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 published: 2007-01-12

Dios con nosotros

Casi 11.000 personas participaron de "Los diez minutos junto al pesebre" en Schoenstatt

 

10 minutos junto al pesebre – el 6 y 7 de enero con un coro de Hermanas de Maria

10 minutes by the crib – January 6 and 7 with a choir of the Schoenstatt Sisters of Mary

10 Minuten an der Krippe – am 6. und 7. Januar mit einem Chor der Marienschwestern

 

Quiero ser Maria...

I want to be Mary...

Ich möchte die Maria sein…

 
 

Pastorcitos

Little shepherds

Kleine Hirten in Aktion

 
 

Junto al pesebre

At the crib

An der Krippe

 
 

Un „movimiento“ navideño

Christmas crowds

Bewegte Weihnachten

 
 

En la granja

At the stable

Im Stall

Fotos: POS Fischer © 2007

Álbum de fotos – photo álbum – Fotoalbum

Video/Audio

 
 

SCHOENSTATT, mkf. "Señora de la Nochebuena, Madre de la Luz, Reina de la Paz, Causa de nuestra alegría: que en mi corazón nazca esta noche otra vez Jesús. Pero para todos: para mi casa, para mi pueblo, para mi patria, para el mundo entero. Y sobre todo, fundamentalmente, qe nazca otra vez Jesús para la gloria del Padre..." 27 veces se rezó junto al pesebre en Schoenstatt esa oración del Cardenal Pironio, 27 veces se repartieron estrellas y campanitas a los niños, 27 veces se vistieron ellos como pastorcitos, ovejas, estrellitas, burritos, reyes, Maria y José, 27 veces se cantó "El cielo toca a la tierra" y 56 veces Noche de paz: Terminó la novena temporada de los "10 minutos junto al pesebre", con casi 11.000 personas que entre el 26 de diciembre y el 8 de enero participaron en ese apostolado navideño.

"El numero de visitantes es igual al de los últimos dos o tres años", comenta la Hermana Anne-Meike Brück, coordinadora del equipo de Hermanas y voluntarios a cargo de los diez minutos. Entre ellos hay miembros de las diferentes ramas -profesionales, madres, mujeres divorciadas o separadas, jóvenes–, familiares de las Hermanas, huéspedes de las casas de Schoenstatt, un voluntario de la Oficina de Prensa, y muchos ayudantes espontáneos. El numero de visitantes no cambió, pero sí su edad. "Llegaron muchos más matrimonios jóvenes, y muchos más chicos" dice la Hermana Anne-Meike, que participó en cada una de las 27 presentaciones. "Se notó que muchos se fueron de los diez minutos muy silenciosamente, pensativos, como tocados por el misterio de la Navidad", agrega. También hubo menos gente que participó varias veces, como sucedió en otras oportunidades, mientras que hubo muchos otros que llegaron la primera vez y volvieron unos días mas tarde con amigos, familiares, compañeros de trabajo, vecinos, ¡o con amigos de sus chicos!" Participaron, se sintieron felices, enriquecidos, y se hicieron apóstoles de los diez minutos... Junto al pesebre se puede observar un proceso de vida típico schoenstattiano, que tiene "algo sanador", según una señora de Dusseldorf -a dos horas de Schoenstatt- que participó con su hija, una estudiante de 20 años. "Se pueden dejar las cargas aquí", asegura. "Uno se siente mas cerca de Dios..." Dios con nosotros.

Quiero ser Maria

"¡Eso debería estar en TV!", exclama una señora de Koblenz. Una estación regional ya mostró interés, pero lamentablemente no se concretó debido a un aviso que recibieron al llamar: que no se quiere publicidad para "mantener la calma navideña". Qué error, pues ya desde hace nueve años que la "calma navideña" dejó lugar a un bullicio navideño con chicos corriendo con caras radiantes de alegría para cantar, bailar y hacer ruido de campanitas para el Niño Jesús; chicos que con toda su espontaneidad y naturalidad infantil se dejan tocar por el Niño en el pesebre; chicos que con esa fe natural contagian a los grandes... No, no es una Navidad calma para los que incesantemente ofrecen té y galletitas en la granja, para los que cantan y tocan hasta el cansancio -Tomás Garzón ya sabe todas las canciones alemanas de memoria-, pero: "¡Es la Navidad más linda que me puedo imaginar!", dice la Hna Anne-Meike. Tal vez también en la Navidad eterna del cielo hay cientos de chicos tocando campanitas y agitando estrellas al sonido de "Noche de paz...".

En la Navidad terrena de Schoenstatt hay chicos que arriban con una hora de anticipación para poder actuar en su rol preferido. Entre las chicas hay uno preferido por todas. "Quiero ser Maria", reclama una pequeña rubia, con lágrimas en los ojos. "Ya estuvo tres veces y nunca pudo ser Maria." Ahora puede. Lleva al Niño Jesús con un especial brillo en los ojos y una ternura no mucho menor que la de la Virgen en su Navidad.

Campanitas para los 10 minutos

Las Hermanas de Maria están muy agradecidas con todos los que ayudaron, especialmente con las empresas Max Weiss y Edeka que donaron grandes cantidades de galletitas. Una preocupación permanece con la Hermana Anne-Meike: Faltan campanitas, tan queridas por los chicos para acompañar las canciones. Por eso, schoenstattianos del mundo entero: lleven campanitas a Schoenstatt, para que pronto, en tan sólo 11 meses y algunos días, resuenen otra vez las campanas de Navidad: "Que en mi corazón nazca esta noche otra vez Jesús. Pero para todos: para mi casa, para mi pueblo, para mi patria, para el mundo entero. Y sobre todo, fundamentalmente, que nazca otra vez Jesús para la Gloria del Padre..."

 

 

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Last Update: 12.01.2007 Mail: Editor /Webmaster
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