ARGENTINA, Miguel y Alicia Bellone. La imagen Peregrina Auxiliar que acompañó al Padre Carlitos en distintos momentos de su vida y luego de su partida a la Casa del Padre, estuvo también presente en la misa como en la Capilla ardiente a pedido de sus seres queridos y de los chicos. Asimismo, tuvo el honor de representar a las más de 60 Auxiliares diocesanas el día de la bendición del Retablo en Nuevo Schoenstatt, encabezando la procesión que dio inicio a la ceremonia, desde el Santuario hasta la Iglesia de Dios Padre.

Llegado el momento del entierro del P. Carlos sus hijos dilectos del hogar pidieron llevar ellos mismos la imagen tal como lo hacía don Joao. En ese momento el clima era inhóspito, había mucho viento y la puerta derecha de la Imagen de nuestra Madre se rompió.

Como podemos interpretar esto a la luz de la fe, creemos humildemente que fue una manifestación de dolor de nuestra querida Madre y Reina ante la partida de un hijo dilecto.

Inmediatamente hicimos reparar la imagen por un misionero que con mucho amor logró que la misma quedara tal como estaba antes.

Una mirada de cariño y veneración

A los pocos días, el día domingo se bendecía el retablo y el trono de Gracias de la Iglesia de Dios Padre. Nosotros teníamos prometido ese día pasarlo en familia junto a nuestra hija de 8 años pero la Mater se encargó de hacerle otro programa que nos permitiera ir a la ceremonia en Nuevo Schoenstatt.

Como siempre en toda ocasión de gracias como esta llevamos con nosotros la Imagen Peregrina Auxiliar (la misma que había acompañado al Padre Carlitos).

Cuando iba a iniciar la ceremonia el matrimonio a cargo del guión de la misa solicitó por altoparlante que se acercaran todas la Auxiliares que se encontraban en el lugar para que acompañaran la procesión detrás de la cruz y los seminaristas.

Grande fue nuestra sorpresa al ver que la única imagen presente era la de La Plata a la cual el Obispo de Quilmes, Monseñor Stockler, miraba con mucho cariño y veneración.

Cuando nos tocó llevarla, como humildes burritos, las más de mil personas que se encontraban en el atrio aguardando para entrar a la iglesia de Dios Padre se acercaban para tocarla y besarla a lo largo del camino hasta llegar hasta el altar donde se la colocó al frente del mismo.

Por qué había sólo una Auxiliar ese día

De a poco, nos fuimos dando cuenta por qué era la única presente: era la imagen con la cual el Padre Carlitos estuvo en tantas oportunidades, rezando frente a ella, la que sufrió con su partida, y ahora triunfante quiso entrar unida con su hijo dilecto para disfrutar de esa hermosa ceremonia y regocijarse.

Quiere ser este un humilde homenaje a quien fuera, en vida, un ejemplo de coherencia entre fe y vida, tal cual vivieran nuestro Padre y Fundador y Don Joao, a favor de los más pobres y desprotegidos de nuestros hermanos.

No es casual que la lectura del día en que falleció rezaba: amarás a Dios por sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo.

Si hay alguien que podemos decir que fue modelo en el cumplimiento de estos mandamientos fue nuestro querido Padre Carlitos, quien amó hasta el final.

Creemos que si de algo sirvieron las cruces que tuvo que sufrir el Padre Carlitos Cajade es para unir a sacerdotes y todo el pueblo de Dios de nuestra Diócesis. Indudablemente, como ya ha comentado mucha gente en sus testimonios, estábamos íntimamente unidos en la oración esperando un milagro que lo salvara, pero sólo el Padre sabe lo que le tiene reservado, tal como lo expresara el Padre Alejandro Blanco en la misa que concelebrara con otros sacerdotes diocesanos y Padres de Schoenstatt.

Ahora quienes tenemos fe sabemos que lo tenemos todo el tiempo con nosotros, sin descanso, trabajando a favor de los más humildes y desprotegidos: sus queridos niños, junto a otro ser excepcional que también amó y se entregó a los más humildes: Don Joao Lius Pozzobon, y a nuestro Padre y Fundador José Kentenich al cual admiró siempre entrañablemente.

Sea este nuestro humilde homenaje para él que colaboró tanto con nuestra querida Campaña Platense del Rosario de la Virgen Peregrina de Schoenstatt.

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