Para una profunda experiencia de la paternidad de Dios

Peregrinación de Hermanas de María a Roma – Pilar Jensen en la Asamblea de Consejo Pontificio para los laicos

Alegría del encuentro: intercambio con la Hna. M. Jacoba, Superiora General Joyful meeting with Sister M. Jacoba, Superior General Freudige Begrüßung von Schw. M. Jacoba, der Generaloberin
El matrimonio Musolino con el Cardenal The Musolino family with the Cardinal Ehepaar Musolino mit dem Kardinal
En Belmonte: el matrimonio Jensen con la Hna Jacoba y con la saliente superiora de las Hermanas de Mar ía en Roma, la Hna. Asunción In Belmonte: Luis and Pilar Jensen with Sr. Jacoba and the superior of the Schoenstatt Sisters in Rome , Sr. Asunción In Belmonte: Luis und Pilar Jensen mit Schw. M. Jacoba und der scheidenden Oberin der Marienschwestern in Rom, Sr. M.Asunción
Visita de las Hermanas de María en Belmonte The Schoenstatt Sisters visiting Belmonte Besuch der Marienschwestern in Belmonte Fotos: Francisco Nuño © 2008

ROMA, Francisco Nuño. Soy el mayor de cinco hermanos, cuatro varones y una mujer. Desde que faltan mi madre y mi padre, mi hermana se ha convertido en la figura clave de nuestra familia, ella tiene el amor, la habilidad y la constancia necesarios para conseguir que los hermanos nos sigamos sintiendo como una familia a pesar de las distancias y de los variados mundos que nos rodean. Viene a colación esta pequeña confidencia a propósito del encuentro familiar que hemos podido disfrutar en Roma el domingo 16 gracias a nuestras Hermanas de María.

En el boletín de noticas de ‘schoenstatt.de’ del 14 de noviembre podemos leer "Roma, 16 de noviembre. Peregrinación de las Hermanas de Maria a Roma, con motivo de la colocación del símbolo del Padre en el Santuario Cor Ecclesiae; la Familia de Schoenstatt en Roma está invitada a la Sta. Misa en San Esteban presidida por el Card. Martínez Somalo, celebrada a las 10 hs. y a continuación al acto solemne en el Santuario."

Santa Misa con el Cardenal Somalo

Con más de noventa Hermanas de María, provenientes de todas las provincias del mundo en donde las Hermanas están presentes, nos reunimos por la mañana en una Iglesia que está situada en los jardines vaticanos, a la espalda del ábside de la Basílica de San Pedro. Es la Chiesa di Santo Stefano degli Abissini, en sus orígenes iglesia nacional de Etiopía en la ciudad de Roma, y hoy conocida en amplios círculos romanos porque desde allí parte la procesión final del mes de María con la presencia del Santo Padre. Alrededor de doscientas cincuenta personas asistimos a la Santa Misa presidida por el Cardenal Eduardo Martínez Somalo. En su homilía se refirió a nuestro Padre Fundador, que permaneciendo en Cristo durante toda su vida, tuvo la tranquilidad y serenidad necesarias para enfrentar la trama de las vicisitudes de la vida descubriendo el rostro de Dios detrás de cada acontecimiento. "La fe activa en la Divina Providencia es ciertamente un rasgo importante del carisma que el Fundador obtuvo de Dios para la Iglesia de hoy", y el símbolo del Padre Eterno que hoy colocamos en el Santuario Cor Ecclesiae de nuestras Hermanas en Roma es la expresión de este carisma particular. Antes de concluir su homilía hizo referencia a la paternidad: "El modo ordinario en el que Dios nos guía para hacernos descubrir su verdadera imagen, es la experiencia de una paternidad a imagen de Dios. Es este icono transparente y claro que allana a los hijos el camino hacia el Padre Eterno". Aquí tocamos, dijo el Cardenal, el ideal de vida del Fundador de Schoenstatt: abrir el propio corazón a una multitud de personas para arraigar en ellas una profunda experiencia de la paternidad de Dios. Para él era muy importante formar en los padres la conciencia de ser, para los hijos, el primer e importantísimo escalón en el itinerario hacia Dios. Al mismo tiempo, él intentaba infundir en los sacerdotes una verdadera paternidad espiritual, dispuesta a dar todo por los a ellos confiados. El ‘Ojo de Dios’ nos habla también de este su carisma."

Una fiesta familiar

Al terminar la Eucaristía nos fuimos todos a la Via Aurelia Antica, a la residencia de las Hermanas donde está el Santuario Cor Ecclesiae y en cuyo altar se colocó el símbolo del Padre en una sencilla ceremonia. A la luz de las palabras del Cardenal en su homilía entendí también el gesto de las Hermanas, que pidieron al Padre Ludovico Tedeschi, uno de nuestros Padres de Schoenstatt en Roma, que recibiera de las manos del Cardenal el Ojo del Padre y lo colocara en la parte alta del altar, en donde pudo ser contemplado después por los más de doscientos asistentes a la ceremonia. Bello gesto y estupenda fiesta familiar con almuerzo incluido, que fue servido por los matrimonios del primer grupo de la obra familiar de Schoenstatt en Italia.

Mayor unidad entre la fe y la vida

Entre los invitados estaban nuestros hermanos de comunidad, el matrimonio Jensen de Chile. Pilar, la esposa, es miembro del Consejo Pontificio para los laicos y ha estado en Roma para asistir a la XXIII Asamblea Plenaria de este dicasterio vaticano que ha tenido lugar estos días con motivo del vigésimo aniversario de la "Christifidelis Laici", la exhortación apostólica de Juan Pablo II, considerada como la Carta Magna del laicado católico. Se han alojado en la Casa dell’Alleanza en Belmonte, junto al Santuario Matri Ecclesiae, y nos han contado de sus experiencias durante la asamblea. Momento culminante de este evento fue sin duda la audiencia que el Papa concedió a los miembros y consultores del Consejo, el sábado 15 de noviembre. En su discurso Benedicto XVI insistió en la necesidad de "mayor unidad entre la fe y la vida" como elemento fundamental de la misión de los laicos en el mundo y en la Iglesia. Pilar Jensen nos contó que el Santo Padre hizo referencia a la participación de los laicos en la vida pública y la urgencia de una formación evangélica de los católicos comprometidos con la política. Ella tuvo también la oportunidad de saludar personalmente al Papa y de hablarle algunas palabras (lo que permite el protocolo!) sobre Schoenstatt y sobre su participación en "Aparecida". Antes de su regreso a Chile pudieron saludar a todas las Hermanas de María de Schoenstatt que vinieron a Belmonte el lunes 17 de noviembre.

Itinerario Kentenijiano

Nuestras Hermanas, venidas de todo el mundo, están también siguiendo las huellas del Padre Fundador en la ciudad eterna. Son muchos los lugares que visitó el Padre Kentenich en Roma y que están vinculados a periodos "fuertes" de su vida y de la vida de su Familia de Schoenstatt. Aquí en Belmonte estuvo el Padre en tres ocasiones durante sus permanencias en Roma, en los años 1965 y 1966.

Algún día podremos desarrollar también nosotros un "itinerario romano" para caminar con el Padre y "encontrarlo" en Roma, al ejemplo de lo que los organizadores del "Año Paulino" han hecho con los lugares de San Pablo. En este itinerario paulino los peregrinos tienen la oportunidad de visitar, en varias jornadas, dieciseis lugares vinculados al Apóstol: La Basílica di San Pietro al Vaticano, la chiesa di Santa Maria del Popolo, la chiesa di San Paolo alla Regola, la Chiesa di Santa Maria al Trastevere, il Foro et il Carcere Mamertino, la chiesa dei Santi Cosma e Damiano, la chiesa di San Pietro al Vincoli, la chiesa de Santa Prudenziana, la chiesa di Santa Prassede, la chiesa di Santo Stefano Rotondo, le Catacombe di San Sebastiano, la Porta di San Paolo, l’Abbazia delle Tre Fontane, la Basilica di Santa Regina degli Apostoli, il luogo dell’Abbraccio y la Basílica di San Paolo fuori le Mura.

Roma está llena de lugares santos y de recuerdos de acontecimientos históricos que determinaron, en muchos casos, la historia de nuestro continente y de toda la cristiandad. También en nuestra Familia de Schoenstatt encontramos lugares que fueron testigos del paso de nuestro Padre y de encuentros ‘definitivos’ en el acontecer y en el destino de la Familia. Con la Hermana Pía pudimos Anneliese y yo visitar el martes 18 uno de estos lugares – hasta ahora poco conocido – en donde nuestro Fundador mantuvo algunas conversaciones con un Cardenal y otros miembros de la Curia romana. Es la ‘Villa San Francesco’ en la Via dei Monti Parioli, 64, en aquel tiempo residencia de los Hermanos Franciscanos y hoy Casa Generalicia de una comunidad de religiosas españolas que mantienen una residencia para ancianas entre sus muros. Para facilitar este camino de peregrinación por los lugares "schoenstattianos" de Roma, el Centro Internazionale di Schoenstatt en Belmonte ha editado una pequeña publicación titulada "Schoenstatt en Roma – Lugares y comunidades" que incluye también una reseña histórica de estos lugares y de las visitas del Padre Fundador a Roma.