"Gracias, P. Jorge, tú has sido una bendición para nosotros"

55 años de vida sacerdotal: Padre Jorge Falch

Santa Misa en la Iglesia del Espiritu Santo, Bellavista Holy Mass in the Holy Spirit Church , Bellavista Dankgottesdienst in der Heilig-Geist-Kirche in Bellavista
Oración en el Santuario Prayer at the Shrine Gebet am Heiligtum
Encuentro familiar Encounter Mitfreude der Familie Fotos: Torres © 2008

CHILE, P. Adrián González Ibarra. "Todo lo que ha surgido, lo que se ha realizado a través de mí y de ustedes, fue obra de nuestra Madre tres veces Admirable de Schoenstatt", dijo el Padre José Kentenich en 1935, en la celebración del 25° aniversario de su ordenación sacerdotal. En las vísperas del 17 de julio, la pequeña familia del Instituto de sacerdotes diocesanos de Schoenstatt en Chile, tuvo la alegría de celebrar los 55 años de vida sacerdotal de del P. Jorge Falch. Con motivo de este acontecimiento fueron invitados representantes de toda la Familia de Schoenstatt en Chile que participaron en la fiesta.

En la Eucaristía que se celebró en la Iglesia del Espíritu Santo, junto al Santuario Cenáculo, en Bellavista (Santiago de Chile), se agradeció a Dios por la vida y el servicio sacerdotal del P. Jorge Falch. En la homilía el P. Raúl Hasbún destacó la docilidad del P. Jorge para dejarse conducir por la voluntad del Señor, con humildad y generosidad, que han hecho de su servicio sacerdotal una fuente de innumerables bendiciones para la Familia de Schoenstatt y para toda la Iglesia en Chile: "Gracias, P. Jorge, tú has sido una bendición para nosotros", fueron las palabras con que resumió el sentir de todos los presentes.

¡Que hubiese sido de nosotros sin Schoenstatt!

Después de la Eucaristía el P. Jorge se dirigió hacia al el Santuario, pero primero se detuvo para un momento de oración frente a la imagen del Padre y Fundador. En ese momento de silencio se podían casi sentir las palabras que el P. Kentenich pronunciara con ocasión de la celebración de sus bodas de plata sacerdotales:

"Yo también sé que innumerables hombres deben la transformación total de sus vidas al encuentro con Schoenstatt. Sé cómo muchos sacerdotes confiesan una y otra vez: ¡que hubiese sido de nosotros sin Schoenstatt!"

Luego llegó hasta la puerta del Santuario y mirando a la Santísima Virgen pronunció la siguiente oración que él mismo había preparado.

"Querida Madre, Reina y Victoriosa Tres Veces Admirable de Schoenstatt: al celebrar 55 años desde que tu Hijo Jesucristo me unió a su Sacerdocio como instrumento de salvación para muchos, y en vista de mi pequeñez y mis limitaciones, me tomaste de la mano como Indivisa Christi y me uniste al Padre y Profeta de la Familia de Schoenstatt.

Como sacerdote de Maria, la ‘Patrona Franconiae’, me enviaste por nuestro Padre al Santuario del tercer hito de la historia de su vida y de la historia de su Familia para fecundar la misión de Bellavista entre los sacerdotes diocesanos, los seminaristas y las futuras vocaciones.

Ante una misión tan abrumadamente grande y consciente de mi insignificancia te quiero ofrecer nuevamente la corona: Sé tú Reina y Soberana de mi corazón, de mi vida sacerdotal y de todos los que tú me has confiado algún día: de los sacerdotes y seminaristas, de los miembros de tu Familia de Schoenstatt y de tus hijos, los madrugadores.

Toma tú el cetro en tus manos y yo confío plenamente que todo resultará para gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén"

Después de recibir de sus manos la bendición, todos los presentes, reunidos en torno a la puerta del Santuario, cantaron el "Cumpleaños feliz", y después de un caluroso aplauso pasaron a un salón contiguo a festejar este hermoso día.