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 published: 2006-10-31

Su corazón se encendía al hablar de Schoenstatt o de su Santuario Hogar

Recordando a Mae Wacker, miembro de los matrimonios pioneros de Milwaukee

 

Mae Wacker, del grupo pionero de matrimonios en Milwaukee, falleció el 20 de octubre

Mae Wacker, of the Pioneer couples in Milwaukee, died October 20

Mae Wacker aus der Gruppe der Pioneer Couples in Milwaukee, starb am 20. Oktober

 

Mae Wacker en la celebración del centenario de Gilbert Schimmel

Mae Wacker at the centenary of Gilbert Schimmel

Mae Wacker  bei der Feier zum 100. Geburtstag von Gilbert Schimmel

 
 

„El libro de oro“ como torta, contribución de la familia de Mae Wacker en el centenario de Gilbert Schimmel

The Golden Book cake submission for the cake bake off . Made by Mae's family.

Das “Goldene Buch” als Torte. Beitrag von Mae Wacker und Familie zum 100. Geburtstag von Gilbert Schimmel

 

Rezando el rosario en la tumba de Gilbert Schimmel

Mae Wacker leading the rosary at the Schimmel grave.

Mae Wacker betet den Rosenkranz vor, am Grab von Gilbert Schimmel

Fotos: Jentz © 2006

 

 

 

USA, Chrsti Jentz/Sandy Baum. Mae Wacker, famosa pionera schoenstattiana de los Estados Unidos, miembro de la generación fundadora, falleció el 20 de octubre del 2006, a los 97 años de edad. Sandy Baum, amiga de toda la vida que cuidó de ella durante muchos años, comparte sus recuerdos sobre Mae y lo que ella significó para los integrantes de la familia de Schoenstatt que la conocieron.

Justamente en estos días pensaba qué podría decir de Mae si alguien de pronto me preguntara sobre ella. Tengo tanto que contar que hasta podría escribir un libro. Cuando iba de camino a visitar al Santísimo, vino a mi mente una inspiración. Nada mejor que la pequeña consagración - "Oh Señora Mía, Oh Madre Mía" – para describir a Mae. La Madre Tres Veces Admirable quiere que seamos sus ojos, sus oídos, su lengua y su corazón, que nos entreguemos por entero a Ella. ¡Mae fue todo eso! Ella vivió su Alianza y se entregó por entero a la Mater.

Ya que soy todo tuyo, Mae entregó sus ojos

Ella captó la grandeza de la Madre Tres Veces Admirable y lo que su amor maternal puede hacer por nosotros, tan sólo con decirle: "nada sin Ti, nada sin nosotros". Mae pudo percibir, en parte, con sus ojos la visión que tenía el Padre Kentenich sobre su misión. Y ella también quiso llevarla a cabo. A partir de esta percepción, Mae se transformó en un faro encendido por la misión de Schoenstatt.

Sus oídos

Mae estaba siempre atenta a nuestros pedidos de ayuda o pedidos de oración. Los llevaba al Santuario y se los entregaba a la Mater.

Su lengua

Mae trataba siempre de dar una palabra de ayuda a todos. Nos decía: "Pónganlo en manos de la Mater, y yo rezaré por ello" o "Pondré sus nombres en el libro de oro".

Mi corazón

El corazón de Mae estaba unido al de Jesús y María y abierto al corazón de todos. Estaba unida al Padre Kentenich de corazón por la misión de Schoenstatt. Mae quería aportar su granito de arena y dejaba el resto en manos de la Mater. Estaba plenamente convencida de que Ella se ocuparía perfectamente de todo.

La lámpara del Ver Sacrum, símbolo de su Santuario Hogar

Mae fue luz para todos, en su fe, en su bondad, en su dedicación y en su servicio. Ella se encendía al hablar de Schoenstatt o de su Santuario Hogar. Le encantaba compartir cosas sobre sus grandes amigos Gilbert Schimmel y su esposa Joanna, a quien extrañaba profundamente. Pero más que nada, con respecto a Gilbert, creía al igual que el Padre Kentenich que un día Gilbert llegará a ser reconocido como santo. Creía también en su intercesión y durante 43 años trabajó por su causa de canonización. En sus últimos días me aseguró que seguiría rezando por el proceso de Gilbert Schimmel, y por todos nosotros, cuando llegara al cielo. Estaba feliz de haber podido participar de la celebración del centenario de Gilbert, que tuvo lugar el año pasado, y de la novena de Gilbert impulsada por la Fundación Schimmel. Eligió el día domingo para rezar la oración de canonización, y como todos los días eran domingo para Mae, la rezaba a diario. ¡Se sentía tan entusiasmada!

El sábado por la mañana, antes de su infarto, Mae fue a la iglesia con su amiga Geraldine. Geraldine la llevaba a misa cada vez que podía. Para que Mae pudiera recibir el cuerpo de Cristo. Por lo general había que ayudarla a caminar hasta su lugar. Pero ese día recorrió sola el pasillo, sin necesidad de ayuda, para ir al encuentro del Señor.

El 20 de octubre de 2006, Día de Acción de Gracias en Schoenstatt, 60° aniversario de la coronación de la MTA como Reina del Universo por parte del Padre Kentenich, Mae emprendió viaje hacia la vida eterna. Ahora se encuentra en brazos del Padre, por el resto del camino.

Como buena Madre que es, Ella guardó y defendió a Mae, como instrumento y posesión suya…

La Madre Tres Veces Admirable cuidó de Mae. Sin duda Mae coincidiría en que "la madre cuida perfectamente". Siempre recordaré a Mae y atesoraré los momentos que compartí con ella. Recuerdo con mucho cariño su amor y preocupación por mi familia y por mí. Guardaba siempre todos nuestros problemas personales en su corazón y los depositaba en su santuario hogar. Decía: "Los pondré en el libro de oro", que significaba que rezaría por ellos. Uno se daba cuenta al instante de que ella rezaba. Mae siempre me aceptó tal cual soy, con todas mis faltas y defectos. Me amaba. Ella era todo para mí en tantos sentidos. Me enseñó sobre la vida, a ser paciente, a hacer oración.

En sus últimas semanas de vida, me decía cada día: "Te quiero, Sandy, sos tan maravillosa"… "¡Qué bien se te ve!"… "Te necesito". Me daba besos, rezaba conmigo, cantábamos juntas, me tomaba de la mano simplemente para decirme que estaba conmigo. Qué regalo inmenso fue para mí y para todos nosotros. La voy a extrañar un montón pero podemos recurrir a ella cada vez que necesitemos su ayuda. Sigue siendo una luz para todos nosotros. Te amo, Mae, que la Mater y todos los ángeles te acompañen siempre y te protejan. Dios te bendiga, fuiste fuente de alegría en mi vida y lo seguirás siendo.

Que pueda repetir, junto con Gilbert Schimmel y los matrimonios pioneros que han regresado a la Casa del Padre, el lema que el Padre Kentenich le dio al grupo para saludarse entre ellos:

Patris atque Matris sum nunc et um perpetuum, vivat sanctuarium!

Traducción: Varsha Ludhani, Ecuador /mca, Argentina


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Last Update: 01.12.2006 Mail: Editor /Webmaster
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