Un Schoenstatt joven y vivo

Matías "Tute" Clavijo, de Argentina, transmite su vivencia del festival de la juventud en Schoenstatt

Descubrir el Santuario Original Discovering the Original Shrine Das Urheiligtum entdecken
Un Schoenstatt joven y vivo A young and lively Schoenstatt Ein junges, lebendiges Schönstatt
Una alianza del mundo A covenant of the world Ein Bündnis der Welt für die Welt
Un compromiso con el Padre A commitment to the Father Ein Versprechen an den Gründer
Una misión asumida A mission assumed Eine übernommene Sendung Fotos: POS Fischer © 2005

JMJ-MOMENTOS. Todavía no puedo creer todo lo que vivimos en el mes de agosto. Y por más que lo cuente y recuente, sigue siendo increíble e impresionante el tiempo que pasamos en Alemania. Personalmente, lo mejor y más lindo fue el tiempo en Schoenstatt – y no lo digo sólo porque me pidieron que escriba sobre eso, sino que de verdad fue así. Descubrir el Santuario original, descubrir un Schoenstatt joven y vivo, estar en esa tierra santa donde estuvo el Padre Kentenich, José Engling y todos nuestros santos y héroes schoenstattianos. Todo IMPRESIONANTE. Cada vez que me preguntan del viaje digo lo mismo: "IMPRESIONANTE, con todas las letras!"

Nuestro grupo de Argentina tuvo la dicha de llegar al Santuario Original el día de la transfiguración de Jesús en el Tabor, y tuvimos misa en el Santuario a las 11 de la noche, donde realmente descubrimos ese Tabor de María del cual nos hablaba el Padre. Realmente nos sentimos en casa y nos queríamos quedar ahí. Me gustaron mucho las palabras de bienvenida del festival: "Bienvenidos a casa". Realmente estuvimos en casa, y eso es que lo que hizo de ese tiempo el más lindo de todo el viaje.

Una Alianza del mundo para el mundo

Y lo más lindo de estar en casa es estar con nuestros hermanos: fue realmente impresionante (no puedo dejar de usar esta palabra...) la fraternidad que se gestó entre todos los grupos; el compartir, el sabernos hermanos, que estamos en la misma, luchando por lo mismo, buscando ese hombre nuevo en una comunidad nueva para toda la Iglesia en todo el mundo...Sí, en todo el mundo. Desde Vietnam, Nigeria, Sudáfrica, España, Portugal, hasta Argentina, Estados Unidos, México, Brasil, Paraguay... Todos juntos, todos unidos por nuestra Madre en su lugar de gracias.

Es por todas esas experiencias que vivimos como juventud schoenstattiana en nuestro Santuario Original, que el cierre fue un signo muy claro de todo el festival. Una Alianza, del mundo, para el mundo. Fue un gesto muy lindo y por sobre todo, muy importante y que tenemos que asumir como tarea. En el momento no me di cuenta de la historia que estábamos forjando con esta Alianza.... un poco a la distancia lo absorbí y descubrí la importancia que tenía: el Festival no fue sólo un momento lindo donde compartimos mucho, fue por sobre todo una misión que nos dio María, que nos llevó hasta el Santuario Original y nos pidió que como juventud schoenstattiana llevemos esa Alianza a todo el mundo, que hagamos del mundo una comunidad nueva. Ya dijimos que si... ahora queda en nosotros.

El 2014 se hace muy lejano para el esperado reencuentro

Sin duda alguna, todos los que estuvimos esos días en Schoenstatt estamos esperando que se repita... y seguramente los primeros son los del equipo organizador. Fue una experiencia impresionante (....), muy fructífera para toda la juventud, y con una misión clara... estamos todos esperando un reencuentro, y el 2014 se hace muy lejano para eso... esperemos que María nos convoque antes.