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 published: 2006-03-10

Como el Padre acuna al Hijo de su amor, así también quiere acunar a cada hombre-hijo

El retablo de la Iglesia dedicada a Dios Padre. Nuevo Schoenstatt, Florencio Varela – Argentina

Retablo en la Iglesia de Dios Padre, Florencio Varela, Argentina

Altar picture of the Church of God Father, Florencio Varela, Argentina

Altarbild in der Gott-Vater-Kirche in Florencio Varela, Argentinien

Foto: Hermanas de Maria, Florencio Varela © 2006

 

ARGENTINA, P. Alberto Eronti. En la reciente estadía de cinco semanas en la Argentina, he tenido la oportunidad de visitar la Iglesia, recibir una explicación del retablo bendecido hace pocas semanas y rezar ante el mismo. En la arquitectura del templo abunda la figura triangular, símbolo de la Trinidad y de la presencia de Dios, el Padre. El amplio presbiterio original y el gran tamaño del altar se han visto modificados visualmente por dos agregados: el gran vitral de forma triangular y el recién colocado retablo. Lo uno y lo otro han cambiado completamente la visión del templo. En mi percepción se produce una tensión visual entre el vitral de colores fuertes, donde abunda el azul y el rojo, y los suaves y cálidos colores del retablo. El conjunto constituye un todo que, una vez que se lo deja "entrar" en el interior, invita a la contemplación y la oración.

El retablo, las rejas laterales a izquierda y derecha (de un lado una hermosa figura del pelícano dando de comer a sus polluelos y del otro el cuadro de la Madre Tres Veces Admirable) y las sólidas butacas para el celebrante y cuatro acompañantes, han achicado visiblemente el gran presbiterio. El altar parece demasiado grande, como si de la actual forma cuadrada pidiera pasar a un rectángulo más proporcionado al conjunto. De todos modos la sensación que produce ahora el templo es de mayor recogimiento y ha ganado enormemente en calidez visual.

Jesús resucitando por el amor del Padre

En el retablo destaca excluyente la Trinidad. El Padre está y es el centro del conjunto. De lejos su figura domina, el manto azulado y rojizo y de formas redondeadas da la sensación de infinitud a la vez que destila amor. De cerca se notan detalles fundamentales: el rostro está muy logrado, aparece como irradiando una luz tenue y espiritualizada, pleno de serenidad y paz. Su brazo derecho estrecha el cuerpo del Hijo que yace en su regazo y al que, por el Espíritu-Amor que sostiene en su mano izquierda, le está devolviendo la vida. (Cf. Hechos 3,15 y 4,10)

El cuerpo del Hijo no delata de lejos lo que se aprecia de cerca. Los ojos abiertos miran al Padre (Juan 1,18)). El cuerpo, arqueado y en movimiento, recibe la vida en el pecho: ¡está resucitando!. El brazo derecho, único visible, no está fláccido sino con sus venas y músculos colmándose de vida. También las piernas arqueadas indican el movimiento propio de quien se levanta.

El Espíritu Santo está representado por la paloma plateada. Una de sus alas está introducida en el pecho del Padre y la otra en el del Hijo. La vida fluye del corazón del Padre al corazón del Hijo. Todo el conjunto revela la victoria del Padre en el Hijo por el Espíritu.

Alianza

En la medida que los ojos se tornan contemplativos y se dejan interpelar, se comienza a percibir la serena paz de un amor que se derrama sin límite. No es un retablo para "entender" racionalmente – aunque su explicación ayuda a recibir la hondura de su mensaje – sino para contemplar y dejarse poseer por la luz que irradia su belleza. Si la belleza salvará al mundo, aquí sabemos de qué belleza se trata: la de un Dios que es amor infinito y que en el Hijo acuna, sostiene y colma de vida a todo hombre que se hace hijo-niño.

Los dos grandes paneles laterales necesitan una explicación para el peregrino. Su simbolismo es rico, pero para beberlo hay que ser guiado. Del lado izquierdo se simbolizan la Antigua Alianza y del otro la Nueva, en cuyo centro está la Iglesia, María y el aporte de Schoenstatt. Destacan, excelentes, las ocho escenas de la vida de la Sagrada Familia, cuatro a cada lado..

El nuevo árbol de la vida

Debajo de la Trinidad y en el centro, está el sagrario. En la puerta del mismo hay un corazón en llamas, que hace recordar: "Ardientemente he deseado comer esta Pascua con vosotros"(Lucas, 22,14). Detrás del sagrario brotan las ramas del nuevo árbol de la vida, que es la Cruz.

Sin duda no se trata de una obra típicamente latinoamericana, tampoco la arquitectura de la Iglesia es cercana a nuestra cultura. Por esto, no hay que aproximarse al conjunto de la obra como lo haría un crítico de arte, sino con corazón religioso y espíritu de fe. Sentarse en la amplitud del templo, con tiempo, dejando que el conjunto hable al interior a fin de percibir el mensaje, es fundamental. De esta manera se producirá el encuentro con el misterio: el amor de Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo y Padre nuestro.

El Padre Kentenich, cantado al amor de Dios lo dijo así:

"Tú, Dios Padre, por amor, te das a tu Hijo totalmente en el Espíritu Santo para eterno gozo" (H. el P. Nº 35)

En las inseguridades hay una seguridad: el Padre

La Iglesia, dijimos con motivo de su dedicación, quiere "ampliar el Santuario". Se trata del Santuario del Padre, fuente de gracias de la misión nacional de la Familia de Schoenstatt Argentina. Por esto hemos de ver a la Iglesia en conexión con el Santuario, en ella se expresa en símbolos el mensaje que la Familia quiere ofrecer a la Iglesia y a la sociedad. A pesar de todos los avances científicos y de todas las conquistas de la humanidad, hoy el hombre sigue estremecido por el dolor y el sufrimiento. No hay día que los medios de comunicación no divulguen noticias e imágenes de la violencia y el horror que el hombre es capaz de realizar. La inseguridad, las preguntas por el sentido de la vida, la fragilidad existencial de todos y cada uno de los hombres encuentra en el mensaje del retablo una respuesta: así como el Padre acuna al Hijo de su amor, así también quiere acunar a cada hombre-hijo. Pero este abrazo solo es posible cuando el hombre se deja encontrar y amar por Dios, el Padre.

Sin duda que meditar sobre esto es una buena manera de iniciar el tiempo de Cuaresma en este año 2006. ¡Que así sea!


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Last Update: 10.03.2006 Mail: Editor /Webmaster
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