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 published: 2006-07-11

Las mujeres: entre los hijos y su carrera

La conferencia "¡Mucho amor! Esto es lo que realmente necesitan las madres y los hijos" ofreció propuestas de soluciones

 

Corinna Runge, conferencista en la presentacion de „Signo de Luz“

Corinna Runge, speaker in the presentation of “Sign of Light”

Corinna Runge, Referentin bei der Vortragsreihe von “Lichtzeichen“

 

Prof. Dr. Helmut Müller

Prof. Dr. Helmut Müller

Prof. Dr. Helmut Müller

 

Prof. Müller con la conferencista, su estudiante

Prof. Müller with the speaker, his student

Prof. Müller mit der Referentin, seiner Studentin

 

Ulrike Eichenberg, presidente de „Signo de Luz“

Ulrike Eichenberg, president of „Sign of Light“

Ulrike Eichenberg von “Lichtzeichen”

Fotos: Frank © 2006

 
 

SCHOENSTATT, Stefanie Frank. En la política actual de Alemania abundan las discusiones sobre la familia. Continuamente se nota que en nuestra sociedad las mujeres deben decidir entre los hijos o su carrera. Ambas opciones a la vez, se dan hoy en día raras veces, pues Alemania no está aún preparada para combinar los hijos con la carrera. La Asociación "Signo de Luz" (una fundación de la rama de madres) organizó una serie de conferencias sobre el tema "¡Mucho amor! Esto es lo que realmente necesitan las madres y los hijos". Esta Asociación se ocupa exitosamente desde fines de 2002, en ayudar a las mujeres en situaciones conflictivas durante y después del embarazo. La expositora de esta conferencia, que se dictó el 8 de julio en la Casa Padre Kentenich en el Monte Schoenstatt, fue Corinna Runge, candidata a profesora para escuelas primarias y secundarias, cuyo trabajo para el examen estatal versó sobre "El feminismo católico de Janne Haaland Matláry", politóloga noruega.

Corinna Runge, casada y madre de un niño de 14 meses, en su trabajo para el examen final se planteó, entre otras, la pregunta: "¿Qué significa la emancipación femenina? ¿Qué lugar ocupan los hijos en esta cuestión?"

Para aclarar esto, la Sra. Runge expuso en su conferencia el origen de la cuestión femenina en la historia. Por un lado, se trata de una estricta delimitación, existente "desde siempre", del campo de acción de la mujer: ella tenía que ocuparse de los hijos y de la casa. Los trabajos fuera de la casa le correspondían a los hombres. Por otro lado, las mujeres por largo tiempo no tenían derecho a votar ni a educarse, lo que hoy es un derecho incuestionable.

A principios del siglo pasado comenzó la lucha de las mujeres para conseguir algunos derechos fundamentales. En el curso de los años 70 surgieron las "más radicales formas del feminismo", el feminismo que pretende la total igualación con el varón. Y sus resultados "evolucionaron (... ) en una dirección equivocada".

La subdivisión del género humano en hombres y mujeres se consideró poco importante, la única diferencia entre los sexos estaría en los órganos de la reproducción.

A partir de entonces, ser mujer fue considerado "una carga inaceptable"; las feministas radicales criticaban a todos los que esclarecían la diferencia entre el hombre y la mujer. En consecuencia la maternidad y la familia pasaron a ser despreciables. Una demanda central de esta corriente fue el derecho de la mujer a hacer lo que quisiera con su "propio" cuerpo y por lo tanto el derecho al aborto. Por lo tanto los hombres quedaron excluidos de la decisión de tener o no un hijo: "Ningún derecho, ninguna obligación".

A pesar del cambio del tiempo, tales demandas e ideas siguen aún vigentes en nuestra sociedad. "La sustitución de la familia tradicional, así como la autodeterminación sexual, tienen como consecuencia que la cantidad de abortos crezca continuamente, que se destruya la estructura familiar y que disminuya continuamente la cantidad de niños en el mundo occidental", dijo la Sra. Runge.

El feminismo católico

Esta joven señora ve una alternativa en el feminismo católico. ¿Un feminismo católico? ¿No es una contradicción? Así lo parece, pero mirándolo de cerca se ve que "feminismo" no debe ser automáticamente antónimo de "católico". Esta forma del feminismo, acuñada por la politóloga noruega Janne Haaland Matláry, madre de cuatro hijos, se considera como algo totalmente contrario al feminismo de la total igualación con el varón. El feminismo católico tiene como actitud fundamental la "diferencia natural de los sexos, dada por Dios, pero que sin embargo tienen la misma dignidad y el mismo reconocimiento de sus personas", explica la Sra. Runge. El feminismo católico aborrece el asesinato de los niños, pues "todo ser humano debe – como persona – ser respetado desde el primer instante de su existencia".

¿Qué significa esto con relación a la familia y a la maternidad? ¿Qué necesitan hoy las madres y sus hijos?

El feminismo católico prevé que las mujeres sean conscientes de sus "fortalezas femeninas" y que finalmente sean reconocidas en la sociedad por su servicio al bien de la familia, y no en último término, al bien de la sociedad. Entonces la mujer hará también un aporte a la sociedad mediante la educación de los niños. "La madre es, al fin y al cabo, la que educa a sus hijos transmitiéndoles los valores cristianos para hacerlos buenos ciudadanos, que además serán los contribuyentes de mañana", dijo la Sra. Runge.Esta reflexión se debe a la actual dificultad en varios países con baja natalidad para sostener las jubilaciones de los mayores

No obstante, no deben de ninguna manera desatenderse la profesión y la carrera, pues la Sra. Matláry ve a la vida de una mujer repartida en tres esferas: la familia, el trabajo remunerado y la actividad política. Individualmente, cada mujer puede repartir su tiempo libre entre estas áreas y mantener sus propias preferencias. También Corinna Runge afirma que "para poder poner en práctica esta ideología", es mucho lo que se debe cambiar en "la política y la sociedad".

"A la necesaria reorientación de la sociedad debe seguir finalmente una reorganización (...) Mejores horarios de trabajo, licencia paga por maternidad, un sueldo general para las amas de casa y las madres educadoras, como también amplias ofertas de asistencia infantil para las mujeres profesionales, serían ya algunos pasos en la dirección correcta", dijo finalmente la Sra. Runge.

Los hijos y la carrera

Con tales transformaciones, las mujeres no tendrían que elegir entre los hijos y la carrera, sino que sería posible decidirse por ambos, sin desventaja para los hijos. "Lo mismo debe valer para los padres".

Quizás también debería garantizarse con esto que las mujeres a la larga no vean el aborto como una "solución estándar", sino que se decidan conscientemente por los hijos.

También Corinna Runge ha creado este juego de equilibro entre los hijos y la profesión y ya ahora encarna esta idea.

El Dr. Helmut Müller, tutor académico de la Sra. Runge en la elaboración de su examen, formuló con exactitud: "La generación Runge está viva"

Finalmente queda solo la pregunta ¿cómo se puede cuidar que tales ideas no caigan de nuevo en el olvido y que también sean informadas otras mujeres (y hombres) sobre este tema?. A esto respondió Ulrike Eichenberg, responsable de la organización "el goteo continuo perfora la piedra. Se debe hablar sobre esto, conversar sobre ideas motivadoras: siempre algo queda en la gente..."

Traducción: aat, Argentina


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