¡Llevemos a María! ¡Esa es nuestra misión!

La Peregrina del Estudiante

Oración y bendición Prayer and blessing Segen und Gebet Fotos: Franco © 2008

PARAGUAY, Pedro Valdovinos. Hace unas semanas surgió una nueva iniciativa en la Campaña del Rosario de Paraguay: La Peregrina del Estudiante.

Escribir sobre esta gran misión, significa en cierta forma para mí comenzar a cumplirla. Es el primer paso para llevar a cabo esta tarea. Como estudiantes, María pensó en una misión para nosotros. Ella quiere llegar a más corazones a través nuestro.

El domingo 8 de junio de 2008 varios jóvenes, veinte, o quizás más, reciben en sus brazos a la "Peregrina del Estudiante" y comienzan un nuevo paso en su vida hacia Dios.

"Jóvenes y Estudiantes": Cada uno con una visión diferente de esta misión. Cada uno camina a recibirla distinto, rápido o con paso más lento. Algunos caminan inclinados y otros, tal vez, sin una confianza demasiado amplia en el buen Dios. Sin embargo, la toman.

El fuego del amor

Asumen esta misión en serio, como personas maduras, pero todavía queda en sus jóvenes corazones una llama de niño. Un fuego que sólo tienen los jóvenes. Es esa la locura que María quiere usar como transporte. Ella sabe que los jóvenes la llevaremos a destinos inimaginados porque dentro de nosotros arde el fuego del amor.

Ella conoce cada una de nuestras vidas y sabe que cumpliremos su misión sea como sea. Es por eso que hoy nos la encomienda. Hoy los jóvenes somos llamados a llevar, como lo hizo João Luiz Pozzobon en su tiempo, a María como compañera de cada cosa que hagamos. Ella quiere recorrer las aulas, conquistar nuevos corazones jóvenes, llenar con su mirada nuevos hogares, nuevas habitaciones, nuevas vidas.

Conquistando nuevas almas

Seamos fieles instrumentos de su Reino, llevemos a Schoenstatt por el mundo para que sus banderas flameen por siempre. Tenemos la responsabilidad y la oportunidad única de forjar juntos una iglesia joven, una iglesia dispuesta a renovar esa promesa de evangelizar, de llevar a Cristo a todas y cada una de las personas que pasan por nuestras vidas. Hoy se nos dio la oportunidad de mostrar a Cristo no sólo a través de nuestros propios reflejos, no sólo a través de nuestras propias vidas, también misionando junto a su Madre y conquistando así nuevas almas.

Y así, "cuando nadie viva de nosotros en otras primaveras, las banderas de mi Schoenstatt seguirán flameando". Nada sin ella y nada sin nosotros. Llevemos a María a destinos nuevos e inimaginados. Ella quiere conquistar nuevos corazones. Ella sabrá qué hacer. Llevemos a María sin miedo a nada, Dios está de nuestro lado. Ella será nuestra única arma, nuestro único escudo. Jóvenes y estudiantes: ¡Llevemos a María! ¡Esa es nuestra misión!

Fuente: Revista "Tuparenda", Paraguay