Tener a María en el corazón para encender la Misión

Misiones de la Juventud de Schoenstatt de México en la Huasteca Potosina

La Santa Misa, parte esencial de las misiones The daily Holy Mass, an esencial element of the missions Die tägliche heilige Messe, ein wesentliches Element der Misiones
Compartir el amor a Cristo Sharing the love for Christ Die Liebe zu Christus weitergeben
Grupo de misioneros Group of missionaries Missionare Fotos: Gallardo © 2008

MÉXICO, Felipe y Cuchi Gallardo. Cada año la Juventud de Schoenstatt México viaja a alguna comunidad para misionar. Este año fueron, por segunda vez, a Tancanhuitz de Santos, municipio de la Huasteca Potosina.

Convivimos muy de cerca con más de veinte comunidades, tan cerca que nos alojamos en sus casas, compartimos sus alimentos, rezamos en su capilla. Es decir: intentamos conocer algo de su vida, de cambiar un pedacito de su mundo por una semana. Durante las misiones no sólo convivimos con gente de San Luis, cada fraternidad ("frate") está formada por 10 ó 12 jóvenes de 15 a 24 años de diferentes partes de la República, lo cual hace que la experiencia sea muy enriquecedora, ya que aunque no todos pensamos igual ni tenemos la misma manera de ver la vida, nos une una misma misión y un mismo objetivo: "Tener a María en el corazón para encender la Misión."

Querías encontrar a Cristo.

Dentro de las misiones no todo fue rezar y cumplir con los oficios, aprendimos a ver la vida como nuestros hermanos de la Huasteca, y nos dimos cuenta de lo diferente que es ésta en comparación a la nuestra. Fue increíble ver el amor con el que nos recibieron, la manera de entregarnos todo lo que tienen, sólo por ser un misionero e ir a acompañarlos en su vida de la fe.

Misionar no es sólo dejar de ir de vacaciones con la familia o con los amigos; no es sólo un tiempo para recuperar una amistad olvidada o ganar una nueva, ni solamente la oportunidad de expresar ese amor misionero que todos experimentamos en algún momento. Es algo más, mucho más. Cuando termina la semana, te das cuenta que la razón principal era otra, más profunda, más significativa y que fundamentaba todo: querías encontrar a Cristo.

Crea adicción

Es una semana de cambio, de crecimiento, una semana en la que conoces algo más de ti, en la que piensas en otros, en la que agradeces por lo que tienes y ves que hay muchos aspectos que mejorar pero también te das cuenta que estás bien en muchos otros. Es la semana en la que te das cuenta que Cristo está en tu vida, en la que también entras a la suya y dejas que Él te use como Su instrumento para llegar hasta donde Él lo crea conveniente.

Es la semana que no se puede describir, que crea "adicción" y que no hay quien no le encuentre un sentido especial. Es la semana durante la cual, sin darnos cuenta, permitimos que Cristo viva en nosotros y seamos felices. La semana que no olvidamos al llegar a casa y que esperamos que regrese, año tras año, como la semana más importante.