Nigeria, águila de la esperanza

Tres jóvenes de Chile van Nigeria por seis meses como misioneros de Schoenstatt

El grupo misionero en el Santuario de Campanario, Chile The missionary group in the Shrine in Campanario, Chile Die Missionsgruppe im Heiligtum von Campanario, Chile Foto: Grupo Misionero © 2007
José Tomás Castañeda, hablando con el P. Jose María García José Tomás Castañeda, talking to Fr. Jose María García José Tomás Castañeda im Gespräch P. Jose María García
Cristián Portilla (izq.), José Luis Vial Cristián Portilla (l.), José Luis Vial Cristián Portilla (l.), José Luis Vial Fotos: POS Fischer © 2007
Díptico de la “Misión Nigeria” (DOWNLOAD 1,8 MB) Leaflet of the “Mission Nigeria”, an invitation to accompany the mission with the rosary and capital of grace (DOWNLOAD 1,8 MB) Dyptichon der “Mission Nigeria” – eine Einladung zum Begleiten mit Rosenkranz und Gnadenkapital (DOWNLOAD 1,8 MB) Foto: Grupo Misionero © 2007

SCHOENSTATT / NIGERIA / CHILE, mkf. Un grupo de jóvenes estudiantes chilenos, de la zona del Santuario de Campanario , sale en estos días para Nigeria, donde se quedarán seis meses para ayudar en la tarea de la fundación de grupos de universitarios o en lo que la Mater les presente. El nombre del grupo que lleva a cabo este proyecto es "Águilas de Esperanza". Son tres los que comienzan, y las primeras semanas los acompaña un seminarista chileno de los Padres. Allá hay otro seminarista nigeriano y un Padre de Schoenstatt que les hacen de puente. Antes de ir estudiaron profundamente la conferencia que el Padre Kentenich dio a las Hermanas de Maria que partieron a África en 1933, como misioneras de Schoenstatt. Con este espíritu ellos quieren ir a Nigeria.

Antes de viajar a Nigeria, José Tomás Castañeda, Cristian Portilla, y José Luis Vial, pasaron unos días en Schoenstatt conociendo el lugar de origen y, más que nada, entregando a la Mater en el Santuario Original su misión en el África. ¿Cómo se les ocurre a tres estudiantes – José Luis estudia arquitectura, Cristian y José Tomás ingeniería civil – abandonar su carrera por medio año e irse a un país en el oeste de África, que muchos de sus amigos apenas deben saber donde está? "Bueno", dice José Tomás, de 23 años de edad, "conversamos en la Escuela de Jefes con Raimundo Costa, seminarista de los Padres, sobre las misiones en el exterior – había en Cuba, en España, en Portugal, en México, en Estados Unidos – y se podía hacer otra en otro país..." Mientras las misiones tradicionales son para evangelizar, estas misiones tienen como única meta Schoenstatt: llevar Schoenstatt a lugares donde ya existe pero necesita del apoyo del entusiasmo y compromiso juvenil para crecer y fortalecerse, especialmente en la juventud. Se trata de ayudar al crecimiento de Schoenstatt con la entrega y la propia experiencia juvenil, es ser pioneros de Schoenstatt en tierras nuevas de la Mater.

Muchas coincidencias

"Hace poco Raimundo comentó: no me extrañaría si algún grupo fuera a misionar a Nigeria...", sigue Cristián. "Hablamos entonces sobre Nigeria, donde hay Santuario y Padres de Schoenstatt, pero todavía casi nada de Movimiento, y así comenzó."- Esto sucedió hace dos años en una escuela de jefes de los universitarios, que se realiza anualmente con unos diez o doce jóvenes. La idea prendió entre algunos de ellos, y se comunicaron con el Padre Felipe Ríos – asesor del grupo misionero – que poco después partió a su terciado en Schoenstatt, Alemania, y le comentó al Padre Heinrich Walter la idea que había nacido en Chile. Él le contestó que recién habían pensado como ayudar con la fundación del Movimiento en Nigeria... La Mater se había manifestado, y así comenzó la preparación concreta: hablar con sus familias y novias, con la universidad, pensar en vacunas y en la medicación de la profilaxis de la malaria; buscar material, recaudar fondos para el viaje y el sustento durante los seis meses que pasarían en Nigeria, pero ante todo lo más importante: preparar la misión con aportes al capital de gracias, con oración, y autoeducación para poder ir como un autentico misionero, que no busca nada más que llevar el mensaje de Schoenstatt a los que la Mater quiere atraer a su Santuario... en Nigeria. "Lo que no sabíamos cuando nació esta idea era que otro integrante de nuestra escuela de jefes, casi al mismo tiempo, se encontró con Charles (entonces seminarista, ahora ya ordenado) de Nigeria, quien le habló de su país y la necesidad de apoyar al Movimiento y lo invitó a visitarlo...", dice Cristian. El sueño se trasformó en locura y ahora en realidad...

Preparativos para la misión

En la preparación hubo momentos de entusiasmo, de mucha emoción, de estar muy encendidos por la misión, y también de desilusión y de sentirse vencidos ante el desafío, recuerda Cristián, que con sus 25 años es el mayor de los tres misioneros. "Pero dijimos a la Mater:¡tenemos que ser fieles hasta el final, y si no lo quieres, esto no va a salir! ¡Y siempre, en cada momento, encontramos una respuesta de la Mater! La Mater nos ha educado en la perseverancia, en la confianza...". Desde el comienzo eran tres los que iban a ir a Nigeria... "pero no los tres que finalmente partimos", dice Cristián, sonriéndole a José Luis. Hace tan solo un mes Ricardo, estudiante que también estuvo en Portugal y que había sido designado jefe de la misión a Nigeria, recibió un sorpresivo rechazo de su universidad a su solicitud de ausentarse por un semestre. Y no pudo partir... Casi a último momento se unió José Luis, de 21 años de edad, que el 18 de noviembre va a celebrar su cumpleaños en Nigeria.

¿Que dijeron sus padres, hermanos, amigos, y especialmente sus novias al enterarse de esa locura? "El desafío más grande es lo desconocido", dice José Tomás. "Además la imagen tan negativa de África que hay actualmente ¡Pero con el tiempo comenzaron a apoyarnos!" "Ven la felicidad que esto produce en uno", dice José Luis. "Ven que es algo radical y tan importante para uno, y al final dicen: ¡Cómo no te voy a apoyar en esto, como no te voy a dejar partir!... Como mis padres y todos los demás solo tuvieron un mes para acostumbrarse a la idea, fue todo un choque, obvio. En las cartas de despedida que recibí puedo intuir que ya entendieron más el sentido de la misión. Mi novia no es schoenstattiana pero entiende la esencia de la misión. La misión es algo que cambia también el corazón de la gente que de una u otra manera nos acompaña".

Invitaron a toda la Familia de Schoenstatt y a todos sus conocidos a acompañarlos con la oración y el capital de gracias. Vendieron rosarios en los colores de Nigeria – blanco y verde – para recaudar fondos, y más que nada para crear vínculos. También se esforzaron por hacer que Nigeria sea más conocida. Gracias al rosario y al díptico que difundieron, hay una gran cantidad de gente que reza y que de esta manera participa en la misión. "Muchos no saben nada de Nigeria", dice Cristian, "y también preguntan: ¿por qué Nigeria? Hay tantos lugares en Chile, tantos lugares al menos más cercanos donde valdría la pena misionar...". Riéndose, Cristian agrega: "¡Uno aprende a explicar el por qué, explicándolo!"

La misión transforma a los misioneros

Esperan, dice José Luis, que puedan dar un primer paso en Nigeria, que otros jóvenes los sigan y que esto sea una bendición para Nigeria. Llaman a su misión "Águilas de esperanza". ¿Por qué? "Por los futbolistas de Nigeria, que se llaman águilas de Nigeria", dice riéndose José Tomás, y después, más serio: "Pensamos en el águila que vuela hacia lo alto, hacia el sol... Queremos volar alto, tenemos que volar alto". Nigeria, un país fecundo para sembrar, es un país de esperanza.

Es la primera vez que ellos tres van a una misión fuera de Chile. Pero conocen a otros jóvenes que participaron en una misión, y que con su historia de entrega son un ejemplo para ellos. ¿Se nota un cambio en los que estuvieron de misión? Los tres vacilan un poco: "Es gente normal, antes y después...." Pero sí, hay un cambio. "El tipo es otro", se dice cuando el misionero vuelve. ¿Por qué otro? Es todo un proceso. Vivir por un tiempo una entrega radical a Dios y a los hombres, produce un cambio. Dar su tiempo, su corazón, sus fuerzas, vivir un compromiso alto y heroico, dejar de lado por ese tiempo los intereses personales, la familia, los amigos, la novia, la carrera, la seguridad económica, y darlo todo por la misión, hace entrar en una dinámica que saca lo mejor de sí mismo, que hace madurar rápidamente, explica el Padre José Maria García, del consejo general de los Padres de Schoenstatt.

Y da eso sello de héroes, ese sello de radicalidad y madurez en la entrega que se nota en ellos y que hace pensar en José Engling, en Max Brunner, Hans Wormer, Alex Menningen y tantos más, y ya no sorprende cuando José Tomás dice: tenemos que ser santos para llevar Schoenstatt a Nigeria.

Nada más y nada menos.

• Para escuchar: Himno de la Misión (por Rodrigo Juglar)

• Contacto: misionnigeria@gmail.com