El domingo: tiempo para ti, tiempo para mí, tiempo para Dios.

El Movimiento de Schoenstatt de Valais organizó por primera vez una "Fiesta de la fe"

Hubo una notable presencia de niños y jóvenes The presence of of children and youth was notable Beachtlich die Zahl der anwesenden Kinder und Jugendlichen
Panel Panel discussion Podiumsgespräch Fotos: Duvoisin – www.schoenstatt.ch © 2006

SUIZA, Claudia Zimmermann. La primera "Fiesta de la fe" en Brig, con el tema "El domingo" tuvo la capacidad de convocar también a la gente que hasta ahora no tenía nada que ver con Schoenstatt. "Es un tema del que no solamente nos ocupamos los schoenstattianos", dijo el P. Niklaus Stadelmann. La cantidad de participantes en esta primera jornada en Valais lo ha confirmado.

Este año, por primera vez la jornada anual del Movimiento de Schoenstatt en Valais fue designada "Fiesta de la fe". El objetivo del nuevo nombre, según el P. Niklaus Stadelmann fue darle un nuevo cariz al encuentro. Y fue un éxito: "Llegó gente que jamás había estado aquí". El P. Stadelmann notó además un fuerte rejuvenecimiento del público. Justamente las familias jóvenes fueron atraídas por el tema del "domingo": tal como lo demuestran las discusiones generadas por la votación que se hizo el pasado otoño acerca del horario de atención de las tiendas, la estructuración del domingo está sometida hoy a una gran transformación. Muchas cosas deben ser nuevamente negociadas: la Sta. Misa dominical ¿sí o no?. Dormir, hacer deportes, visitar a los parientes... ¿qué tiene prioridad? Probablemente aún se puedan conjugar las muchas necesidades. La familia Schwestermann presentó estas cuestiones de manera muy vivaz en una motivación que introdujo el tema.

El domingo, centro de la vida diaria

Tratar el tema partiendo de la vida, fue la intención fundamental de la Hna. Joseline Becchio, que con el P. Stadelmann son los asesores del Movimiento en Valais. Lo explicó mediante un taller que dirigió junto con Georgette Zurkinden. Abrieron una mochila en la que había de todo: vidrios rotos, un ramo de flores, un corazón... muchas cosas que se acumulan en la vida diaria. "Esta es nuestra mochila semanal", explicó la Hna. Joseline. "Y en medio de este revoltijo colocamos una vela. Ella nos indica que el domingo pertenece también a la vida cotidiana. Si el domingo no tiene ninguna relación con todo lo que llena la mochila durante la semana, está vacío"

La relación entre la vida diaria y el domingo, casi se podría considerar que es la clave de la solución de "los problemas del domingo". "Si no podemos presentar nuestra vida cotidiana con todas sus preocupaciones y temores, con sus éxitos y fracasos, sus alegrías y pesares, entonces la Sta. Misa dominical será huera", dijo el P. Niklaus Stadelmann en la homilía de la Eucaristía. Esta homilía era una de las tantas ofertas del día y no formaba parte del "programa obligatorio", esto fue parte de la nueva concepción de la jornada como "fiesta de la fe". Los participantes podían elegir entre varias ofertas. Algunos estaban pendientes de un tema, otros lamentaban que "solamente" podían participar en dos de los interesantes talleres.

El tema del domingo moviliza también a la juventud

Participaron alrededor de 30 niños y jóvenes, la mayoría de ellos probablemente fueron "llevados" por sus padres. Que el tema del domingo también es algo quemante para ellos, lo muestra el hecho que la mesa redonda, a la que se le había destinado media hora, debió interrumpirse al cabo de una hora porque había que continuar con el programa.

El cierre, y a la vez el punto culminante de la jornada, fue la Eucaristía celebrada en la cercana iglesia parroquial. La celebró el P. Richard Lehner, de Brig. La prédica estuvo a cargo del director del Movimiento en Suiza, P. René Klaus. Cuenta Georgette Zurkinden: "hace mucho tiempo que no participaba tan conscientemente en la Eucaristía. Durante toda la jornada nos prepararon para esta Sta. Misa"

Una prueba de resistencia superada

La "fiesta de la fe" fue al mismo tiempo una "prueba de resistencia" para la Casa de Schoenstatt en Brig, recientemente reciclada. "La Casa se ha acreditado", evaluó el P. Stadelmann. Se puede circular muy bien dentro de ella, se puede disponer de suficientes ambientes. "Hubo también algo para comer, aunque las Hermanas de María tienen solamente cien platos", agregó sonriendo. Pues – también esto es una novedad en la Fiesta de la fe – la cantidad de participantes pasó por primera vez el límite de la centena: se contaron 120 personas.

Quizás la próxima vez sean más. En la semana posterior a la fiesta, la Hna. Joseline conversó con una familia que había leído en el periódico local un informe sobre esta fiesta: "la próxima vez iremos sin falta"

Traducción: aat, Argentina