El Papa nos invita a Roma

Más de 130 movimientos y comunidades nuevas están invitados a participar de la Vigilia de Pentecostés con el Papa, siguiendo los pasos de "Pentecostés 1998"

El Santuario de todos nosotros en Roma The Shrine of all of us in Rome Unser aller Heiligtum in Rom
Esperandole al Santo Padre Waiting for the Holy Father… In Erwartung… Fotos: Capezio © 2005

ROMA, P. Alberto Eronti. Apenas asumió la sede de Pedro, el Papa Benedicto XVI llamó a todos los Presidentes de las Congregaciones, Consejos y Comisiones de la Curia Vaticana. De esta manera quiso informarse personalmente de cómo marchaba cada uno de los "ministerios" de la Iglesia. Durante la entrevista con Mons. Stanislaw Rylko, Presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, el Papa sacó el tema de la Vigilia de Pentecostés que Juan Pablo II tuviera, con los Movimientos y Nuevas Comunidades, en la Plaza de San Pedro en la Vigilia de Pentecostés de 1998. Fue así que al concluir el encuentro el Santo Padre le manifestó a Mons. Rylko el deseo de repetir el evento el próximo año. A inicios de este mes Monseñor tuvo un nuevo encuentro con el Papa y éste le preguntó: "¿Cómo marcha la preparación de la Vigilia?". Tres días después Mons. Rylko recibió de la Secretaría de Estado la notificación oficial: "El día sábado 3 de junio de 2006, el Papa participará en una Vigilia con los Movimientos y Nuevas Comunidades…"

En la reunión que se realizó en el Pontificio Consejo el sábado 19 de noviembre con la presencia de 29 agrupaciones, se definió básicamente el "Programa", el que constará de tres actividades diversas:

• Desde el 31 de mayo al 2 de junio: II Congreso Mundial de los Movimientos y Nuevas Comunidades, a realizarse en Rocca di Papa, en las afueras de Roma.
• El viernes 2 de junio a la noche: Gran vigilia de oración, preparada por cada agrupación. Las asociaciones invitadas son más de 130, por lo que hemos de imaginar que esa noche, en Roma, habrá más de 50 lugares de oración "clamando la venida del espíritu" y preparando la Vigilia del día siguiente. Hablo de "más de 50 lugares de oración" y no de más de 130 ya que podría ocurrir que Movimientos pequeños se unan a fin de organizar una Vigilia más plena y completa.
• Día 3 de junio: Vigilia con el Santo Padre en la Plaza de San Pedro. El programa de la Vigilia ya tiene su ante-proyecto, solo quiero adelantar que la idea es abrir la Plaza a las 14,00 horas, para la la pre-vigilia que sería de 15,00 a 17,45. La Vigilia con el Papa se iniciaría a las 18,00 horas estimando que concluirá hacia las 20,00 horas.

Hasta aquí la información básica. Cuando se tenga el programa definitivo del día 3 de junio se hará saber a todas las asociaciones.

1998 – 2004 – 2006 – 2014

¿Qué implica esto para Schoenstatt? En 1998 nuestra presencia fue pequeña, sin embargo imaginamos que para el año que viene podremos reunirnos unos 1.000 schoenstattianos en la "ciudad de los Papas", como la llamaba nuestro Padre Fundador. ¿Es importante participar de este encuentro? De mi parte querría solo aportar algunas reflexiones ya que percibo lo que nuestro Padre llamaba "una aceleración" de los hechos.

• Tras una larga espera, el Santuario que la Familia le prometiera al Padre en 1965 fue bendecido el 8 de septiembre de 2004. La primera de las dos casas previstas junto al Santuario Matri Ecclesiae será bendecida el próximo 8 de diciembre. La idea es construir lo antes posible la segunda casa, la que tendría todos los servicios que necesita un peregrino y que podría ser utilizada como lugar de encuentros, jornadas, congresos, etc.
• Esta "aceleración" se produce en un contexto muy particular: estamos caminando hacia el final del primer siglo schoenstattiano y el inicio de otro. Intentando leer los signos de los tiempos, todo parecería indicar que la Madre Tres Veces Admirable nos señala: Roma, ¡corazón de la Iglesia! Por ello hemos de ver el Santuario Matri Ecclesiae en unión con el año 2014, fecha que debiera marcar un hito que podríamos formular así: Schoenstatt para la Iglesia y la Iglesia para la Santísima Trinidad. Este camino iniciado en 1965 tuvo un momento de gracia en el Centenario del nacimiento del Padre y su celebración por parte de la Familia Internacional. Desde entonces tuvimos que esperar 19 años para "volver" masivamente a Roma, lo que ocurrió el año pasado con la bendición del Santuario del Centro Internacional de la Obra de Schoenstatt en Belmonte..
• Ahora, y antes del 2014, es el Papa quien nos llama. Nos invita a orar en su ciudad y en su diócesis, nos invita a encontrarnos con él. Quiere decirnos algo en el inicio de su pontificado y queremos escucharlo con un corazón abierto, como lo haría María, como lo haría el Padre Fundador.

Los rasgos de la Iglesia de las Nuevas Playas

¿Qué vamos a hacer quienes peregrinemos a Roma respondiendo a la invitación del Santo Padre? Vamos a recordar y celebrar en la fuerza pentecostal del Espíritu los rasgos de la Iglesia de las Nuevas Playas. Esa Iglesia por la que el Padre arriesgó y luchó. Esa Iglesia que él amó y ama. Esa Iglesia que él soñara como "alma de un mundo nuevo, alma de una nueva cultura" . Se la imaginó y la amó así: Iglesia llena de alma, arraigada en la tradición, pero desprendida de formas anquilosadas. Iglesia unida fraternalmente. Iglesia mariana y por eso gobernada plenamente por el Espíritu Santo. Iglesia pobre y humilde, como su Madre, y que por eso se "mira" en Ella y canta su Magníficat.

Por lo dicho, responder a la invitación que el Papa nos hace es traer a Roma la persona del Padre y todo lo que amaba y pensaba de la Iglesia del futuro. Futuro que ya ha está llegando y que tiene un día, mes y año: 18 de octubre del 2014. El nuevo siglo schoenstattiano nos tiene que impulsar a un servicio más pleno y cualificado a la Iglesia mediante lo que es el "Tesoro de Schoenstatt: la Madre Tres Veces Admirable". ¡Si, María! Siempre María, para que sea la Madre y Educadora de la Iglesia de los tiempos más nuevos. Para que ella nos "sumerja en la hondura de Cristo" y nos dé a vivir la Iglesia Familia, "a imagen de la Trinidad".

Peregrinar a Roma para la Vigilia de Pentecostés del año 2006, será como vivir aquel primer Pentecostés de la Iglesia. Aquella vez fue Pedro el orador más importante y también lo será esta vez. Deseamos y esperamos que "Pedro nos confirme" en la Misión y nos envíe a vivirla más plena e intensamente. En palabras de nuestro Padre, es el Espíritu quien nos da su fuego para vivir "en la luz divina de la fe, en la seguridad divina de la esperanza y en la fuerza divina del amor". ¡Todo por la Madre de la Iglesia, todo por la Madre Iglesia!