Nachrichten - News - Noticias
 published: 2006-06-28

Mons. Reinhard Marx juega de local

Peregrinación diocesana de Tréveris: salir de una Iglesia sedentaria y marchar hacia una Iglesia peregrina es toda una ganancia

 

Un ramo de flores y una bandera de Schoenstatt: Mons. Marx ofrece lo recibido a la MTA

A bouquet of flowers and a Schoenstatt flag: Bishop Marx presents his welcome gift to the MTA

Ein Blumenstrauß und eine Schönstattfahne: Bischof Marx gibt sein Willkommensgeschenk gleich an die MTA weiter

 

Chicas de la diocesis de Treveris con las nuevas banderitas de Schoenstatt

Girls from the diocese of Trier with the new Schoenstatt flags

Mädchen aus der Diözese Trier mit den neuen kleinen Schönstattfahnen

 
 

Peregrinando del Santuario Original a la Iglesia de los Peregrinos

Pilgrimage from the Original Shrine to the Pilgrims’ Church

Pilgerweg vom Urheiligtum zur Pilgerkirche

 

Santa Misa con Mons. Marx y 12 concelebrantes

Holy Mass with Bishop Marx and 12 concelebrants

Heilige Messe mit Bischof Marx und 12 Konzelebranten

 

Chicos teatralizando el evangelio

Children playing the scene from the gospel

Kinder stellen das Evangelium spielerisch dar

 

Predica de Mons. Reinhard Marx

Sermon of Bishop Reinhard Marx

Predigt von Bischof Reinhard Marx

 

Bendición de niños

Blessing of children

Kindersegnung

Fotos: POS Fischer © 2006

 

Caminar y meditar en Monte Sion

Meditative Walk on Mount Sion

Meditatives Wandern auf der Höhe von Berg Sion

Foto: POS Brehm © 2006

Albúm de fotos – photo album – Fotoalbum

 
   

SCHOENSTATT, mkf. A la Iglesia europea se le presenta un cambio radical tan profundo como el que se dio en el tiempo de Constantino: tal como entonces una Iglesia perseguida se tornó en una Iglesia establecida, hoy día una Iglesia establecida se transforma en una Iglesia peregrina. Fueron las palabras de Mons. Dr. Reinhard Marx en su homilía, ante más de mil peregrinos de la diócesis de Tréveris. Evidentemente tuvo el privilegio de "jugar como local" en Schoenstatt, lugar de peregrinación tan querido por él. En la Santa Misa que prepararon con mucho dinamismo los jóvenes schoenstattianos, Mons. Marx convocó a todos a trabajar animosamente en la transformación de una Iglesia establecida –sedentaria– en una Iglesia en movimiento, en una Iglesia peregrina.

"Si termina en un empate, se define por penales, ¡qué desastre!". El chico de unos 14 años sólo ha escuchado -de todo lo que dijo el Padre Alexander Dinsberg, Pallottino, a modo de saludo- algo de que "aquí no hay lugar para vencedores ni victoriosas". Con lo que no estaba para nada de acuerdo, por lo que con los ojos chispeantes le dijo a su amigo: "Imagínate si salimos campeones del mundo, ¡y Klinsi, Poldi y Klose peregrinan a Schoenstatt! ¿Cómo que aquí no hay lugar para ellos si ganan? ¡Qué pavada! Vamos, vamos Alemania...". Obviamente, antes tienen que salir campeones, pero tan sólo la idea ya les fascina a estos chicos. Llevar consigo una bandera –último grito de moda entre los alemanes a partir de este mundial- es algo que han hecho muchos de los peregrinos en esa mañana de domingo tan soleada... Banderas de Alemania en los autos, banderas de Schoenstatt en las manos mientras se encaminan desde el Santuario original a la iglesia de peregrinos.

Un ramo de flores y una bandera para María

Al comienzo de la Santa Misa, el Asesor del Movimiento Popular de Peregrinos, P. Franz Widmaier, le regaló al obispo de Tréveris un ramo de flores y una pequeña bandera de Schoenstatt. Este, sin vacilar, se dirigió inmediatamente con su regalo de bienvenida hacia la imagen de la Madre, Reina y Victoriosa tres veces Admirable de Schoenstatt y le entregó ambas cosas. "He sido invitado por amigos", expresó con alegría Mons. Reinhard, parafraseando el lema del mundial: El mundo entre amigos. "Casi como en un mundial, ustedes, la hinchada de Dios, peregrinaron no sólo a los estadios, sino que peregrinaron a Schoenstatt para celebrar su fe en común, conmigo y con toda la Iglesia", dijo el obispo. Y agregó: "Ustedes dan testimonio de nuestra fe y de la vitalidad de la Iglesia".

La juventud schoenstattiana animó musicalmente la Santa Misa, con mucha energía. La excelente acústica de la iglesia de peregrinos contribuyó a realzar su aporte. Los niños representaron, después del evangelio, la tempestad en el mar, a la par que participaron más de una vez en la celebración: por ejemplo, después de la comunión recorrieron las filas con canastitos, recogiendo las esquelas para depositar en las tinajas.

"Una frase del Padre Kentenich que me ha emocionado mucho"

Al comenzar la Eucaristía, Mons. Reinhard Marx afirmó que una frase del Padre Kentenich leída hace algunos años lo ha movilizado mucho. Son palabras que se refieren a la transformación de la Iglesia: el paso de una Iglesia aburguesada y sedentaria a una Iglesia peregrina. Para él, dijo Mons. Marx, estas palabras interpretan al cambio actual de la Iglesia, con el que se encamina hacia una reforma estructural. El Movimiento de Schoenstatt, retomó nuevamente en su homilía, tiene una gran riqueza para aportar a este cambio y es este aporte el que espera él personalmente del Movimiento.

El lema de esta peregrinación fue "¡Vayamos juntos!", expresando justamente esta vitalidad. "Han escogido muy bien el lema para su peregrinación, con el cual ponen de manifiesto que una fe viva y la Iglesia deben de confrontarse siempre con los desafíos de la época", destacó el obispo de Tréveris. En la homilía tomó las palabras del Padre Kentenich, fundador de Schoenstatt, al decir que la Iglesia sedentaria, estática, debe transformarse en una Iglesia peregrina. "Nosotros no sabemos dónde estará nuestra Iglesia dentro de 50 años, pero podemos estar seguros de que Dios nos guiará a nosotros y a su Iglesia", dijo el obispo. Como cristianos, no debemos dejarnos invadir por el temor en medio del mar tormentoso, dijo Mons. Marx: "Jesús nunca duerme y jamás nos deja solos". Sin embargo, las parroquias, los movimientos y cada cristiano no deben perder de vista lo central de la fe. "Jesucristo es el centro de nuestra fe y a través de nuestra oración diaria y de la Eucaristía podemos estar en contacto con Él y con su Padre".

Mons. Marx está plenamente convencido de que esta relación vivifica a la Iglesia y reanima de nuevo la fe de muchos hombres. "En todo caso debemos dar testimonio y permanecer en diálogo con los demás", dijo, animando a los fieles. La Sma. Virgen, a quien aquí en Schoenstatt se venera de manera especial, es la mejor compañera. El obispo se dirigió también a los niños y a las familias jóvenes. "Los animo a vivir su fe en familia, a rezar juntos y a crear así un verdadero fundamento para su vida familiar", les dijo. Al final de la Santa Misa hubo una sorpresa muy linda y especial para padres e hijos: Mons. Marx bendijo personalmente a cada niño.

Un día de sol en Schoenstatt

A la tarde los peregrinos se repartieron entre las innumerables y variadas actividades que se ofrecían en el Monte Schoenstatt. Tomaron café a la sombra de los árboles frutales que hay delante de la cafetería de la Hermana Astrid, un placer en esa tarde calurosa y húmeda; o disfrutaron también cantando con la Hna. Ángela cerca de la cafetería. Los puestos de información fueron muy visitados: siempre hay algo nuevo para descubrir. Los paseos de meditación con la familia Brehm atrajeron a una buena cantidad de peregrinos en el Monte Sión y el Monte Moriah, como también la posibilidad de conocer más de cerca la vida de los grandes personajes de Schoenstatt que pueden ser una orientación para la propia vida de fe.

El soleado día de peregrinación culminó con una alabanza a María y bendición en la Iglesia de la Adoración, en el Monte Schoenstatt. Nuevamente la juventud schoenstattiana se encargó de la animación musical.

Traducción: aat, mca, Argentina


Zurück/Back: [Seitenanfang / Top] [letzte Seite / last page] [Homepage]

Last Update: 30.06.2006 Mail: Editor /Webmaster
© 2006 Schönstatt-Bewegung in Deutschland, PressOffice Schönstatt, hbre, All rights reserved, Impressum