Grandes conquistas a partir de una pequeña iniciativa

Penny Power – el poder de las moneditas

USA, Ann Dentice. Fue en una peregrinación de tres días a la República Dominicana, en 1993, que nació el Penny Power ... (el Poder de las moneditas) Ann Dentice comparte cómo comenzó y fue extendiéndose el Proyecto "Penny Power", una iniciativa para ayudar al Centro de Nutrición de las Hermanas de María de Schoenstatt en la República Dominicana, que aporta un monto anual de US$ 16.000.

Cuenta Ann Dentice: El viaje no estaba en mis planes sino que se dio a través de una invitación repentina que me hizo María Stadelmann. Me preguntó si quería sumarme a ella y María Sommeraur (ambas de Milwaukee) en una peregrinación de tres semanas. La única razón por la que sopesé esta invitación fue que recordé que hace tiempo la Hna. Thomasine dijo que sería bueno que fuera a la República Dominicana. Hablando con mi nuera finalmente conseguí un pasaje de avión muy económico. En cuanto a mi trabajo, no había problema ya que siempre tomo mis vacaciones en Semana Santa. ¡Evidentemente era cosa de la Divina Providencia! ¡La Madre cuida perfectamente!

Una visita que cambió mi vida

Este país isleño es una belleza realmente, con su mar Caribe de un azul transparente, sus arenosas playas, sus palmeras, sus flores que florecen por todos lados, en pocas palabras: ¡un paraíso tropical! Ver la pobreza extrema que convive en medio de ese paraíso me provocó un shock cultural que nunca olvidaré. Afortunadamente para mí, la Hermana Janice, que trabajó largos años en este país al servicio de los pobres, compartió conmigo su experiencia y sabiduría. No recuerdo todo lo que me dijo, pero en resumen fue que "el Padre Dios tiene el mundo entero en sus manos" y que "¡es mejor encender una vela pequeña que maldecir la oscuridad!".

El Centro de Schoenstatt en La Victoria es modesto, atendido con mucho amor, y está situado en medio de un paisaje lindísimo. La capillita, el Santuario de la Madre tres veces Admirable de Schoenstatt es el punto central. Algunas vecinas de la localidad acuden allí todas la mañanas para barrer el pasto que se junta alrededor del Santuario. (La "barrida" con escobillones de cerdas hechas de plantas nativas resecadas es la forma más efectiva de recoger las hojas caídas) ¡Todo el mundo ahí se siente tan orgulloso de su oasis espiritual! La gente que conocí era de lo más calida y acogedora. Fue un placer compartir parte de mi tiempo con ellos.

Nuestra visita al Centro Nutricional Niño Jesús no es fácil de describir. Es un lugar donde se atiende a los niñitos pobres, un lugar traspasado de amor y de esperanza. La realidad es que muchos de estos niños morirían si no existiera este centro.

Mi fugaz estadía de tres días estuvo colmada de impresiones y aventuras.

El día que partí de la República Dominicana le pedí a la Mater que jamás permita que me olvide de lo que había visto en este viaje, y que me muestre qué hacer con esta experiencia. Y la MTA no perdió el tiempo.

Lo maravilloso de esta iniciativa es su simplicidad

La Hermana Jacoba (actual Superiora General de las Hermanas de María) sugirió que reuniera a un grupo de schoenstattianos que aportaran ideas de cómo ayudar a las Hermanas de La Victoria a llevar adelante su misión con los pobres. Mi hija. Laurie Gomez, nos dio dos ideas para recaudar fondos: ferias americanas y alcancías.

Las ferias tuvieron un éxito impresionante, expandiéndose año a año hasta recaudar en la cuarta feria que hicimos más de US$ 3000. Sin embargo, ¡estas ferias descomunales significan a su vez un dolor de cabeza descomunal, y provocan un estrés descomunal!

Por lo tanto concentramos todos nuestros esfuerzos en las alcancías. Lo maravilloso de esta iniciativa es su simplicidad. Todos pueden colaborar. Sólo se necesita una alcancía para que la gente deposite sus monedas, y una vez llena se entrega. Hay gente que va más allá de lo establecido y lleva la alcancía a su lugar de trabajo o se las da a los hijos. Algunos incluso las han colocado en comercios de gente amiga. En cada estado, hay gente que se encarga de recolectar las alcancías, contar el dinero y enviar los cheques.

Penny Power se ha convertido en un apostolado maravilloso, gracias a los más de 600 colaboradores dispersos en 23 estados y en Nueva Zelanda. ¡Nuestro aporte anual llega hoy día a más de US$ 16000!

Podemos cambiar el mundo

Contamos con un boletín para mantener informados a todos y motivarlos a seguir adelante con esta tarea de caridad. Las noticias compartidas apuntan a lo central: ¡cada monedita vale!

El material de este boletín lo aportan varias señoras jóvenes que desde hace tiempo trabajan en la República Dominicana, por las Hermanas destinadas allí y por los integrantes del Penny Power que escriben compartiendo sus experiencias y comentarios.

Nuestra Comisión Directiva, siempre fiel y entusiasta, se reúne para etiquetar las alcancías, enviar los boletines y abrir las alcancías cuando hace falta. Ralph y Marlene Meiers se encargan del reparto de alcancías, Mary Fahl junta las monedas, la Hermana Marihedwig, que hace de enlace con las Hermanas de María, lleva el dinero al Banco del Estado de Waukesha para ser contabilizado y transferido a la Hermana Andrea en La Victoria.

Lo mejor de todo es el espíritu de familia que se generó con este apostolado. ¡Estamos sumamente agradecidos por tantas bendiciones que la Mater ha derramado sobre cada uno de nosotros a raíz de esta iniciativa!

Para solicitar una alcancía, ponerse en contacto con Ann: adentice@wi.rr.com

Traducción: mca, Argentina