Santuario, tu jubileo nos llama a florecer

Bodas de oro del Santuario de Oberá, Misiones, Argentina

Fue bendecido el 21 de noviembre de 1956 It was blessed November 21, 1956 Eingeweiht am 21. November 1956
Vista desde la calle View from the street Blick von der Straße Fotos: Santuarios de Schoenstatt en la Argentina © 2006

ARGENTINA, nlg. El 21 de noviembre el Santuario de Oberá celebra sus bodas de oro, con la participación activa de toda la Familia de Schoenstatt y de numerosos peregrinos. Con el lema "Santuario, tu jubileo nos llama a florecer" se celebra toda una semana de fiesta que culmina el 25 de noviembre con la conmemoración central. Monseñor Juan Rubén Martínez, obispo diocesano de Posadas, presidirá a la Sta. Misa jubilar.

La ciudad de Oberá (en guaraní: "la que brilla") es la segunda en importancia en la Provincia de Misiones, sita en el extremo noreste de la Argentina. Oberá está en el centro de la Provincia, en la Sierra de Misiones, en un lugar de gran belleza.

Toda la Provincia de Misiones (a la que llaman "La hermosa") se caracteriza por su naturaleza exuberante: selvas con enorme variedad de árboles, helechos, orquídeas, epífitas y lianas, ríos y arroyos caudalosos, numerosos saltos de agua, que incluyen a las famosas cataratas del Iguazú – atracción turística mundial – y una variada fauna autóctona. Conserva aún varios asentamientos de los primeros pobladores del lugar: las etnias guaraní, tupí, mocoví y toba.

Las misiones jesuíticas

Misiones debe su nombre a las misiones jesuíticas que se extendieron por todo su territorio, el sur de Brasil y gran parte del Paraguay, en el siglo XVII. La mayor parte de ellas fueron fundadas por San Roque González de Santacruz, sacerdote jesuita y mártir. Fueron modelos del orden social cristiano y de la inculturación del catolicismo. Lamentablemente, debido a la expulsión de los jesuitas dispuesta por la corona española, hoy día quedan solamente ruinas de las maravillosas construcciones que hicieron los indígenas bajo la dirección de los hábiles arquitectos y artistas jesuitas. Relativamente cerca de Oberá se encuentran las ruinas de San Ignacio Miní, en parte restauradas y abiertas al público. El Padre Kentenich se interesó por estas reducciones – las llamó "del Paraguay" – en los años 1915 y 1916, según lo testimonió el P. Menningen en su visita a Oberá en 1966.

Oberá, ciudad cosmopolita y ecuménica

Oberá es una ciudad muy bella, en la que confluyeron pobladores descendientes de al menos treinta y tres nacionalidades europeas, del Medio Oriente y asiáticas. Conviven en total armonía personas que profesan al menos dieciséis religiones. En sus fértiles tierras (de un subido tono colorado) crecen los cultivos de té, yerba mate, pinos (destinados a la industria papelera), plantas ornamentales de todo tipo...

En este verdadero "crisol de razas" se establecieron las Hermanas de María en 1949, enviadas por el P. Kentenich a extender la Obra de Schoenstatt en aquellas tierras, distantes 1.100 Km. de Buenos Aires. Él las visitó en septiembre de ese mismo año, y al ver la belleza del lugar les dijo que "Misiones, con su naturaleza pujante, debe transformase en un floreciente Paraíso de María", y al conocer personalmente los grandes sacrificios que debían hacer al vivir su etapa de fundación con mucha pobreza y dificultades materiales, les dijo que debían ser "Garantía del espíritu del 20 de enero". Hay que recordar que no hacía tanto tiempo que él había sido liberado del campo de concentración de Dachau, al que fue voluntariamente por su decisión del 20 de enero de 1942, cuando ofreció su libertad y su vida para que toda la Familia de Schoenstatt conquistara la verdadera libertad interior de los hijos de Dios.

Las Hermanas se dedicaron a la educación, y lentamente fue surgiendo el "Colegio Mariano", en pleno centro de la ciudad, frente a la principal parroquia católica.

Un Santuario construido con fe en la Divina Providencia

En 1956, cuando el Padre Kentenich ya estaba exiliado y su Obra era examinada permanentemente por el Santo Oficio, se temía que en poco tiempo fuera prohibida la construcción de nuevos Santuarios.

Las Hermanas pensaban construir un Santuario en el futuro, probablemente en Posadas, la capital de la provincia de Misiones, pero ante esta nueva situación, rápidamente se decidieron a construirlo en el amplio patio del Colegio. En sólo tres meses estuvo terminado, y se bendijo el 21 de noviembre de ese mismo año 1956, en la fiesta de la Presentación de María.

La Divina Providencia mostró posteriormente lo acertado de esa decisión: el Santuario en un lugar donde se procura educar con la pedagogía de Schoenstatt ha mostrado la eficacia de la gracia, indispensable en todo proceso de transformación. Desde 1949 hasta hoy, con seguridad han sellado su Alianza de Amor en el Santuario más de dos mil alumnos del Colegio. Muchos de ellos han vuelto posteriormente para dar testimonio de la eficacia de esa Alianza en su vida de adultos.

También el Santuario ha sido la cuna del Movimiento en sus diversas ramas y acciones apostólicas: matrimonios, madres, juventudes, niños, Campaña de la Virgen peregrina, y fuente de gracias para vocaciones sacerdotales y consagradas.

Al llegar al Colegio, es visible desde lejos una gran imagen de la Madre, Reina y Victoriosa tres veces Admirable de Schoenstatt, en mayólicas, colocada en el frente y coronada.

Un artístico portón de hierro forjado permite ver el Santuario desde la calle. Sus paredes exteriores tienen el característico color rojizo que le da a todo la tierra del lugar. Está rodeado por un pequeño cantero con flores, y un cerco bajo indica el tránsito desde el patio al "lugar santo". En el exterior de su puerta, como en los demás Santuarios de la Argentina, luce el símbolo del Padre con la frase "Padre, venga a nosotros tu Reino", indicadora de la misión central de la Familia de Schoenstatt argentina: conducir a todos los hijos al Padre, por medio de María, y así construir su Reino en toda la patria, un reino del amor, de la justicia, de la verdad. Un reino familiar, cuyo centro es el padre.

El altar es muy hermoso: fue hecho por los Hermanos de María en el Brasil, con gran exactitud al modelo original. La corona de la Mater es una réplica de la del Santuario Original. También lo es el símbolo del Padre – una creación original de los Hermanos de María – que es igual al que está destinado al Santuario Original y al que fue colocado en el lugar donde está la tumba del P. Kentenich.

El P. Kentenich bendice a los peregrinos desde el vitral en la ventana junto al altar, y la concurrencia al Santuario es incesante. Todo el día desfilan por allí niños y adultos que le presentan a la Mater sus alegrías, angustias, preocupaciones, gratitud y alabanza. La actividad apostólica también es muy grande y diversificada, pero para ello será oportuno escribir otras notas ¡no sea qué cansemos a los entusiastas lectores de schoenstatt.de!

Programa de las celebraciones

Las celebraciones comenzaron con la exposición "50 años del Santuario de Schoenstatt en Oberá" instalada en la Casa de la Cultura, entre el 13 y 19 de noviembre. El 18 y 19 hubo vigilias, el 21 – aniversario de la bendición del Santuario – Santa Misa de acción de gracias a las 19 hs en el Santuario. El viernes 24 de noviembre es la apertura de la celebración jubilar con una Santa Misa a las 19 hs frente al Santuario. El día de la celebración central del jubileo comienza con el Rosario del Aurora a las 6. Durante la mañana hay talleres y una conferencia: "Santuario, lugar de comunión para la diócesis" por el Padre Javier Arteaga, director nacional del Movimiento en la Argentina. El obispo de Posadas – diócesis a la que pertenece Oberá – Monseñor Juan Rubén Martínez, presidirá la Sta. Misa e impartirá la bendición apostólica con indulgencia plenaria. Cierra el día con la cena festiva en la Casa de la colectividad brasileña, del Parque de las Naciones.

El domingo 26, como cada tercer domingo del mes noviembre, es el encuentro de la Campaña de la Virgen Peregrina de la región del noreste argentino.