Gracias por este maravilloso cura

Jubileo Sacerdotal de Plata del P. Michael Schapfel en Washington, DC

Santa Misa, 18 de junio, Virginia parroquia St. John the Beloved Holy Mass on June 18, Virginia,   St. John the Beloved parish Heilige Messe am 18. Juni in der Pfarrei St. John the Beloved
Brunch festivo el 15 de junio con la Comunidad Católica de Habla Alemana Festive brunch on June 15 with the German speaking community Fest-Brunch am 15. Juni mit der deutschprachigen Gemeinde
El P. Frantisek Jirasek, de República Checa, el P Schapfel y el P. Denis Ndikumana, de Gitega, Burundi, Africa. Fr. Frantisek Jirasek, from Czech Republic , Fr. Schapfel, and Fr. Denis Ndikumana, from Gitega , Burundi , Africa Pfr. Frantisek Jirasek aus Tschechien, Pfr. Michael Schapfel und Pfr. Denis Ndikumana aus Gitega, Burundi, Afrika
Santa Misa, 18 de junio, Virginia parroquia St. John the Beloved Holy Mass on June 18, Virginia,   St. John the Beloved parish Heilige Messe am 18. Juni in der Pfarrei St. John the Beloved
Los Sacerdotes con Mons. Holley Priests with Bishop Holley Priester mit Bischof Holley Fotos: Enrique Soros © 2008

ESTADOS UNIDOS, Enrique Soros. Ha sido un honor para la Familia de Schoenstatt en Washington, DC, que el P. Michael Schapfel, miembro del Instituto de los Sacerdotes Diocesanos de Schoenstatt, haya celebrado sus 25 años de sacerdocio en medio de ellos, con dos misas festivas.

La primera fue en el templo en que se reúne todos los domingos la Comunidad Católica de Habla Alemana, en Maryland, de la cual el P. Miguel es párroco. Esta tuvo lugar el 15 de junio, y contó con la presencia de un numeroso grupo de fieles, y fue concelebrada por:

• el Prelado Martin Krebs, de la Nunciatura Apostólica en Washington, DC,
• Mons. John Wippel, de la Universidad Católica de Estados Unidos,
• el P. Richard McCouch SJ, de Georgetown Preparatory School, lugar en que el P. Miguel celebra la misa dominical para la Comunidad de Habla Alemana,
• el P. Simeon Wimmershoff OFM, párroco de la Comunidad Militar Alemana en El Paso, Texas,
• el P. Denis Ndikumana, de Gitega, Burundi, Africa,
• y el P. Frantisek Jirasek, de República Checa.

Los últimos dos sacerdotes pertenecen a la misma comunidad sacerdotal que el P. Miguel Schapfel: el Instituto de los Sacerdotes Diocesanos de Schoenstatt, y vinieron desde sus países para esta celebración.

Luego de la misa se sirvió un almuerzo tipo "brunch" para la gran comunidad reunida, en el que numerosas personalidades saludaron con breves y no tan breves discursos al P. Schapfel expresando un gran cariño, respeto y reconocimiento por su calidez y efectividad apostólica.

Dios ha derramado su amor en nuestros corazones al darnos el Espíritu Santo (Rom 5,5)

Unos días más tarde, el 18 de junio, tuvo lugar una misa festiva en Virginia, en el templo parroquial al que pertenece la casa parroquial del P. Schapfel, dado que la Misión de los Católicos de Habla Alemana de Washington, DC, no cuenta con un templo, sino con una casa. El párroco del lugar, P. Franklyn Martin McAfee, invitó al P. Miguel a festejar sus 25 años de sacerdocio en la iglesia en la que él colaboró tantas veces en su ministerio sacerdotal, en los tres años que se encuentra viviendo en la zona de Washington, DC. En la misa estuvo presente Mons. Martin Holley, obispo auxiliar de Washington, DC, quien resaltó la figura sacerdotal del P. Schapfel.

Al finalizar la misa hubo un ágape del que participaron numerosos parroquianos, miembros de la Comunidad de Habla Alemana y miembros del Movimiento de Schoenstatt.

El P. Miguel Schapfel hizo imprimir estampas para este momento importante de su vida, en cuya portada se ve en un primer plano a Jesús y a María en la Cruz de la Unidad. En su interior, puede leerse: "Dios ha derramado su amor en nuestros corazones al darnos el Espíritu Santo. (Rom. 5,5). Michael Schapfel – Por misericordia de Dios y por intercesión de María – 25 años sacerdote de Cristo Jesús. Maguncia, 1983 - 18 de Junio – Washington DC 2008" Y sigue una oración de Teresa de Lisieux, que comienza: "Señor Jesús, eterno Sumo Sacerdote, guarda a tus sacerdotes en el refugio de tu santísimo corazón, donde nadie pueda hacerles daño."

Gracias de parte de todas sus ovejitas

Quizás el mejor reconocimiento sea el de aquellos con quien más cercanamente trabaja el P. Miguel: con la Comunidad de Habla Alemana. Marion Meakem compuso un texto que expresa el gran cariño que el P. Miguel supo ganarse en los tres años de trabajo con esta comunidad. Quien estas líneas escribe, asiste con su hijo Martín todos los domingos a la misa y al posterior café de este grupo maravilloso, y entiende por qué esta canción expresa una relación tan profunda entre los fieles y su párroco. Es un ida y vuelta que el Señor y María tejen con sus hijos para bendición de todos: tanto del párroco, P. Miguel, como de toda la comunidad.

La canción, que en su texto en alemán tiene rima, lleva la melodía de la canción "Danke", que se canta en misas alemanas, y expresa en forma divertida el profundo y emocionado reconocimiento de la comunidad mencionada al P. Michael Schapfel:

Gracias, por este maravilloso cura,
gracias, por este hombre tan simpático.
Gracias, porque todos los domingos
puedo asistir a la misa.

Gracias de parte de todas sus ovejitas,
gracias, siempre vamos a misa tan contentos,
gracias por todo su empeño,
pero ¿qué tal si las misas fueran más cortas?

Gracias por todos los bautismos,
gracias porque nos das luz,
gracias por tus manos suaves,
contigo los bebés no lloran.

Gracias por todos los campamentos de Comunión,
gracias porque pude confesar mis pecados,
gracias por sus palabras reconfortantes,
ahora me siento aliviado.

Gracias de parte de sus catequistas,
Gracias, ¡al fin lo hemos logrado!
Gracias por las largas noches
que pasamos en la casa parroquial.

Gracias por todas las misas para niños,
gracias, porque nos comprende tan bien,
gracias por la homilía corta,
vayamos a comer ahora la torta.

Gracias también de parte de los jóvenes,
gracias, también a nosotros nos comprende bien,
gracias, porque cuando dudamos en nuestras vidas
nos da fuerza para seguir adelante.

Gracias por su consejo oportuno,
gracias por su mano conductora,
gracias por su ayuda constante
cuando el agua nos llegaba al cuello.

Gracias porque Ud. es como un padre para nosotros,
gracias por su renovada comprensión,
gracias, cada vez nos queda más claro:
sin Ud. no podríamos hacer nada.

Gracias por los 25 años,
Gracias! ¿ya tiene 25 años?
Gracias, ¡te damos gracias Señor!
"Gracias" resuena desde tan lejos…