15 de septiembre, día en que nuestro Padre ingresara a la vida eternamente joven de la Santísima Trinidad

La Partida de nuestro Padre al cielo, y el Schoenstatt siempre joven

Tumba del Padre, 15 de septiembre Founder Chapel, September 15 Gründerkapelle am 15. September
Misa internacional el 15 de septiembre de 2004 Internacional Mass on September 15, 2004 Am 15. September 2004 war morgens eine internationale Messe
Encuentro con el Padre Encounter with the Father Begegnung mit dem Vater und Gründer
Tumab del Padre en agosto Founder Chapel in august Gründerkapelle im August Fotos: POS Fischer © 2005
Hace 20 años... Twenty years ago... Vor zwanzig Jahren… Foto: Guitierrez © 2005

SCHOENSTATT, mkf. En estos días hará 20 años que se celebró el gran acontecimiento en Schoenstatt: el centenario del Padre, que culminó el 15 de septiembre, aniversario de su muerte. Lo trascendente fue que por primera vez se hizo un encuentro tan internacional en Schoenstatt. Muchos de los que entonces estuvieron en Schoenstatt como jóvenes, hace un mes gozaron con la presencia de sus hijos en Schoenstatt durante un encuentro aún más internacional, aún más joven, aún más vibrante por la misión del Padre - que es la misión de Schoenstatt -, misión que dentro de nueve años celebrará su 100° aniversario... un Schoenstatt joven, con un Padre y Profeta eternamente joven en la vida (o: ¿en la gloria?) de Dios.

Un Schoenstatt, que con 100 años de vida tendrá un toque juvenil... un toque de entusiasmo por lo más alto, un toque de locura, un toque de radicalidad... fuego de su fuego, alma de su alma, como dice una canción tan querida por la juventud. ¡Es que Dios, como les decía el Papa Benedicto XVI a los jóvenes en Colonia, es eternamente joven! Es lo que celebramos este 15 de septiembre, día en que nuestro Padre ingresara a la vida eternamente joven de la Santísima Trinidad.

La partida de nuestro Padre al cielo

Hay que dejar pasar por el corazón lo que significa el 15 de septiembre como día de la muerte del Padre Kentenich. Un miembro de la Federación de Familias cuenta sobre una experiencia en Metternich, en el salón del "Jardín de Maria": "Vimos el sector de las coronas, que representan los cursos y casas filiales de esta Provincia... Allí la Hna. Thereslore, nuestra guía, se detuvo, y paso por paso nos relató la crónica del 15 de septiembre de 1968, en que ella misma estuvo presente con toda su comunidad.

Otra sorpresa... otro regalo... La foto de nuestro Padre celebrando su última Santa Misa en la Iglesia de la Adoración, minutos antes de su partida al cielo. No sabíamos que existía esta foto, y creo que volvería a Metternich sólo para contemplarla. Me lleva al interior del corazón del Padre y en lugar de una sombra de muerte, me invade profundamente el resplandor de Dios. Tuve la sensación de que Dios estaba muy cerca. No puede haber estado lejos, ¿no ?

Así transcurrió la historia: El 15 de septiembre no estaba previsto que las Hermanas viajaran a Schoenstatt sino que el Padre las visitara en Metternich. Pero cambiaron los planes y fueron a Schoenstatt, donde después de la Santa Misa en la Iglesia de la Adoración, el Padre les iba a predicar una conferencia. Esta Misa era festiva, por el santo de la Superiora Provincial, y por ser su primera Misa en este anhelado y querido templo. Concurrió la Provincia en pleno, y se congregaron en la Iglesia aproximadamente 500 Hermanas.

El prolongado silencio apretaba el pecho

Terminada la Misa el Padre se retiró a la sacristía. Las Hermanas salieron de la Iglesia y se dirigieron a la cripta, donde el Padre les daría una prédica especial.

Es difícil para mí repetir los próximos pasos de este relato... Sería atrevido de mi parte intentar hacer propia la hondura de la vivencia que la Hna. Thereslore nos entregó en ese momento. Ella estaba serena, pero nos hizo vivir cada palabra, cada comunicación que recibían, cada silencio prolongado que pesaba en el ambiente de la cripta, la oración elevada en común por el incierto episodio que hacía demorar al Padre. Como en cualquier emergencia médica nada era claro, la tristeza flotaba en el aire, el prolongado silencio apretaba el pecho, el vacío paterno empezaba a asustar.

Cuando la Hermana se acercaba a la parte final, todos nos sentíamos sentados en la cripta de la Iglesia de la Adoración, rezando con las Hermanas y esperando la noticia. Cuando repitió las palabras que la Hermana Superiora les había dicho a ellas, comunicándoles la muerte de nuestro Padre, nuestra traductora incansable, Ángela Gold, se quebró, y no pudo articular palabra... Todos nos miramos y las lágrimas abundaban en las miradas... ¿Quién podía decir la frase "El Padre ha muerto"?

Fue un momento intenso. Por primera vez pasó por mi alma la conmoción de la muerte de nuestro Padre. Siento que también esto tiene que quemar el corazón de los hijos, para abrazar la presencia y la ausencia, hacerse parte de la cruz y portador de la victoria".

Tu Schoenstatt te hace presente

15 de septiembre de 2005: como cada año, la tumba del Padre - lugar desde donde volvió a la Casa del Padre - está decorada con azucenas y claveles blancos. Como cada año y cada vez más, está decorada con signos de la alianza sellada por su familia con él, una familia que con corazón joven asume su misión: llegando hasta él con peregrinas y rosarios, con cartas y fotos... Gracias, Padre, por tu vida; gracias, Padre, por tu presencia; Padre, tu herencia nuestra misión; Padre, tu Schoenstatt, nuestra misión.

Padre, en 1985 gritamos "Se siente, se siente, el Padre está presente". Que en el 2014 podamos gritar: "Se siente, se siente, tu Schoenstatt te hace presente"... ¡hasta los confines del mundo!

Aunque no todos puedan hacerle llegar sus peregrinas y rosarios, pueden hacerse presente, como es habitual, a través de cartas, un saludo, etc. enviados a schoenstatt.de (sr.kornelia@schoenstatt.de )

¡Y no dejen de ver el homenaje al Padre en el blog de Schoenstatt, y dejar allí su saludo también!!!