En las primeras horas del día, el arco iris se unió a la fiesta

Vestición de cinco novicias de las Hermanas de María en la India

INDIA, Hna. Gisela María Mues. Una gran alegría invadió a todos los que, en la mañana del sábado 29 de noviembre, vieron aparecer el arco iris justamente sobre el Santuario de Bangalore. Unos días antes había llovido sin parar, y en ese momento, mientras aún caían algunas gotas, se abrían paso los primeros rayos del sol. Ese día cinco novicias del Instituto de las Hermanas de María de Schoenstatt – en la delegación de la India – recibían su vestido de Hermanas y con ello comenzaban su camino en la vida de la comunidad.

Las cinco novicias provienen del estado de Kerala. Sus padres, hermanos, parientes, amigos, sacerdotes de sus parroquias de origen e incontables religiosas, en parte habían viajado durante la noche para participar en la celebración. Además estaban invitados los schoenstattianos y los misioneros de la Virgen Peregrina de Bangalore y sus alrededores. En total eran unas 500 personas, que se ubicaron bajo el gran toldo del patio de juegos del Jardín de infantes.

Por la gracia de Dios, soy lo que soy

El altar fue erigido delante del escenario. La imagen de la MTA y todo el entorno del altar estaban adornados con magníficos ramos de gerberas amarillas y rosas rojas. Se podía ver, escrito con grandes letras, el lema elegido por las novicias para ese día: "Por la gracia de Dios, soy lo que soy". Ante la mirada de los espectadores aparecía un cuadro de alegres colores, definido especialmente por los saris de fiesta de las mujeres.

Alrededor de las 10,30 hs comenzó la solemne procesión desde la casa central de las Hermanas, precedida por la cruz y los monaguillos. Las novicias – vestidas con saris blancos y largos velos – estaban acompañadas por sus padres. Las seguían más de 30 sacerdotes y el obispo de Mysore, Mons. Dr. Thomas Vazhappilly, que realizó la ceremonia de la vestición y presidió la Sta. Misa. Los textos y lecturas litúrgicos se leyeron en inglés y en malayalam. El P. Wilson (Padre de Schoenstatt) actuó como maestro de ceremonias y asumió la tarea de explicar cada parte del rito en ambos idiomas.

Al comenzar la Sta. Misa la superiora delegada, Hna. Rosmary, saludó muy cordialmente, en nombre de su comunidad, a todos los presentes. Tal como es habitual en la India en todas las celebraciones, en ese momento cinco personas importantes debían encender la lámpara india. Lo hicieron el obispo, la Hna. Gisela María (superiora provincial), la Hna. Rosmary (superiora delegada), el P. Alex (tío de una novicia), y el matrimonio Palakkatt (padres de otra novicia)

Oración por las víctimas de los atentados terroristas en Bombay

En la homilía – después del Evangelio de la Anunciación – el obispo habló especialmente de la importancia de la decisión de las novicias al ingresar en una comunidad religiosa. Al entregar el vestido de Hermana, señaló la importancia de este signo religioso en un mundo amenazado por el terrorismo, tal como lo vivía concretamente la India en ese momento. Pidió especialmente que se rezara por todas las víctimas de estos hechos terribles.

Después de la secuencia del Espíritu Santo se leyeron los nombres de Hermanas de las novicias, y así los parientes y amigos escucharon por primera vez el nombre con el cual serán llamadas sus hijas, hermanas, cuñadas o tías. Antes de comenzar el verdadero rito de la vestición, el coro cantó las letanías lauretanas. Las novicias subieron y se ubicaron ante el altar y, luego de que el obispo los bendijera, recibieron de manos de la superiora provincial, Hna. Gisela María, el vestido, el cinturón, el velo, la medalla y el cirio encendido como signo de su indivisa entrega y de su vinculación con el Dios trino y con el Instituto de las Hermanas de María de Schoenstatt.

Una emoción indescriptible

Cuando, después de un rato, las novicias volvieron procesionalmente vestidas como Hermanas y con una azucena en sus manos, todos los presentes se levantaron espontáneamente. En los rostros se podía leer el asombro, la emoción y una gran alegría Una joven dijo después que había experimentado "piel de gallina", otros tenían la impresión que justamente en ese momento el cielo había tocado a la tierra, que la Mater, en esas cinco jóvenes, había puesto nuevamente sus pies en esta tierra.

Antes de la bendición final, la Hna. Gisela María les agradeció a las novicias por su dispuesto sí al llamado de Dios en el Instituto de las Hermanas de María de Schoenstatt. Transmitió las felicitaciones de la superiora general, Hna. M. Jacoba Kesselheim y del director general, Mons. Zimmerer, y contó que toda la comunidad de las Hermanas estaba unida con ellas en la oración. Luego una de las novicias, en inglés y en malayalam, agradeció cordialmente a los padres y parientes, a los amigos y a todos los que de diversos modos habían trabajado en la preparación y en la realización de esta fiesta.

Finalmente las novicias, bajo un sol radiante y acompañadas por el repique de la campanita del Santuario, se dirigieron hacia él con el obispo, los sacerdotes y las Hermanas. Allí le agradecieron a la Mater por el regalo de la vocación.

Para las novicias ha comenzado una etapa importante en su camino en la Familia de las Hermanas

Entonces se formó una larga fila para felicitarlas, pues todos querían felicitar personalmente a "su" Hermana y desearle muchas bendiciones para el próximo tiempo de su vida. Se escuchó entonces un canto de felicitación de las Hermanas, las candidatas les entregaron flores y por supuesto aún debían sacarse fotos con el obispo.

Entre tanto ya eran casi las 13,00 hs. y se les ofreció a todos el almuerzo, que se pudo tomar muy bien al aire libre. De muchísimos invitados se recibieron palabras de gratitud por la magnífica fiesta, por el clima, por la buena organización que pudieron vivenciar. Manifestaron que este día, la experiencia de esta vestición, tendría una gran importancia para su vida personal

Lamentablemente, debido a los largos viajes de regreso a sus casas, muchos parientes e invitados debieron partir a la tarde. Pero antes visitaron el Santuario para confiarle a la Mater sus intenciones.

Para las novicias ha comenzado una etapa importante en su camino en la Familia de las Hermanas, que seguramente será acompañado por la oración de muchos de los que pudieron estar con ellas en esta fiesta.

Traducción: aat, Argentina