Publicado el 2017-03-27 In Vida en alianza

20 años de Fe y Esperanza

COSTA RICA, Michelle Ramírez de Monturiol •

Costa Rica vivió un triduo de celebración, un fin de semana cargado de alegría por la bendición de su primer Santuario «Familia de Esperanza», fruto de 20 años de contribuciones al Capital de Gracias. El sábado 18 de marzo, no solamente era día de renovación de la Alianza de Amor, sino que se cumplió el sueño de muchos. Ya era una realidad, el primer Santuario de Schoenstatt en Costa Rica y Centroamérica.

La bendición fue encabezada por el obispo de San José, Monseñor José Rafael Quirós Quirós, quien con todos los honores y ceremonial litúrgico entronizó con sus manos la imagen de la Mater en el Santuario. Sacerdotes del clero costarricense  y de los Padres de Schoenstatt estuvieron en la bendición. Entre ellos, el asesor nacional P. José Luis Correa, P. Guillermo Muzquiz, P. Rafael Fernández, P. José María García, P. Andrés Espinoza, P. Carlos Cox, P. Jorge Rubido, de Cuba, P. Jesús Ferrás, de Texas, P. Martín Aversano, de Argentina, Padre Eduardo Auza, de Ecuador y P. Douglas Aragón de Costa Rica. También cuatro Hermanas de María, entre ellas la Hna. María Auxiliadora Bohorquez, de Ecuador, asesora de la Federación de Familias.

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En tierra fértil sembraron…

El calor humano entre los presentes se fundió con la alta temperatura del verano tropical y calentó el ambiente, animado por el resplandor del sol y del Padre Carlos Cox como monitor durante toda la ceremonia. El Padre Carlos estaba muy emocionado puesto que fue durante algunos años asesor nacional, cargo que luego ocupó el Padre Guillermo Muzquiz, quien sembró por 10 años en una familia comprometida y fértil. Hoy la cosecha de dicha siembra la recoge, y anima a cumplir el sueño del Santuario, el Padre José Luis Correa, quien en una labor titánica, colaboró en el plan de la Mater y se lanzó al vacío con los Ticos para cumplir este anhelo.

Hubo cantos, desfile de banderas, rosas, música con marimba y la algarabía de la juventud, en gran contraste con la delicadeza de la decoración de los árboles, que dan sombra al Santuario y están adornados con mariposas y flores hechas a mano por señoras que se dedicaron a elaborar los más delicados detalles para Ella… ¡la MTA!

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En tres días…

El triduo de celebración arrancó con una vigilia en la noche previa, a cargo de la Juventud. Testimonios, cantos y corazones jóvenes encendieron el ambiente espiritual en la víspera del gran día.

«Lo primero que se viene a la cabeza en una noche como ésta, es pensar en un momento mágico. Pero en una celebración en honor a María no hay magia: hay fe, amor, esperanza y anhelos. Basta ver los rostros de los jóvenes y los no tan jóvenes que nos hemos congregado en esta vigilia para notar que la Madre de Dios ha inspirado y guiado todo. Mañana no es la culminación del proceso del Santuario Familia de Esperanza en Costa Rica. Estamos, por el contrario, en el inicio del camino, y ese camino no es otro que consolidar el Movimiento de Schoenstatt en nuestro país y más allá. ¡Que Dios nos ilumine y nos fortalezca a todos!», explica Flora Rojas, de la Rama de Familias.

Los «ticos» estuvieron acompañados por 14 países diferentes que vinieron a la bendición desde Nicaragua, Panamá, Alemania, Italia, España, USA, México, Guatemala, El Salvador, Colombia, Ecuador, Paraguay, Chile y Bolivia, hicieron de la bendición un solo latido de corazón.

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En andas viene ELLA, la gran Misionera…

El sábado 18 la entronización de la Mater, fue el momento más emocionante de todos… Lágrimas de emoción bajaban por los rostros iluminados con la más fiel sonrisa, al mismo tiempo que entraba la Mater en andas, sobre hombros orgullosos de regalarle a Ella un lugar de honor en Costa Rica. Niñas Apóstoles de María, vestiditas de blanco puro con coronas de flores en sus cabecitas, abrían camino lanzando pétalos de rosas de infinitos colores y guiaban la senda hasta la entrada del Santuario. ¡Qué momento, qué sentimiento! Se estaba cumpliendo el sueño que, por años, la Familia costarricense había anhelado y conquistado.

Deseosos de la misa dominical, presidida por P. José Luis Correa, asesor nacional, cientos de familias acompañaron nuevamente a la Mater en su nuevo hogar. Fotos y más fotos a los pies del ya bendecido Santuario, cantos y la misma alegría que caracteriza a los Ticos parece que no termina… sino que comienza! Un nuevo lugar de Gracias ha sido visitado por los nuevos peregrinos que pisan la tierra de Esperanza.

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Santuario ecológico, con bandera azul

Atendiendo el llamado del Papa Francisco, en su Encíclica Laudato Si, para cuidar nuestra “casa común”, el Movimiento de Schoenstatt de Costa Rica se propuso que este especial evento fuera realizado de forma responsable con el medio ambiente siendo galardonado ¡con la Bandera Azul!

El Movimiento se registró bajo la categoría de Eventos Especiales del Programa Bandera Azul Ecológica (PBAE). Consiste en un reconocimiento que el Gobierno de la República otorga cuando se realizan un evento masivo de forma responsable con el medio ambiente, aplicando estrictas normas de higiene, separando los residuos y practicando el reciclaje. Luego de una rigurosa evaluación, confirmaron que se habían cumplido y superado los parámetros requeridos y otorgaron la Bandera Azul con una calificación sobresaliente.

La familia de Schoenstatt Costa Rica ha conquistado espiritualmente durante 20 años el Santuario Familia de Esperanza y lo ha construido físicamente en el tiempo record de dos meses. Ahora, asume la tarea de dar vida al nuevo hogar de la Esperanza como su gran misión y se pregunta todos los días de su vida: ¿Y ahora qué?

Fue un fin de semana muy bendecido… La Virgen tiene ya su casa establecida en suelo tico, en tierra de «Santa Ana» su madre y su esposo «San José», ciudad que vio construir el Santuario Familia de Esperanza.

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Fotos 19.03. 2017
Costa Rica - domingo 19

‎Costa Rica tiene su Santuario

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