuestro santuario. Está físicamente listo, pero la Mater prepara todavía por más tiempo esos corazones para que más peregrinos sepan que aquí se está bien. Tiempo en el cual la familia, con tanto dolor, ha perdido a muchos seres queridos. Tiempo en el que el miedo a estar cerca el uno del otro está latente, donde estamos más distanciados que nunca, llega ella a decirnos que no estamos solos, que nos acerquemos a Él.
La fecha para la bendición del santuario sigue abierta, pero la vida continua
El 9 de mayo era la segunda fecha fijada para bendecir el santuario de Santa Cruz y tampoco se pudo llevar a cabo por el agravamiento de la pandemia en nuestra ciudad. Sin embargo, la conquista no se ha paralizado.
Se han ido conquistando y bendiciendo los distintos elementos del santuario: la figura de san José, la cruz de la unidad, la cruz procesional, el símbolo del Padre y la imagen de san Miguel Arcángel.
Salgamos, llevemos el Evangelio sin tener miedo
Justamente Mons. Braulio nos remarcó que Francisco nos pide una Iglesia en salida y que, si bien tenemos muchos miedos, tenemos que apoyarnos en san Miguel Arcángel y su ejército que derrota al enemigo.
Finalmente, nos invitó a abrazar la cruz como un camino de salvación, sabiendo que Jesús está esperándonos en la otra vereda, preparando un lugar para nosotros junto al Padre bueno.
