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 published: 2006-10-27

Una misión en el mall

Un proyecto misionero en Bellavista

 

Bellavista: Misión en el mall con „cantarito“

Bellavista: Mission in a mall with “Little Jar”

Bellavista: Mission im Einkaufszentrum mit “Krugi”

 

Unas dudas al comienzo...

First some doubts...

Am Anfang gab es einige Berührungsängste...

 
 

Pero creció el entusiasmo con cada hora

But enthusiasm grew with each hour

Doch die Begeisterung wuchs von Stunde zu Stunde

 

Santuarito salió al encuentro...

„Little Shrine“ was also active

„Heiligtumi“ kam auch zum Zug

 
 

Una invitación a visitar

Come and visit me!

Komm mich mal besuchen!

 

Info stand

Info stand

Infostand

Fotos: Hna Beatriz © 2006

 

 

 

CHILE, Hna. M. Beatriz. El sábado 7 de octubre – dentro de la celebración de la semana de la Familia – nos propusimos como Familia de Schoenstatt de Bellavista realizar un proyecto común: "Dar a conocer a muchas personas de nuestra comuna la existencia de nuestro Santuario Cenáculo" como lugar de gracias y de peregrinación permanente.

Después de haber realizado los contactos y obtener los permisos necesarios la administración del Mall Plaza Vespucio autorizó la realización de nuestra "Misión Mall". (es el mall que más vende dentro de Santiago) Contamos con un módulo adentro del mall gratis, desde las 10,30 de la mañana de ese día hasta las 21,30 de la noche y la autorización para repartir volantes.

Santuarito y Cantarito

Como Familia nos preparamos juntando el material que entregaríamos en la misión: mil informativos con las actividades pastorales hasta diciembre de este año, cerca de tres mil volantes con una invitación al Santuario y un mapa para poder llegar sin dificultad, mil galletas en forma de Santuario, un cuaderno regalado por las Hermanas adoratrices para recoger pedidos de oración, globos para los niños y hojas con una pequeña catequesis e invitación para visitar el Santuario. Además llevamos dos disfraces que fueron las estrellas de toda la misión: Santuarito y Cantarito (los disfraces del Santuario y el ánfora del Capital de Gracias) y por supuesto imágenes de la Mater para ser puestas en el módulo: en el frente y en cada costado. Ella estaría muy presente junto a sus misioneros.

El sábado fuimos al Santuario para realizar nuestra oración de envío y partimos con tres autos cargados con el material.

Allí nos esperaban algunos misioneros del primer turno de la mañana. Rápidamente nos pusimos los petos que nos identificaban y comenzamos con nuestra experiencia de misionar en medio del mall.

La experiencia de misionar en un centro de compras donde nada habla de lo religioso

La experiencia de misionar en un centro de compras donde nada habla de lo religioso y de la presencia de Dios, fue un gran impacto para la gente. Pudimos llegar a muchas familias que andaban de compras o de paseo, matrimonios, señoras, jóvenes y niños. Nadie se esperaba que en medio de las tiendas, pasillos y patios de comida aparecieran Santuarito y Cantarito acompañados por misioneros con petos amarillos que entregaban la información sobre el Santuario, algo sobre su misterio, sus actividades, su localización.

El asombro de las personas era total al ver estos personajes llamativos, acogedores, capaces de regalar una vivencia de amor a y por Dios; una familia espiritual que estaba dispuesta a rezar por las necesidades que quisieran confiarnos.

Para nosotros como misioneros del Santuario fue una experiencia maravillosa al sentirnos instrumentos de nuestra Madre y Reina, Ella nos necesitaba y usaba para llegar a muchos de sus hijos. Volvimos a experimentar la realidad de la Alianza de Amor al sentirnos una sola familia: cada una de las ramas aportó su colaboración y estábamos pendientes de las necesidades de cada uno para que todo fuera como la Mater lo hubiera realizado. Concretamente nos sentimos instrumentos en las manos de María; ese día a Ella le perteneció todo nuestro ser, nuestros ojos acogieron a tantas personas, nuestros oídos atendieron las necesidades que se nos confiaron, nuestra lengua anunció el misterio del Santuario y sobre todo nuestro corazón quiso latir lleno de amor por la misericordia de Dios en la elección de cada uno de nosotros y por el inmenso regalo de ser parte de nuestra Familia de Schoenstatt.

Les vengo a ofrecer algo que no van a encontrar en el mall

"¡Hola! le vengo a ofrecer algo que no va a encontrar en el mall: ¡lo invito a rezar en el Santuario!... ¡Está a sólo unos pasos de acá!" Así saludamos a muchas personas y un montón de corazones, dispuestos a escuchar ofertas de liquidación, volcaron su mirada hacia los ojos de Jesús y de María. Muchas veces la gente miraba de reojo; algunas veces con un sentimiento de esperanza; otras veces con la frialdad que se suele encontrar en un lugar como este". Así cuenta Félix Farfán de su experiencia es ese día inolvidable. Sigue: los jóvenes se hicieron parte de esta misión. Muchos pioneros, con ganas de dar vueltas por el mall junto a Santuarito y Cantarito y entregar volantes. También los universitarios, unos pocos "dudosos" en cuanto a los frutos que podían lograrse (y que al final quedaron extremadamente contentos), pudieron vivenciar la hermosa tarea de presentar el Santuario de Bellavista como un lugar donde cada corazón podría vincularse aún más con los corazones de Jesús y María.

Una familia que sale a las calles para compartir su alegría

La idea no fue presentar solamente el Santuario como un lugar. No. La idea fue testimoniar la vida que genera nuestro lugar de gracias. La vida que se genera con los matrimonios, hombres, señoras y la juventud. Toda una Familia en torno a María; una Familia alegre que vence el miedo y la timidez y que sale a las calles o a los pasillos de un mall.

Los volantes y las estampitas comenzaron a escasear tempranamente, pero eso no fue limitante para que se continuara con la misión. Con lo que quedaba, se informaba de lo que estábamos haciendo. Incluso no faltó la persona que nos quería dar una "cooperación voluntaria". Pero no íbamos a eso. Aunque, en vez de capital ($), le pedimos sus intenciones para rezar y ofrecer al capital de gracias.

En un lugar de La Florida, Maria y Jesús los esperan

Las galletitas con forma de Santuario fueron un gancho increíble. "¿Cuánto cuestan?", preguntaron varias personas. "Nada, es un regalo" era nuestra respuesta, acompañada de una explicación breve de por qué tenía forma de Santuario y de la invitación que queríamos hacer. ¡Cuántas personas escucharon atentas y agradecieron sinceramente las palabras que compartimos! ¡Cuántas personas saborearon una galletita que le recordó al corazón que, en un lugar de La Florida, María y Jesús los están esperando!

Tanto queda por hacer… Mas, ya se están dando pasos misioneros que buscan llenar, con el amor de Dios, el corazón y las almas de tanta gente que necesita escuchar sus llamados. Sus llamados a través de nosotros, a través de nuestra Reina entre muchos carteles de "Liquidación".

 

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Last Update: 27.10.2006 Mail: Editor /Webmaster
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