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 published: 2006-10-13

"Santuario Matri Ecclesiae, Roma"

Apuntes romanos de Francisco Nuño, que con su esposa son los futuros custodios del Santuario Matri Ecclesiae y del Centro Internacional de la Familia de Schoenstatt en Roma

 

Roma – centro de la Madre Iglesia

Rome, center of the Mother Church

Rom, Mittelpunkt der Mutter Kirche

Foto: Santos © 2006

 

Santuario Matri Ecclesiae

Matri Ecclesiae Shrine

Matri Ecclesiae-Heiligtum

 

Santuario de todos nosotros – Santuario de la naciente familia de Schoenstatt de Italia

The Shrine of all of us – the Shrine of the growing Italian Schoenstatt Family

Unser aller Heiligtum – und Heiligtum der werdenden italienischen Schönstattfamilie

 

Guardianos salientes: Terezinha y Nivaldo Abram

The first guardians: Terezinha and Nivaldo Abram

Scheidende Wächter: Terezinha und Nivaldo Abram

 

Grupo de peregrinos internacionales

International pilgrim group

Internationale Pilgergruppe

 

En el Santuario

In the Shrine

Im Heiligtum

Fotos: POS Fischer © 2006

 
   

ROMA, Francisco Nuño. "En los últimos años nuestro querido Padre Alberto Eronti escribió y envió a muchos amigos y miembros de la Familia sus reflexiones ("Reflexiones Romanas") sobre algunas experiencias y acontecimientos que él vivió durante su permanencia en Roma y que quería participar a la Familia. Fue un regalo que nosotros personalmente le agradecemos mucho. Pensando en él, me he decidido a escribir yo también sobre mis experiencias personales en Belmonte, Roma. Son apuntes personales que pueden llegar a la Familia". Así presenta Francisco Nuño – que con su esposa Anneliese fueron hasta junio de 2006 los superiores generales del Instituto de Familias de Schoenstatt, y que han sido nombrados custodios del Santuario de Belmonte – la primera edición de sus "Apuntes Romanos". Como las reflexiones romanas del Padre Alberto Eronti fueron publicadas en schoenstatt.de, también lo serán los "apuntes" de Francisco Nuño.

He estado seis días en Roma, desde el viernes 8 al miércoles 13 de septiembre de este año 2006. Ha sido la primera vez que he visitado la ciudad eterna después de concluir el capítulo general de nuestro Instituto, en el que fueron elegidos nuevos superiores generales, y después de que la nueva Dirección de nuestra comunidad confirmara nuestra próxima tarea como custodios del Santuario Matri Ecclesiae y del Centro Internacional de la Familia de Schoenstatt en Roma. ¡Ha sido una vivencia muy especial!

Un tiempo de tránsito en Belmonte

Varios fueron los motivos que me llevaron a Roma. Anneliese se quedó en Schoenstatt. Yo deseaba, en primer lugar, informarme "in situ" del estado de la construcción de la que será nuestra casa durante los próximos dos años. Se llama Casa dell’alleanza e incluye la vivienda de la familia "custodio" así como salas y otros apartamentos para una Hermana de María de Schoenstatt y para algún sacerdote y / o algún invitado al Centro. Por otra parte tenía interés en despedir personalmente a la familia Abram que regresa en este mes de septiembre a Brasil, después de dos años de servicio y entrega al Santuario. Con ellos estaban también durante esos días los Musolino, Rosita y Lito, de Mendoza, Argentina. Los Musolino han venido a Roma para posibilitar a los Abram algunas semanas de vacaciones y su obligada estancia en los días del capítulo general en Schoenstatt. Me cité pues con Don Georg Egle, sacerdote miembro del Instituto de diocesanos de Schoenstatt y responsable por parte de su comunidad de las obras del Centro Internacional de Belmonte. Él tenía previsto estar en Roma los mismos días que yo, y quería enseñarme la vivienda y hablar conmigo sobre nuestro traslado y acomodo en la casa.

Cinco "Custodios" juntos

Me habían informado además que la incipiente Familia de Schoenstatt italiana tenía previsto acudir a Belmonte el domingo 10 de septiembre en su peregrinación anual con motivo del segundo aniversario de la bendición del Santuario, que tuvo lugar hace dos años, el día 8 de septiembre del 2004. Me propuse ayudar a los Abram y a los Musolino en todo lo que concierne a la preparación del Santuario y su entorno para un encuentro de más de quinientas personas, en un día de peregrinación multitudinaria. Así fue como nos juntamos cinco "custodios" alrededor del Santuario. Y fue providencial pues el trabajo requería de manos y corazones dispuestos.

En Roma se respira belleza por doquier.

Bellísimo el Santuario de Roma en Belmonte. Regalado en el año 1965 por la Presidencia General de nuestra Obra al Padre Fundador en nombre de toda la Familia de Schoenstatt, con motivo de sus ochenta años, soñado y anhelado por unos pocos durante casi cuarenta años, y construido por manos romanas hace ahora poco más de dos años. No cabe duda que Roma, la Roma eterna, ha tenido siempre un sentido especial por lo bello y hermoso. El que ha estado en Roma lo sabe: cientos de edificios, iglesias, monumentos, calles y plazas transmiten al visitante un "aire" especial. En Roma se respira belleza por doquier. Y nuestro Santuario de Belmonte en Roma participa de esta maravilla y transmite al peregrino una belleza única por "arte y magia" de pequeños detalles especiales, que hacen de un edificio, de una plaza o de una estatua una obra de arte, un lugar en donde es placentero estar. Manos romanas han hecho posible que nuestro Santuario Matri Ecclesiae en Roma sea una joya luminosa entre los más de ciento ochenta Santuarios de Schoenstatt que pueblan la faz de la tierra.

Anneliese y yo tendremos que cuidar, como hasta ahora lo hicieron Teresinha y Nivaldo Abram, de que este brillo especial no palidezca y siga siendo la "perla de la corona" en el reino mariano del Padre, para la Iglesia y para el mundo entero. ¡Roma, centro de la cristiandad! Y el Santuario de Belmonte en esa Roma eterna, como corazón y fundamento del Centro Internacional de la Familia de Schoenstatt ante el Santo Padre y el Vaticano. Matri Ecclesiae, para la santa madre Iglesia y para la Madre de la Iglesia.

La misión de Belmonte

El acta de una reunión celebrada el 27 de noviembre de 1965 en Schoenstatt nos informa de la tarea que nuestro Padre Fundador vislumbraba para este Centro de Roma: "... Se trata del Santuario y de una casa que oriente y refleje lo que es Schoenstatt para que el visitante pueda darse cuenta que Schoenstatt tiene su razón de ser con relación a su disponibilidad y servicio a la Iglesia. Pensamos en todos aquellos que procedentes de todo el mundo acudan a Roma como corazón de la Iglesia, obispos, sacerdotes y laicos, y que de esta forma tendrán la oportunidad de conocer a Schoenstatt."

El día 2 de febrero de 1966 habla el Padre Fundador con un grupo de jóvenes suizas, postulantes del Instituto de las Hermanas de María. Ellas habían expresado su anhelo por comprometerse de forma especial con el terreno de Belmonte. El Padre les dice en su charla: "¿Qué queremos nosotros aquí? (terreno de Belmonte). Un Santuario. En cierto sentido – no, no solo en cierto sentido – sino muy conscientemente y de forma reflexiva: la Madre de Dios debe preocuparse desde aquí para que la Iglesia universal en sus círculos directivos diga un sí de todo corazón a Schoenstatt, que reconozca a Schoenstatt. Que el Santo Padre y con él toda la santa sede, y más allá, todo el episcopado, digan un sí de corazón a Schoenstatt, y que lo confirmen tal como está en los planes. No un Schoenstatt recortado, un Schoenstatt decapitado. Sino al Schoenstatt original, tal y como nosotros creemos que está en los planes de la eterna Sabiduría y del eterno Amor."

En estos días, escribimos entretanto en septiembre de 2006, han pasado cuarenta años y el Santuario y la Casa dell’alleanza están construidos y esperan a la primera familia que habitará en el mismo Centro, que cuidará del Santuario y de las instalaciones, y que trabajará junto a otros en el terreno que el mismo Padre bendijera por la misión que él pensó para el Centro Internacional de Schoenstatt en Roma. ¡Grandes tareas sobre débiles hombros!

Vivir la solidaridad deseada por el Padre Fundador

Será una experiencia hasta ahora única en nuestra Familia de Schoenstatt: unas pocas personas, miembros de algunos Institutos de Schoenstatt, van a convivir en un mismo Centro y, cuidando su privacidad y originalidad, van a mostrar al visitante lo que es Schoenstatt. Ya en estos seis días que he pasado en Belmonte he podido experimentar el desafío de la tarea. Nos encontramos en un mismo proyecto: sacerdotes del Instituto de los diocesanos (ellos son por voluntad del Fundador los dueños y últimos responsables del Centro), Padres de Schoenstatt, Hermanas de María, señoras pertenecientes al Instituto de Nuestra Señora de Schoenstatt y nosotros, matrimonio miembro del Instituto de Familias. El Centro Internacional de Belmonte será un "laboratorio" expuesto a toda la Familia y aún más allá, en donde viviremos la solidaridad deseada por el Padre Fundador sin ahogar ni prescindir del principio de las tensiones creadoras de vida que el Padre Kentenich puso en la cuna de sus comunidades.

En el día a día vivido en Belmonte con mis hermanos custodios, atendiendo a los peregrinos, limpiando el piso del Santuario, almacenando sillas y mesas, conociendo la distribución de las habitaciones y apartamentos de la Casa dell’alleanza y queriendo complacer a todos los que aportaban sus ideas y deseos, he tomado, por primera vez, el gusto a la inmensa tarea que nos tocará a Anneliese y a mí como matrimonio, la tarea de construir FAMILIA, para mostrar a la Iglesia lo que somos o queremos ser. Estoy contento porque el Padre Fundador entregó al Instituto de Familias de Schoenstatt, nos entregó a nosotros precisamente, esta tarea original de ser y construir familia dentro de la Familia de Schoenstatt.

Fundación de la Filial de los Padres de Schoenstatt

Aquí en Roma, los Padres de Schoenstatt tienen una filial que se acaba de constituir oficialmente hace unos días. Para ello vino a Roma el Padre Juan Pablo Catoggio, superior de la Región del Padre (Argentina, Paraguay y Uruguay), al que saludé y con el que hablé un rato, lo poco que nos permitió el acontecimiento. Los Padres han nombrado al Padre Ludovico Tedeschi, que lleva ya algunos años en Italia, como rector de la filial romana. Son cinco Padres y esperan que la Diócesis les asigne una parroquia. El Padre Ludovico se encarga también por parte de los Padres de la construcción del Movimiento en Italia. Se está comenzando. El mayor número de peregrinos se une alrededor de la Virgen Peregrina, ya presente en diferentes diócesis italianas. Nuestras Hermanas de María (un grupo proveniente de Atibaia, en Brasil) trabaja con mucho éxito con la Mater Peregrina.

El domingo 10 de septiembre llegaron a Belmonte casi quinientas personas para festejar a la MTA en su Santuario. La Santa Misa fue presidida por el Rector del Santuario y desde hace unos meses Arzobispo Metropolita de Oristano en Cerdeña, Monseñor Ignazio Sanna, miembro del Instituto de los Diocesanos de Schoenstatt. Varios corresponsales han escrito y enviado sus reportajes sobre este evento a la redacción de www.schoenstatt.de.

La Hermana Fernanda, de Brasil, trabajará en y desde Belmonte

Todos los miembros de los Institutos presentes en Roma estuvimos implicados en la organización y desarrollo de este día de peregrinación en Belmonte. También la filial de las Hermanas de Vía Aurelia Antica, adonde está el primer Santuario de Schoenstatt de Roma, el Santuario Cor Ecclesiae. Ellas ayudaron también y acompañaron a su nueva Hermana de comunidad, la Hermana M. Fernanda, de Brasil. Esta Hermana ha sido nombrada por su comunidad para trabajar desde Belmonte para el Movimiento de Schoenstatt en Roma. Será nuestra primera vecina en la Casa dell’alleanza. Conocemos desde hace tiempo a la Hermana Fernanda, pues ella ayudó a nuestro Instituto de Familias en Brasil como educadora, acompañando algún noviciado y terciado de nuestras familias. Ella continuará también con la tarea iniciada en la Parroquia de Santa Gemma por la familia Abram.

Durante los días de mi estancia en Roma he podido hablar con ella sobre el futuro de Belmonte, nuestros cometidos y desafíos comunes en la obra del Padre. Ella está también contenta e ilusionada, anhelando que la "provisionalidad" del momento vaya cambiando hacia la "normalidad" necesaria para llevar al frente nuestro trabajo. El arquitecto, los ingenieros y las empresas romanas contratadas tienen aún mucha tarea por delante, antes de que la Hermana y nosotros podamos vivir definitivamente en el Centro y cuidar el Santuario desde la casa en construcción. Gracias a Dios que nuestros hermanos Lito y Rosita Musolino están allí y cuidan del Santuario, también después de que los Abram regresen a su casa de Curitiba, Brasil. ¡Pronto sabremos más!

¡Roma, pronto volveré, y esta vez será, Dios mediante, con Anneliese y nuestros muebles!


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Last Update: 13.10.2006 Mail: Editor /Webmaster
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