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 published: 2005-08-02

Un día en el Hogar de María

En Mar del Plata, Argentina, motivado por la espiritualidad de Schoenstatt, un Hogar para niños con deficiencias

Im “Hogar de Maria” in Mar del Plata

En el Hogar de María en Mar del Plata

At the “Home of Mary” in Mar del Plata

Im “Hogar de Maria” in Mar del Plata

 
Nico beim Zähneputzen  

Nico en el baño

Nico in the bathroom

Nico beim Zähneputzen

 
Mittagessen  

Almuerzo

Noon meal

Mittagessen

 
Wäscherei  

Lavadero

Laundry Room

Wäscherei

 
Mit der Ernährungsberaterin

Con la nutricionista

With the nutritionist

Mit der Ernährungsberaterin

 
Zurück aus der Schule  

Volviendo del colegio

Returning from school

Zurück aus der Schule

 
Gymnastik  

Gimnástico

Gymnastic

Gymnastik

Fotos: Hogar de Maria © 2005

 

 

 

ARGENTINA, Mercedes Rom. En Mar del Plata, Argentina, se ha encendido una luz de esperanza para los niños con deficiencias mentales que no tienen familia. Que no tenían: porque ahora la encontraron en el "Hogar de María", fundado por Mercedes de Rom, madre de una niña con síndrome de Down. El Hogar de María es su respuesta en la Alianza de Amor al mensaje de Dios que es el nacimiento de su hija.

Un día como muchos comienza en el Hogar de María.

Temprano, alrededor de las 7,30 hs, uno de los niños se despierta. Es Nicolás. Al abrir sus ojos hay alguien sonriendo junto a él. - ¡Buen día Nico!. Nico, tal vez alegre esa mañana, tal vez bostezando, pero sin duda que con ganas de quedarse más tiempo en la cama, estira sus brazos hacia esos otros que lo esperan llenos de amor, de entrega, de servicio.

Nicolás comienza su día. Se lava la cara y los dientes. Tal vez lo hace solo, despacito, conquistando día a día el jabón, observando e intentando lentamente dominar el cepillo de dientes, renunciando cada mañana a la enorme tentación de jugar con el agua sin límite de tiempo, o tal vez lo hace ayudado por alguien que convierte mágicamente al jabón en un pez al que hay que atrapar, al cepillo de dientes en un avioncito que nos lava los rinconcitos de la boca y al agua de la canilla en un río lleno de botecitos. Todo guiado y proyectado por un plan que confía en las capacidades de Nicolás, diseñado para él por una terapeuta ocupacional, llena de amor y profesionalismo.

Nico vuelve a su cuarto para vestirse. Su ropa ya está preparada. Manos de voluntarias la fueron a buscar o la recibieron, la seleccionaron, la acondicionaron y la guardaron; manos de mucamas la cosieron, la lavaron y la plancharon y manos de acompañantes terapéuticos se la ofrecen a Nico para que él intente ponérsela.

Nicolás va a desayunar. Su desayuno ya está listo. Las manos de una cocinera delicadamente lo prepararon, siguiendo con exactitud las indicaciones de una nutricionista que formuló el mejor plan alimentario para que Nicolás crezca sano y fuerte.

Nico crece

Terminado el desayuno, llega la combi. Nico parte a su escuela especial. Allí procurará desarrollar sus capacidades de la mano de maestras especiales y técnicos que, trabajando en forma conjunta con los técnicos del Hogar, tienen un plan de trabajo para él.

Los martes por la mañana va a natación. Más allá de los beneficios terapéuticos que esta actividad le proporciona, Nico juega, disfruta despreocupadamente cada momento en el agua, Nico crece... Alrededor de las 12,30 hs. vuelve al hogar. Alguien lo recibe "-¡Hola Nico! ¿Cómo te fue hoy en el colegio? ¿Trajiste el cuaderno de comunicaciones? A ver que dice: Reunión de entrega de boletines el día... -Tienes que llevar mañana una cartulina azul..."

Nico tiene hambre. Su almuerzo está listo. Frente a él, su plato de comida y el gran desafío de adquirir paso a paso, día a día los "hábitos de la vida diaria". Un acompañante terapéutico atento está cerca de él, no demasiado, para estimular sus capacidades, no muy lejos para poder guiarlo y trabajar las pautas de adquisición de conductas. Viene el postre. Nico come queso y dulce de membrillo, el queso que mes a mes compra una voluntaria y el dulce que anónimamente un señor dona todos los meses.

Nico está cansado. Tal vez duerma un rato. Mientras tanto, en la oficina no muy lejana a su cuarto y en la Dirección, el teléfono no deja de sonar. La actividad es múltiple: llegan proveedores a dejar sus pedidos, hay que renovar la póliza de seguro que vence mañana, los informes a la Dirección de Minoridad salen para La Plata, los catequistas llegan para su encuentro, el equipo técnico se reúne para elaborar líneas de actuación, se organiza la reunión de acompañantes terapéuticos del jueves, un llamado a la farmacia para pedir un medicamento, llega el mensajero con dinero de cuotas de socios cobradas por voluntarias, el grupo de eventos llama para pedir el listado de empresas que colaboran con el Hogar, llamado urgente de los Tribunales para hablar con la asistente social, llamado de la contadora para la rendición de los impuestos, se requiere información sobre el marco legal para la renovación de convenios de trabajo, llegan visitas al Hogar y hay que preparar café...

Alguien lo cuidará toda la noche

Ya por la tarde los talleres esperan a Nico. A veces se hacen en el jardín, donde tal vez ese mismo día por la mañana, un grupo de mujeres plantaron semillas de esperanza, otras veces se hacen adentro, donde alguien no descansa reparando sillas o reparando canillas.

Nico trabaja duro en los talleres. También lo hace con su bacinilla en una lucha cuerpo a cuerpo que no será fácilmente abandonada. Y su cuerpo y su salud la cuida su médico, que lo revisa, indica cosas, administra otras y previene muchas más. Va cayendo el día. Las fuerzas también. Llega entonces el reparador baño de la noche, con su esponja y su jabón.

Luego la cena en común, unidos en el corazón de alguien que llega al Hogar justamente a esa hora, cuando los niños anhelan ser mimados. Nicolás va a su cama. Está limpia y calentita, su pijama y el Niño Jesús lo esperan debajo de su almohada. El silencio de la noche cierra el día. Ese día se llevó mucho trabajo, mucho esfuerzo, mucha dedicación, muchos acuerdos, muchos desacuerdos, muchos logros, muchos tropiezos, muchas, muchísimas enseñanzas, mucha entrega, mucho servicio, mucho amor...

Nicolás duerme en paz. Sereno. Despreocupado. Alguien lo cuidará toda la noche. Alguien que se irá muy temprano por la mañana y que quizás él no vea. Creemos que Nico hoy fue feliz.

La misión del "Hogar de Maria"

El "Hogar de María" tiene como misión atender las necesidades sociales, asistenciales y psicoafectivas de niños y adolescentes de ambos sexos con alguna deficiencia mental (con o sin problemas de motricidad), con edades que van de los 3 a los 15 años, que carecen de familia, o bien cuentan con ella, pero que debido a diversas causas estas familias no pueden ocuparse totalmente de sus necesidades esenciales. El objetivo fundamental del pequeño hogar es resguardar y realzar el valor del concepto de Hogar, para que esta etapa de la vida para los niños y adolescentes que allí viven, resulte el mejor ámbito para desarrollarse integralmente como personas, y que puedan ejercer los legítimos e inalienables derechos de todo ser humano a nacer, crecer, vivir y desarrollar sus capacidades dignamente. Últimamente están trabajando en un nuevo proyecto para dar continuidad al Hogar de Maria para cuando los ahora adolescentes lleguen a los 21 años y ya sean mayores de edad.



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Last Update: 05.08.2005 Mail: Editor /Webmaster
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