¡Todo ha cambiado!

Cambrai, 1º y 2 de julio de 2006: peregrinación habitual de la Federación de mujeres, pero esta vez, ¡todo ha cambiado!

La cruz del memorial The cross at the memorial Kreuz am Memorial
Ermita en  Eswars Wayside shrine in Eswars Gedenkstätte in Eswars
Campo donde murió José Engling Field where Joseph Engling died Das Feld mit der Todesstelle von Josef Engling
Fuego Fire Englingfeuer
Cambrai – una responsabilidad de toda la familia Cambrai – a challenge for the entire family Cambrai – eine Verantwortung der ganzen Familie Fotos: bps  © 2006

ALEMANIA, bps. Todos los años la Federación de mujeres de las diócesis de Colonia, Aquisgrán y Essen, hace una peregrinación a Francia, al lugar donde murió José Engling. Cambrai y Eswars son bastante familiares para nosotras, y aquí nos conocemos bien, eso al menos pensamos. Pero en este fin de semana todo fue muy distinto.

Antes de que partiéramos el sábado por la tarde, para recorrer el camino que hizo José Engling hacia el lugar de su muerte, debimos preparar nosotras mismas la leña en la pira de José Engling (¡Cómo lo extrañamos al Sr. Pablo Hannappel, el Hermano de Maria incansable guardián de Cambrai durante décadas, que por razones de salud y de edad no pudo continuar con su tarea!. Él escribió un ameno libro sobre José Engling, "Nuestro hermano mayor", en el que se trasunta el gran amor del Sr. Hannappel por José y por Schoenstatt).

Pusimos la leña cerca de la casa de las Hermanas junto con algunos diarios viejos. En el taller del Sr. Hannappel descubrimos algo que olía como nafta. Lo llevamos y más tarde rociamos con eso la leña (el año que viene llevaremos un encendedor de cocina). ¡Qué sería una peregrinación a Cambrai sin encender la pira de José Engling! ¡Tampoco podríamos apagar después ese fuego!

No teníamos fósforos, ni mecha, realmente nada de nada.

Como llegamos a la pira poco antes de la puesta del sol, rociamos la leña con la nafta, en lugar de una antorcha, que buscamos en vano en el taller del Sr. Hannappel, plegamos una hoja de diario para hacer una mecha para poder encender el fuego con ella. ¡Pero no teníamos fósforos! Por suerte una de nosotras tenía una caja en su cartera. La vació totalmente hasta que por fin pudo encender la hoja de diario y con ella la leña... (Como es sabido, en Cambrai siempre hay viento)

Después que quemamos nuestras cartas a José Engling y algunas otras cosas y que admiramos la bella puesta de sol, podíamos ir a la casa y en una amable ronda, "apagar el fuego de José Engling", como decía el Sr. Hannappel cuando compartíamos una cerveza.

¿Se ocupará el viento de ello?

Este año nos alojamos en la casa de las Hermanas de María. Pero no fuimos las únicas. Las demás habitaciones estaban ocupadas por los participantes de la vuelta de Le Mans. Desde hace años la juventud de Paderborn sigue en bicicleta las huellas de San Liborio entre Le Mans y Paderborn y a la inversa.

Desde que la Casa San Huberto no está disponible para pernoctar (hubo que cerrarla por razones de seguridad), la casa de las Hermanas es la única que ofrece esta posibilidad.

Aquí están solamente la Hermana Michela, y Dominique, una joven francesa, para atender a los peregrinos, la casa y el Santuario y están siempre disponibles como contacto con Schoenstatt. Durante el mes de julio una familia se hizo cargo de atender el Santuario por dos semanas.

El domingo por la noche, cuando ya hacía rato que estábamos de vuelta en casa, nos dimos cuenta de que no limpiamos las cenizas que quedaron en la pira ¿se ocuparía el viento de ello? ¡Cómo se añora la presencia atenta y diligente del Sr. Hannappel! ¿Quién tomará la posta?

Traducción: aat, Argentina