El principal protagonista de Misión Lebu son los niños más necesitados de nuestra Mater que viven en Junquillo. Ahora bien, la idea original nace de Ferdinand a comienzos de este años, y nace como un apostolado de nuestro grupo de vida "Águilas de la Mater, forjadores de Reino Nuevo" de la JMU de Bellavista, pero cómo antes estaba planificado, así -como apostolado- , no se motivó todo Bellavista y además que lo publicamos tarde en la rama, resultó que no es la misión oficial de la juventud. Pues la misión oficial de la rama será en Lontué VIIª región de Chile y la nuestra en Lebu en la VIIIª región, a unos 700kms al sur de Santiago. Además varios miembros de la rama son jefes en otros misiones/trabajos de invierno. Pero estamos inmensamente encendidos por la corriente de gracias que nace en Bellavista y entregamos a María este trabajo apostólico. Confiamos que es querer de Dios. Además nos mueve mucho nuestro lema anual:

"Hijos de Bellavista, Fuego de la Misión" y como consigna llevamos a Lebu: "MTA, Fundamentos vivos para tu Misión", citando la misión que nos dejó el Padre Kentenich en Santa Cruz en 1948.

Pues Ferdinand al haber misionando ahí en el verano 2007 con Misión País percibió muy cerca las pobres circunstancias que había en Lebu, especialmente en el sector de Junquillo en el cuál realizaremos la misión hoy. Resultó incluso que después varias veces Ferdinand visitó este lugar, y desde 2007 decidió mantener ese vínculo con los niños que siempre participaron en nuestros talleres, mediante cartas y presentes en la navidad.

Esta misión es el legado que nos dejó el P. Hernán Alessandri con su iniciativa de las misiones familiares, pionero en Chile con ese concepto, y por otro lado, el legado apostólico que soñó el P. Kentenich para un santuario de Chile, misión que hoy, 60 años después de este encargo de nuestro Fundador, lo llevamos a Lebu como "discípulos misioneros para que los pueblos tengan vida", aportando a la corriente de vida enviada desde la V Conferencia de Aparecida de Latinoamérica y el Caribe (2007).

Entonces, lo llamamos misión, pero a la vez estamos tratando de desarrollar algo nuevo, como escuchamos en el Evangelio del domingo 12: "Pero si entran en una ciudad y no quieren recibirles, vayan a sus plazas y digan: Nos sacudimos y les dejamos hasta el polvo de su ciudad que se ha pegado a nuestros pies" Así que en este sentido, no vamos a tocar cada puerta, (además como nuestra misión durará 3 días ya tenemos planificada cada actividad y éstas van dirigidas a cada prójimo), pues nuestra intención no es molestar gente, sino a través de nuestro trabajo y de nuestra actitud llegar a ellos. Por ejemplo tenemos planificado limpiar la ciudad para mostrar a la gente, que significa ser católico, sino schoenstattiano, pues para nosotros es una forma de vivir y ser un ejemplo para amar al próximo. Porque está claro que queremos dar algo a la gente pues sabemos que "Amar es servir" y estamos llamados de ayudar a todos especialmente los más necesitados y los más pobres, "los hijos más necesitados de la Mater, pero a la vez los más queridos…".

La misión se realizará entre el 24 y 26 de Julio, en Junquillo, a 2 Km del centro de la ciudad de Lebu. Para nosotros como instrumentos es muy importante que por lo menos este año sea una misión abierta para católicos de todos los lugares, no solamente schoenstattianos. Pues el llamado apostólico nos lo regala Dios con el bautizo y hoy en nuestra corta etapa de jóvenes, debemos ser los principales aliados de Él, todos los católicos. ¡Todos tenemos la misma fuerza!

Ahora bien, todo esto no será fácil, pues tenemos presente que en Lebu, la mayoría de la gente es luterana-evangélica y hay pocos católicos, además ellos no están participando mucho en la parroquia y por eso siempre debemos motivarlos con todas nuestras fuerzas, confiados en María.

Acá queremos mencionar que de estos aproximadamente 20 niños que participaron en los años anteriores, la mayoría no son católicos y gracias a la MTA, ya las misiones y nuestras oraciones estan dando frutos, pues todos ya estan participando en la catequesis preparándose para el Bautizo y pronto para la Primera Comunión.

Ponemos hincapié en el hecho que sucede cada año al terminar nuestra misión: no solamente los misioneros sino los niños también estaban muy tristes... Y siendo realistas, no siempre los misioneros podemos mantener contacto o visitar a los niños. Por eso nuestra intención es:

Les dejamos nuestra Mater, para que ella se preocupe de ellos, tal como nos dice san Vicente Pallotti en su lema "Ella es la gran misionera y Ella obrará milagros". Por la misma razón vamos a construir una Ermita de la Mater al lado de la Capilla de Junquillo. Dando todo el sentido mismo de una Ermita, ser un brazo extendido del santuario más cercano. En este caso, de la red de santuario de Schoenstatt que rodean Lebu: Montahue, Los Ángeles y Temuco. Y además vamos a inaugurar oficialmente un comedor común para los hijos más necesitados de la Mater, los niños y los abuelitos.

Dentro del programa de los tres días, visitaremos primero con un grupo, el hogar de ancianos, para compartir con ellos, quienes no reciben mucha gente y siempre se alegran al ser visitados por jóvenes… Ahí ocurre algo especial, un encuentro generacional, donde los abuelitos transmiten anécdotas, vivencias, consejos, y la más pura fuente de vida, ¡su vida! Además prepararemos al rededor de la capilla y ayudaremos a la familia que está cuidando la capilla pues ellos viven en circunstancias muy pobres. Y sin duda queremos buscar el contacto con la gente, por lo mismo vamos a almorzar ambos días juntos con la gente en el comedor común, y queremos invitar gente que nos acompaña, pues en la noche de Sábado realizaremos una Adoración al Santísimo, que nos estará esperando en la capilla de Junquillo, y durante esto vamos a cantar y leer los más emocionantes y cercanos pasajes de la Biblia…

Hasta ahora somos 20 personas pero como somos nosotros en Chile, siempre sucede que muchos se inscriben a la última hora o el día de partida… Entonces podrían confiamos que la Mater elegirá al menos 15 más. Además el P. Claudio Soto -párroco de Lebu- va invitó a su pastoral juvenil, significa que seremos más de 40 personas durante estos días.

El tema transporte, será arrendando un bus que parte en Santiago y va vía Rancagua, Santa Cruz, Linares, Concepción, santuario de Montahue y finalmente a Lebu.

Los misioneros pagarán sus gastos de viaje y la cuota de inscripción es muy económica.

Y de hecho como esa misión es abierta, ya tenemos inscritos desde Santiago, Rancagua, Santa Cruz, Linares, Concepción...

Esperemos que los niños puedan aceptar la Mater como su Reina, y confiamos en que en este lugar Ella estará presente para ellos y para "todos de algún modo lleguen a este lugar". Además pensamos que podría ser un nuevo modelo de la misión en los próximos años y como no hay una misión oficial schoenstattiana este año, podríamos realizarla más profundamente en Lebu.

En nuestro caso, como misioneros, esperamos de este apostolado un enriquecimiento profundo en el amor de Dios… Pero primero, nos entregaremos como fundamentos vivos para la misión de la MTA. Tal como nos invitó el P. Kentenich en su hermosa plática de Santa Cruz del 20 de octubre (recientemente publicada en schoenstatt.de). En esa ocasión nuestro Padre, Fundador y Profeta nos invitó a dejarnos enterrar como fundamentos en vida en la construcción del santuario, a través de un trabajo en conjunto con la Santísima Virgen, mediante nuestra entrega, mediante nuestras abundantes contribuciones al capital de gracia.

En resumen, esta misión es vida, es entrega, es amor filial a María, y por lo tanto todo esto también va en plena ayuda de nuestra educación, de nuestro camino a la santidad.

Hemos participado en varias experiencias apostólicas en años anteriores. Incluyendo el trabajo de Ferdinand en la iniciativa del P. Hernán Alessandri en Chile, "María Ayuda" y "Misión País", de la Pontificia Universidad Católica de Chile; como también en "Un Techo para Chile". En el caso del jefe oficial de esta misión, Mauricio Donoso, ha sido parte de misiones de invierno desde el 2006 junto a la Juventud Apostólica de Bellavista, con la inolvidable Misión Placilla, en la sexta región de Chile, a unos 170 Km. al sur de Santiago. Donde en plena zona campesina se trabajó por tres años con la gente que aún conserva las tradiciones ya olvidadas en ciudades como Santiago, donde la tierra es el mejor amigo del hombre, desde donde producen casi todo para vivir. También ha participado de las Misiones IRFE, que cada año en verano organiza ese colegio de Santa Cruz, colegio desde donde nuestro Padre pregonó la querida "plática del 20 de octubre" o plática de Santa Cruz.

La experiencia más grande para Mauricio fue en el año 2008, donde en Placilla vivió una completa conversión, llamado por María, a ser su fiel instrumento por siempre.