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“Santuario de Jornada” en Bahia Blanca: Jornada con el Padre Argemiro Ferracioli sobre Joao Pozzobon “Retreat Shrine” in Bahia Blanca: Retreat with Father Argemiro Ferracioli on John Pozzobon “Tagungs-Heiligtum” in Bahia Blanca: Treffen mit Pater Argemiro Ferracioli über Joao Pozzobon Foto: Zunini © 2006 |
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Joao Pozzobon John Pozzobon Joao Pozzobon |
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La corona de la Peregrina Original The crown of the Original Pilgrim MTA Die Krone der Original-Peregrina Fotos: Arendes/Santa Maria © 2006 |
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Misioneras con el P Argemiro Missionaries with Father Argemiro Missionarinnen umringen Pater Argemiro |
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Jornada en Paso Mayor Retreat in Paso Mayor Treffen in Paso Mayor Fotos: Zunini © 2006 |
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ARGENTINA, Diana Zunini/mkf/mca. Despierta entusiasmo y entrega. "El Padre Argemiro es un digno hijo de Don Joao y conquistó todos los corazones", comentan desde Bahía Blanca. El postulador de la causa de Canonización de Joao Luiz Pozzobon, después de visitar Chile, peregrinó por Argentina en los primeros días de noviembre para mostrar a Don Joao como discípulo y misionero de Cristo, de María, de la iglesia y del Padre Kentenich, y a la "esforzada Campaña del Rosario" como aporte de Schoenstatt en vísperas de la V Asamblea general del CELAM.
Desde el año pasado la Iglesia en América Latina ha iniciado un camino de renovación, comenzando con una consulta amplia desde todas las comunidades. El proceso culminará en la 5ª Conferencia General del Episcopado que tendrá lugar en mayo de 2007, en Aparecida, cerca de San Pablo, con la presencia del Papa Benedicto XVI, bajo el lema: Discípulos y Misioneros de Cristo, para que nuestros pueblos en Él tengan vida. Este martes 14 de noviembre el Presidente del CELAM, Cardenal Francisco Javier Errázuriz, realizó una visita al Santuario Mariano de Nuestra Señora de Aparecida, lugar elegido por el Papa Benedicto XVI para que acoja los trabajos de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe en mayo del año próximo. El marco de esta visita fue la realización el día 13 de noviembre de una reunión de la presidencia del CELAM con las comisiones locales que están preparando los aspectos logísticos y organizacionales de la V Conferencia en el propio lugar de Aparecida. Es de resaltar que esta es la primera vez que el Cardenal Errázuriz visita el gran Santuario Mariano de Brasil. Fue justamente en esos días que las charlas del Padre Argemiro Ferracioli en Argentina encendieron a los misioneros de la Campaña del Rosario y mucha gente más con su aporte al proceso de renovación misionera de la iglesia de su continente.
Un encuentro pozzoboniano
Llegando desde Buenos Aires, el día sábado 11 a las 10:30hs. el P.Argemiro, en su visita a la arquidiócesis de Bahia Blanca, se reunió con los Padres de Federación de Schoenstatt de la diócesis, los Padres Daniel Jany, Juan D’Amico, Rogelio del Piero y Adrián Martínez.
El P. Argemiro se mostró feliz y agradecido porque fue un "encuentro Pozzoboniano", dijo. Se sorprendió por el entusiasmo de los Padres en trabajar por la Causa de Canonización, cómo se comprometieron e interesaron por todo lo que él les planteaba, para poder acompañar y orientar el trabajo de los laicos.
Encuentro con peregrinos y misioneros en el colegio Don Bosco, Bahía Blanca
El sábado 11 por la tarde hubo un encuentro en el colegio Don Bosco en el centro de la ciudad de Bahía Blanca. Todo comenzó con una oración, preparando entre todos el "Santuario de la Jornada". Las distintas comunidades se acercaron con la Auxiliar, la Cruz de la Unidad, una imagen del Padre Fundador, una imagen de Don Joao, la luz de la vela y flores.
En su conferencia, el P. Argemiro se refirió al lema de la V Conferencia Latinoamericana a celebrarse en el Santuario de Aparecida, Brasil, el próximo año: Discípulos y Misioneros de Cristo, para que nuestros pueblos en Él tengan vida.
Mostró cómo Joao fue discípulo y misionero de Cristo y cómo cada uno de los misioneros y peregrinos puede aprender de su ejemplo a ser discípulo y misionero de Cristo. Cada uno es elegido en el Bautismo como discípulo y misionero de Cristo y está llamado a asumirlo. Joao Pozzobon fue peregrino, destacó el P. Argemiro, caminó 140.000 km con la Mater al hombro, fue apasionado por la Mater. Vivió intensamente el bautismo, la espiritualidad de Schoenstatt, siendo padre de 7 hijos vivió su matrimonio con una profundidad enorme.
Fue discípulo; discípulo significa la persona que es alumno, que sigue al profesor; Joao siguió la escuela de Jesús. El Padre Argemiro movió a los participantes a la reflexión: ¿soy yo un discípulo de verdad? ¿continúo siendo cristiano? ¿necesito los sacramentos? Como discípulo yo necesito estar abierto a aprender cosas nuevas. Joao siempre estuvo abierto a las orientaciones nuevas, a las orientaciones de la Mater.
Fue misionero. Ser misionero es estar en acción, actuar, aprender y poner en acción lo que se aprende. Joao decía que misionero es el que tiene fe. Él decía: yo hago el 1%, la Mater el 99%.
El aprendió a conocer la grandeza de Dios en su propia acción. El sabía que si estaba con María y Jesús estaba con Dios Padre. Él descubrió el 99% que actuaba la Mater en las familias. Empezó con el rosario, como un gran tesoro, pero fue mucho más allá, realizó una evangelización impresionante en las familias que recibían la peregrina. El verdadero misionero no se queda sólo con la oración, empieza con la oración y termina con la acción.
"Un gran amor atrae los corazones"
Joao Pozzobon, siguió diciendo el P Argemiro, estaba convencido de que "un fuego grande es necesario para encender la leña verde". Se necesita mucho fuego, mucho amor, y el fuego es la dedicación desinteresada, sin búsqueda de honor ni reconocimiento. Es heroísmo misionero, y es eso lo que atrae los corazones. El Padre Argemiro les preguntó a los misioneros: ¿Y qué es heroísmo para un misionero? Veamos la respuesta en Joao. Él decía: "muchas veces me mojé, me embarré, me cansé...". Estaba convencido de la actuación de la Mater en su vida, que era Ella la que actuaba; que Ella y su hijo Jesús necesitaban de él, con sus dificultades, limitaciones.
Luego de un breve intervalo, acompañados por guitarras, le cantaron a la Mater y una canción a Don Joao, escrita hace ya algún tiempo por una misionera de Bahía.
En la segunda parte de la charla, el P. Argemiro se refirió a cómo trabajar por la Canonización de Don Joao Pozzobon. Reiteró que la oración y los pedidos escuchados son importantes, y que es clave que crece la fama de santidad de Don Joao, es decir que muchas personas creen que él es santo, que vivió una vida de santidad
Todo concluyó con la celebración de la Santa Misa. El Padre Argemiro les llamaba a tomar la actitud de Don Joao cuando participaba de la Misa: podría haber caído un rayo que Joao no se hubiese enterado cuando participaba de la misa, nos comentó.
Día domingo12, Santuario de Paso Mayor
A las 10.30hs cuando el auto que llevaba al Padre Argemiro entró en el campo donde está el Santuario de Paso Mayor, varios peregrinos recorrían caminando los últimos 1300 metros al Santuario y lo saludaban a su paso. Si bien había un sol brillante, el viento soplaba muy fuerte, como suele hacerlo con frecuencia en nuestra pampa. Le comentaron "nosotros le pedimos a la Mater que hoy no lloviera, pero nos olvidamos del viento". Y el Padre Argemiro respondió: No importa, ¡es el Espíritu que hoy sopla fuerte! Y verdaderamente sopló. Mucha alegría y emoción en el encuentro de más de 300 peregrinos que se acercaron a encontrarse con el P. Argemiro, con su mensaje, con Don Joao.
En la primera charla les contó algunos de los secretos de la santidad de Don Joao:
Fundamentalmente el Santuario, el encuentro con la Mater en el Santuario. No podía vivir sin ir al Santuario. Decía siempre: "anochezco en las familias y amanezco en el Santuario". Y su muerte, camino al Santuario, a su Misa diaria, nos habla mucho a nosotros.
Joao todos los días depositaba en el Santuario su trabajo del día anterior, las conquistas, su esfuerzo, todo lo entregaba en las manos de la Mater en el Santuario y después pedía fuerzas para el trabajo del día que comenzaba: ofrecer para recibir. Cuando no estaba en Santa María peregrinaba espiritualmente al Santuario. Decía el Padre Argemiro: Nosotros como Joao tenemos que peregrinar espiritualmente todos los días al Santuario.
Otro secreto de Joao: Consagración a la Mater. Él se consagró, se entregó a la Mater y decía: no pertenezco a nadie más, soy propiedad exclusiva de la Mater. Y agregaba: si soy de la Mater, entonces no puedo hacer lo que a la Mater no le gusta.
Otro gran secreto de Don Joao fue ser discípulo y misionero del Padre Kentenich. Joao desde que conoce al Padre se enamora de su misión, de su carisma, toma frases vitales del Fundador: "tomen a la Madre de Dios y denle un lugar de honor en sus hogares". Y siempre se mantuvo fiel, vinculado al origen.
A partir de las palabras del P. Argemiro los misioneros reflexionaron: "Para la Campaña de Paso Mayor es muy importante descubrir cómo Joao fue "alumnito" del Padre, como a él le gustaba decir, cómo fue fiel al origen. Porque el Padre nos dejó en Paso Mayor una misión cuando coronó a la Mater "Madre y Reina del Pueblo". Y la Campaña reafirma esa misión cuando corona las Imágenes Peregrinas con coronitas de madera hechas con el antiguo piso del Santuario que pisó el Fundador y luego regresan al Santuario con el capital de gracias de tantos peregrinos". Una de estas coronitas fue ofrecida en la Misa al Padre Argemiro invitándolo a que corone la imagen peregrina que lo acompaña.
Luego de la Misa a las 12hs. donde se consagraron tres nuevas misioneras, compartieron una choriceada.
La Peregrina Original
La última charla antes de la despedida fue sobre la imagen de la Mae Peregrina, la Peregrina Original.
El P. Argemiro relató cómo Joao fue agregando símbolos a la imagen que recibió el 10 de septiembre de 1950. Lo primero fueron las puertitas. Él coloca puertas porque con la Mater él se siente protegido y quiere protegerla a Ella. Joao sintió la primera gracia del Santuario, la Mater lo cobija, le da la mano.
Los tres escalones de madera (antes tenía uno) simbolizan las escaleras que hay frente al Santuario Tabor, en Santa María. La Peregrina lleva las tres gracias del Santuario: el cobijamiento, la transformación y el envío apostólico.
La corona: Joao, siguiendo la escuela del Padre Kentenich coronó a la Mater y cada año colocaba piedritas en la corona, pero piedras preciosas, de valor.
La cruz de la campana: La hizo de plata. Fue una donación de un militar que había recibido una gracia y quería colocar una imagen del Sagrado Corazón en la Capelhina Blanca. Joao lo persuadió y el militar donó la cruz de plata. Joao tenía ese poder de convencer.
Fue muy emotivo escuchar la voz de Don Joao, en un casette que había traído el Padre Argemiro. Joao era relativamente joven, de modo que la voz era clara y firme. Y llegó la despedida, donde las manos saludaban con alegría. Una misionera dijo: cuando se alejó el auto sentí nostalgia, como un gran vacío, como que alguien nos había abandonado. Al partir el Padre Argemiro recordaron las palabras de Joao: "Continuaré junto a ustedes".
Ser misionero
Ser misionero significa "llevar a toda persona la buena noticia: Dios es amor", destacó Benedicto XVI el 29 de octubre. La misión, añadió, "siempre nace del corazón transformado por el amor de Dios, como lo testimonian innumerables historias de santos y de mártires, que de diferentes maneras han gastado la vida al servicio del Evangelio".
Como lo hizo ese peregrino y misionero de María, Don Joao, y tal como – en sus huellas - siguen haciéndolo miles y miles de misioneros, llevando a la Gran Misionera a las casas, a los hospitales, las cárceles, las oficinas, negocios y empresas del mundo, para que ella lleve de nuevo a todos hacia Cristo.