Por Schoenstatt doy todo
Tras los bastidores de la Conferencia 2014
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Corriendo en la Alianza: los voluntarios de la Conferencia 2014 Running in the Covenant: the helpers of the Conference 2014 Im Eiltempo durch Schönstatt: die Helfer der Konferenz 2014 |
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Las copias, al último momento... Last minute copies Noch warme Kopien... |
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La Auxiliar con las „tarjetas de gracias“ The Auxiliary with the “grace cards” Die Auxiliar mit den “Gnadenkarten” |
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Cássio en su tarea importante Cassio during his important work Cássio bei seiner Arbeit – lebensnotwendig! |
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Servidores Helpers Helfer |
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En la oficina de la Conferencia At the Conference Office Im Konferenz-Sekretariat |
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Votación Voting Abstimmung Fotos: Leal, Schick © 2009 |
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CONFERENCIA 2014, Cássio Leal. En los pequeños detalles, se realizan grandes obras. Fue así que un grupo de voluntarios de diversos países contribuyó para que la Conferencia 2014 alcanzase su objetivo en un momento histórico para la Familia de Schoenstatt.
Junto con los representantes de los 32 países que estuvieron presentes en la Conferencia 2014, muchos voluntarios también dieron todo de sí a la MTA e esos días tan intensos vividos en Schoenstatt en la semana del 1 a 7 de febrero, un momento histórico que marcó la vida de la Familia de Schoenstatt Internacional, reunida a la sombra del Santuario Original y bajo la mirada atenta de schoenstattianos del mundo entero que también se hicieron presentes alredor del mundo a través de la oración y del capital de gracias.
Corriente de retorno
La corriente de gracias retorna a su lugar de origen. De un pequeño grupo de jóvenes seminaristas dirigidos por un padre, Schoenstatt se tornó en una gran obra respaldada por los cinco continentes. "Un sueño que se sueña solo es sólo un sueño, pero un sueño que se sueña juntos se hace realidad". En estos casi 100 años de la Alianza de Amor, queda claro que el P. Kentenich no soñó solo la realización de la Obra de Schoenstatt y la entrega y el compromiso de muchas personas hicieron de la "idea predilecta" del Fundador una gran realidad. Y es así que todos los representantes del mundo entero también quieren celebrar el centenario del Movimiento, soñando juntos algo grande, y tornando realidad una celebración a la altura de lo que representa Schoenstatt para la Iglesia y el Mundo.
Para que todo saliese bien, muchos voluntarios de América, Europa y África también viajaron a Schoenstatt y en forma invisible trabajaron día y noche, preparando fotocopias, traducciones, textos y enfrentando una maratón de intenso trabajo. Fue un momento de pentecostés con traducción simultánea en alemán, inglés y castellano, para que todos pudiesen entenderse y trabajar juntos en preparación al gran Jubileo de 2014. A veces también se escuchaba hablar en italiano, portugués y francés, lo que exigía una integración aún mayor entre las cabinas de traducción. Los intérpretes y traductores fueron esenciales e hicieron un trabajo sumamente profesional.
El compromiso de llevar a cada país las riquezas compartidas
El encuentro de representantes de tantos países desde donde llegó Schoenstatt fue sin duda un momento de gracias y algo que marcó hondamente a todos, poder intercambiar experiencias, vivencias, conocer la realidad de cada lugar y compartir un mismo ideal, formar parte de una misma familia en torno al Santuario y en la Alianza de Amor. Sin importar la cultura, el idioma o el continente, todos se sintieron en casa, ya que todos se respetaron y como decía el Fundador: "me parece un poco superfluo darles a ustedes la bienvenida, pues estamos en casa y cuando se está en casa, todos son siempre bienvenidos". Los voluntarios que estuvieron ayudando durante todos esos días, en las tareas más simples, desde servir un café, también se sintieron parte de esta gran familia.
Fueron días de trabajo arduo, mas, al final, todos pudieron afirmar y celebrar que todo esto valió la pena.
Para mí fue una enorme alegría participar como voluntario durante la Conferencia y así, contribuir con mi granito de arena para que este evento histórico se hiciese realidad. Queda ahora el compromiso de llevar a cada país todas las riquezas que fueron compartidas durante estos días de Cenáculo en Schoenstatt y así como los Apóstoles fueron enviados a llevar la buena noticia, cada schoenstattiano también tiene una gran misión que cumplir, ¡ser cada uno de nosotros Santuarios Vivos, pues somos la Generación 2014!
Traducción: mca, Argentina