Nachrichten - News - Noticias
 published: 2006-11-10

Alégrate llena de gracia, esta tierra te recibe

Bendición del Santuario de Los Pinos, Chile

 

Un nuevo Santuario de Schoenstatt: Bendición del Santuario de Los Pinos, Chile, el 4 de noviembre de 2006

A new Schoenstatt Shrine: Blessing of the Shrine in Los Pinos, Chile, November 4, 2006

Ein neues Schönstatt-Heiligtum: Einweihung des Heiligtums in Los Pinos, Chile, am 4. November 2006

Foto: www.santuariolospinos.cl © 2006

 

 

Espera

Waiting

Erwartung

 

Entrada: El Obispo Auxiliar de la Diócesis de Valparaíso, Monseñor Santiago Silva, P. Mariano Irrureta, superior provincial de los Padres de Schoenstatt

Entrance: Auxiliary Bishop Santiago Silva, diocese of Valparaíso, Fr. Mariano Irrureta, provincial superior of the Schoenstatt Fathers

Einzug: Weihbischof Santiago Silva, Diözese Valparaiso, und P. Mariano Irrureta, Provinzoberer der Schönstatt-Patres

 

Entrada de la Mater

Entrance of the MTA

Einzug der MTA

Fotos: M. Mas © 2006

 

Santa Misa

Holy Mass

Heilige Messe

 

Los Pinos tiene Santuário

Los Pinos has a Shrine

Los Pinos hat ein Heiligtum

Fotos: www.santuariolospinos.cl © 2006

Albúm de fotos – photo album – Fotoalbum

 
   

CHILE, Benjamín Malandre. "Alégrate llena de gracia, esta tierra te recibe". Esta frase, colocada a modo de umbral entre dos árboles a la entrada del recinto, donde se levanta el nuevo Santuario de Los Pinos, resumía el sentimiento de las más de siete mil personas que llegaron a aquel lugar el 4 de noviembre. Alegría, acogimiento, fiesta. Una verdadera fiesta para toda la Familia de Schoenstatt (y para toda la Iglesia de Chile y el mundo) fue lo que se vivió durante toda la jornada.

El día nublado, frío, gris, se transformaba radicalmente al acercarse uno al lugar donde se llevaría a cabo la ceremonia, hasta llegar a ser una auténtica fiesta familiar de grandes proporciones.

Era tanta la gente que se daría cita aquel día que el auto había que dejarlo bastante lejos, lo suficiente como para poder impregnarse del aire natural que rodea el Santuario, que debe su nombre a los bosques de pinos que se levantan en el lugar. Ya cuando uno se comenzaba a acercar, empezaba a notarse el clima festivo con que se encontraría: gente regalando calcomanías, banderines, vendiendo regalos o cualquier tipo de souvenirs. Ni siquiera se notaba que faltaban aún más de 6 horas para el inicio de la misa con que se regalaría una nueva casa a nuestra Reina. Al ingresar a los lugares aledaños al santuario, uno se llevaba una nueva impresión: aquel lugar, albergue de misas dominicales durante todos estos años desde que se levantó la ermita, estaba irreconocible para cualquiera que llevara ausente siquiera un par de semanas. Los trabajos realizados por la Familia de Los Pinos para acoger de la mejor manera a todos los fieles, habían transformado el lugar en una verdadera catedral al aire libre, con asientos para las 7 mil personas que se esperaban. El altar, cómo no, el Santuario mismo. La ermita, lugar central del recinto hasta ese día, guardaba la Mater que sería depositada en el interior del Santuario. Ni los antiguos estacionamientos escaparon de las ganas de la familia de hacer el lugar lo más cómodo y acogedor posible, viéndose inundados de bancas y stands.

Casi sin notarlo, transcurrieron las horas hasta la ceremonia

Luego de la impresionante llegada, había que esperar. O, mejor dicho, seguir maravillándose mientras se aguardaba; niños, jóvenes y adultos trabajaban en los últimos detalles, acogiendo a los visitantes, inflando globos, vendiendo recuerdos o trabajando en primeros auxilios. Ni un solo detalle había sido pasado por alto. La energía y alegría presentes en cada persona eran tan contagiosas que la espera fue todo menos aburrida. Con el correr de las horas el lugar cada vez se llenaba más, con delegaciones de todas las partes de Chile. Concepción, Rancagua, San Fernando, Antofagasta, Puerto Montt…. Cada ciudad (y cada Santuario) de Chile contaba con una gran delegación representante; incluso había representación de cada rama: matrimonios, señoras, madrugadores, federaciones, institutos y mucha, pero mucha juventud querían estar presentes en un día tan especial. Y así, casi sin notarlo, transcurrieron las horas hasta la ceremonia.

Como una verdadera Reina, aclamada con cantos y banderas

De la misa en sí es poco lo que se puede decir; la emoción reinante no puede ser imaginada, sólo recordada por quienes vivieron ese momento. Fue celebrada por el Obispo Auxiliar de la Diócesis de Valparaíso, Monseñor Santiago Silva, y concelebrada por toda una legión de Padres invitados. La lectura de las bodas de Caná pusieron de manifiesto que la festejada principal era María, la Madre Tres Veces Admirable de Schoenstatt. Con un hermoso coro local, con los Padres del Colegio Mayor cantando las letanías, y con el corazón henchido de gozo, fue pasando cada momento de la misa hasta que un trompetista anunció lo que todos esperaban: el momento en que nuestra Mater sería transportada desde la ermita hasta el interior del Santuario. Comenzó con una banda, que introducía al séquito de banderas de todas las ramas llevadas por un representante. Detrás de ellos, cuatro jóvenes transportaban el anda con la imagen. A los costados, Apóstoles de María esparcían pétalos de rosa al camino. Así avanzaba María, como una verdadera Reina que, con todos los honores, se pasea entre sus súbditos, que la aclaman con cantos y banderas al viento. En esos 10 minutos que duró la marcha, se terminó de derramar tanta emoción contenida, tantos años de lucha y trabajo por construirle un hogar a María en ese lugar. El final de la misa no tardó en llegar, y la fiesta estaba concluida, la misión, cumplida. En esos momentos se veía coronada esa corriente de vida que surgió con una ermita de Cruzados del Colegio Sagrada Familia, comprado por los Padres de Schoenstatt en 1999. Se cumplía el sueño de la Jose Magasich, la niña que ofreció su vida por ser el primer ladrillo del Santuario; tantos capitales de gracia ofrecidos con mucho sacrificio y en forma anónima que ayudaron a sembrar nuevas esperanzas de ver renacer una tierra a los pies de una nueva Reina para este lugar. Los esfuerzos de cada rama, la venta de cuanta cosa existe para recaudar fondos, pasando desde los hot-dogs y empanadas hasta simbólicos ladrillos, veían sus esfuerzos pagados con creces. Los Pinos tenía Santuario, y la M.T.A. había tomado posesión de él.

Mas información en la pagina del Santuario de Los Pinos: www.santuariolospinos.cl
 

Zurück/Back: [Seitenanfang / Top] [letzte Seite / last page] [Homepage]

Last Update: 10.11.2006 Mail: Editor /Webmaster
© 2006 Schönstatt-Bewegung in Deutschland, PressOffice Schönstatt, hbre, All rights reserved, Impressum