Warning: include_once(x_include/xzz-include-einstellungen.php) [function.include-once]: failed to open stream: No such file or directory in /homepages/29/d69818482/htdocs/schoenstatt/news2008/09/8t0934sp-deu-erinnerung-wolf.php on line 10

Warning: include_once() [function.include]: Failed opening 'x_include/xzz-include-einstellungen.php' for inclusion (include_path='.:/usr/lib/php5') in /homepages/29/d69818482/htdocs/schoenstatt/news2008/09/8t0934sp-deu-erinnerung-wolf.php on line 10
Testimonio de Mons. Dr. Peter Wolf para el 40º aniversario del fallecimiento del Padre Kentenich
Nachrichten - News - Noticias
 published: 2008-09-19

Comienza una era totalmente nueva

Testimonio de Mons. Dr. Peter Wolf para el 40º aniversario del fallecimiento del Padre Kentenich

 

Am 20. September sind es vierzig Jahre seit der Beisetzung Pater Kentenichs

El 20 de septiembre son 40 años desde el entierro del Padre Kentenich

Fourty years ago, on September 20, 1968 , Father Kentenich was buried here

Am 20. September sind es vierzig Jahre seit der Beisetzung Pater Kentenichs

Foto: K. Fischer © 2008

 

Erinnerungen von Mons. Dr. Peter Wolf

Recuerdos de Mons. Peter Wolf

Mons. Peter Wolf remembers...

Erinnerungen von Mons. Dr. Peter Wolf

Foto: Bühler © 2008

 
   

La semana anterior al 15 de septiembre de 1968, los seminaristas diocesanos de Schoenstatt, junto con su asesor, el P. Heinz Dresbach, estaban en su jornada anual en el Canisiushof, cerca de Kösching. Yo era uno de esos jóvenes estudiantes de teología y estuve allí en ese entonces. Habíamos conseguido que el P. Menningen estuviera en la jornada. Era nuestra primera jornada en la que no se trataba ninguno de los conocidos temas de Schoenstatt sino que el tema era el mismo Fundador. Y el título fue, totalmente al conocido estilo del P. Menningen: "El pensamiento y la estructura del ser del Fundador, su desarrollo en la historia temprana de Schoenstatt, respuesta a las actuales cuestiones de la época".

Seguíamos sus conferencias con una gran atención. Estaban enriquecidas con muchas historias que él relataba vivamente. Muchos datos de la vida de nuestro Padre, que hoy nos son conocidos y familiares, estaban entonces aún en la oscuridad. Se conocían muy pocos elementos de los años ocultos, como la consagración a los ocho años, las tensiones en sus años de estudio y los problemas para la admisión al sacerdocio. La imagen que teníamos del Padre era la de un gran fundador, con una inmensa misión, para la que Dios y la Sma. Virgen lo habían preparado por algunas experiencias de contingencia

Finalizada la parte correspondiente al estudio en nuestra jornada, desarrollada con el P. Menningen, y después de su despedida, nos quedamos aún reunidos con el P. Dresbach. El P. Dresbach había estado preso en Dachau junto con el Padre Kentenich . Queríamos reflexionar sobre la Alianza de Amor con el Espíritu Santo que habíamos sellado el año anterior en Oberkirch. Pensábamos renovarla el domingo, al finalizar nuestra jornada. Durante la noche hicimos adoración eucarística en la capilla de la casa de Canisiushof, que se extendió hasta las 7 de la mañana. El P. Dresbach había anotado en sus apuntes lo que sigue: "Más tarde llevamos todos los elementos que necesitábamos para la Sta. Misa, mesa incluida, en procesión hasta el Santuario en construcción, rezando y cantando. Celebramos allí la Santa Misa del domingo". Mientras esperábamos el desayuno llamaron por teléfono desde Munich. Recuerdo la situación. El P. Dresbach atendió la llamada. Cuando volvió nos dijo, con la voz quebrada, que el Padre había fallecido. Lloraba como un niño que ha perdido a su padre. Él había perdido a su padre y nosotros a nuestro gran fundador. Se hizo un profundo silencio y solo muy lentamente volvimos a conversar.

Intentábamos comprender lo que había sucedido. La preparación para renovar la Alianza de Amor con el Espíritu Santo nos trajo el recuerdo de la reacción que tuvo hacía un año el Padre y Fundador. En ese entonces dos de los nuestros le habían contado al Padre de esta Alianza de Amor. Él dijo al respecto: "Cuando ustedes hayan sellado la Alianza de Amor con el Espíritu Santo, entonces puedo morir tranquilo" Estas palabras circularon. De repente tenían un peso singular. Nos conmovieron. Y pronto cayó también la expresión "la era posterior a la Pascua". Vuelvo a las anotaciones del P. Dresbach sobre su alocución en el momento de la consagración, a la tarde. Allí acentuó: "que ahora comienza para la Familia de Schoenstatt una época totalmente nueva, por decirlo así, una ‘era posterior a la Pascua’. El Padre está ahora en el cielo y por lo tanto siempre está con nosotros y con toda la Familia. Podemos ir con él en todo momento y con todos los anhelos y exigencias. Y esto tiene que comenzar ahora. Ahora lo tenemos a nuestra disposición más que antes"

Ya en aquel día: quiero comprometerme por su canonización

A la noche, el P. Dresbach anotó en sus "realidades" para el pequeño círculo: "la noticia cayó como una bomba. Es increíble. Inmediatamente alguien colocó su foto. Repartí mis últimas fotos impresas de Milwaukee. Alguien colocó al lado su "cíngulo del Padre" (que nosotros le habíamos regalado como joven Instituto, también lo regalamos al Santo Padre). Nuestros hombres siguen reunidos bajo la impresión de lo sucedido. Yo tenía que salir y pensar y agradecer pero el corazón tenía que llorar. Los pensamientos que me vinieron los expresé a la tarde en la homilía, llorando, durante la celebración final, con la renovación de la Alianza con el Espíritu Santo. Sencillamente no podía hacer otra cosa...

Entretanto la noticia de su muerte había corrido por toda la tierra, y comenzó un gran luto y una gran alegría. El 15 de septiembre será un día de gracias y de celebración para toda la Iglesia. He sellado una nueva Alianza de Amor con el Padre. Me quiero comprometer con empeño por su canonización. Y quiero pedirle al Padre un gran regalo personal. ¡Cómo me alegré cuando llamó Otto por teléfono y dijo que él también había comenzado a rezar por la canonización!. Y aún algo más: mi hermana llamó a la mañana desde la nueva Casa Mariengart y dijo: tenemos toda clase de razones para agradecer mucho. Ahora comienza una gran época para el obrar del Padre. Estoy agradecido por estas palabras".

Desde el comienzo de la jornada en Canisiushof, los seminaristas tenían consigo el símbolo del Espíritu Santo de Oberkirch. Al día siguiente viajaron juntos a Schoenstatt con el P. Dresbach llevando este símbolo. Llegaron a la tarde a la Iglesia de la Adoración. Estaba momentáneamente cerrada porque justamente en ese momento trasladaban los restos del Padre. En la biografía del P. Dresbach, el P. Gebert cita este informe: "Mientras estábamos delante de la iglesia cerrada, cerca de la entrada, se descargó sobre ella una extraordinaria tormenta con llamativos rayos. Pocas veces en mi vida había experimentado algo semejante. Fue para mí, como si el demonio quisiera impedir, con todas sus fuerzas, que desde ese momento se venerara al Padre"... Poco después los seminaristas pudieron rezar ante el ataúd abierto del Padre. Colocaron allí el símbolo del Espíritu Santo para los días siguientes. Varias veces, a la tarde, pudieron celebrar la Sta. Misa detrás, en el altar. El símbolo estuvo allí también durante el entierro.

Lo que estás viviendo, se puede solamente describir adecuadamente con las categorías de la historia de la Iglesia

Yo fui a Schoenstatt recién en la víspera del entierro. Mis cohermanos me contaron que ellos estuvieron todos los días aquí, siempre junto al Padre, que entre tanto, en las Stas. Misas, irrumpían los cantos pascuales y el aleluya, totalmente de acuerdo a la expresión del comienzo de "una época posterior a la Pascua". Quedó grabado fuertemente en mí el recuerdo de estar ante el ataúd abierto y descubrir que en la magnífica casulla blanca estaba bordado sobre su corazón el símbolo del Espíritu Santo. Me pareció que era un silencioso sí, una última confirmación de nuestro Padre a nuestra alianza de Amor con el Espíritu Santo.

Como no había podido estar durante la semana en Schoenstatt, al día siguiente pude actuar como acólito en el entierro. Nunca antes había visto a tanta gente marchar detrás de un ataúd. Jamás olvidaré a los cientos de Hermanas que seguían al ataúd, algunas lo rodeaban a derecha e izquierda, llevando azucenas en sus manos y las seguía una incalculable multitud de mujeres y hombres, cientos de sacerdotes y jóvenes. Nunca antes se había hecho tan visible cuantas personas seguían al Padre... Continuamente me venía a la cabeza el pensamiento: lo que estás viviendo se puede solo describir adecuadamente con las categorías de la historia de la Iglesia. Tanto a mí como a muchos de nuestra rama de seminaristas, nos movió entonces la idea de cómo habría estado agradecido y orgulloso un jesuita o un franciscano si hubiera podido estar presente en el entierro de su fundador.

El mismo día, ante el sarcófago abierto en la capilla del Fundador, mi curso comenzó su noviciado en nuestro Instituto (de sacerdotes diocesanos de Schoenstatt). Partimos desde el Santuario del Instituto Nuestra Señora de Schoenstatt con el P. Otto Maurer, nuestro maestro de novicios. El tiempo siguiente estuvo totalmente marcado por las nostalgias y el continuo intento de comprender a nuestro Padre y de ser portadores de sus anhelos para el futuro. En ese día se pudo experimentar – casi "tocar" – la realidad de que no estuvimos solos con nuestra convicción de que nuestro Padre obrará aun después de su muerte y encontrará hombres y mujeres que lo sigan, tal como lo lograron un Benedicto, un Francisco, un Ignacio.

Traducción: aat, Argentina

 


 

Zurück/Back: [Seitenanfang / Top] [letzte Seite / last page] [Homepage]
Impressum © 2008 Schönstatt-Bewegung in Deutschland, PressOffice Schönstatt, all rights reserved, Mail: Editor /Webmaster
Last Update: 26.09.2008