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21 de agosto, fiesta en el Santuario de Mendoza – vinculada a la JMJ August 21, feast at the Shrine of Mendoza, united with the WYD 21. August, Fest beim Heiligtum in Mendoza, in Verbundenheit mit dem Weltjugendtag |
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Monseñor Arancibia, arzobispo de Mendoza Archbishop Aranciba of Mendoza Erzbischof Aranciba von Mendoza |
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En el Santuario: entrega de la corona de flores In the Shrine: presentation of the flower crown Im Heiligtum: Überreichung der Blütenkrone |
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Procesión al Santuario Procession to the Shrine Prozession zum Heiligtum |
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Mater, recibe la corona… MTA, accept the crown… Königin, nimm an die Krone… Fotos: Osaderuk © 2005 |
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ARGENTINA, MENDOZA, Héctor Arturo Osaderuk. Varios cientos de peregrinos se dieron cita el 21 de agosto en el Santuario "Nazareth del Padre, tierra de unidad" en La Puntilla, Mendoza, para coronar - como se lo hace todos los años- a la Mater. En esta oportunidad se la coronó como "Reina de Nazareth del Padre, tierra de unidad".
Las actividades comenzaron temprano por la mañana con la recepción de los peregrinos que llegaban desde distintos puntos de la provincia, y luego prosiguieron con la entrega de imágenes peregrinas, bendecidas en el marco de la Campaña del Rosario que es muy fuerte en Mendoza. Con este motivo, recibieron sus imágenes numerosas personas, y algo muy digno de destacar es la entrega de varias peregrinas a niños que las llevarán por sus hogares y por los ámbitos donde ellos se desempeñan diariamente.
Por la tarde, bajo el calor de un sol radiante que entibió la siesta mendocina, comenzó la Santa Misa a las 16:00 hs, celebración que fue presidida por el Arzobispo de Mendoza, Monseñor Arancibia, acompañado por el Padre Javier Arteaga, asesor de la familia de Schoenstatt en Mendoza, y de otros sacerdotes, diáconos y seminaristas.
En su homilía, Monseñor Arancibia hizo hincapié en la felicidad que debe significar para un cristiano tener fe y en el compromiso que esto mismo debe despertar en cada uno, y sobre todo cómo debe verse reflejado en sus acciones apostólicas concretas.
Posteriormente, luego de concluida la Misa, el Arzobispo encabezó una procesión hasta el Santuario, subiendo el empinado camino, llevando en sus manos una delicada corona hecha con flores naturales y rezando el Rosario.
"Unidos a todos los jóvenes que participan en la Jornada Mundial de la Juventud..."
Una vez llegados a la explanada, con un emotivo acto, acompañado con el silencio y la expectativa de todos los presentes, Monseñor Arancibia ingresó al Santuario y dejó la corona sobre el altar junto al cuadro de la Virgen para luego hincarse ante su imagen y rezar en silencio. Al concluir con la coronación, Monseñor quemó en una pequeña vasija todas las intenciones que los fieles habían colocado en ella.
Por último y en un marco de paz y algarabía todos los presentes rezaron:
Querida Madre y Reina: Tus pequeños hijos venimos a renovar la coronación que, año a año, hacemos en este lugar. Queremos regalarte nuevamente tu corona de Reina. Como Dios Padre, Tu Hijo y el Espíritu Santo te coronaron deseamos hacerlo nosotros ahora. A partir de ahora, más conscientemente apelaremos a tu poder de Reina ofreciéndote nuestra disponibilidad de hijos fieles.
Venimos con una profunda esperanza en un futuro mejor para nuestra Patria Argentina. Nosotros reconocemos tu reinado y anhelamos la victoria: la transformación de tu pueblo; la victoria de un sano sentido de la autoridad y de la paternidad, de la fraternidad y de la solidaridad, para ayudar a construir una Iglesia servidora del Mundo, una Mendoza nueva, una Argentina nueva. Unidos a todos los jóvenes que participan en la jornada Mundial de la Juventud, especialmente a nuestros representantes mendocinos, te decimos: "Reina de la paz y de la unidad, en familia, venimos a adorarlo!".
Queremos adorar a tu Hijo, aquí en nuestro Santuario y reconocerlo como Rey y Señor de nuestras familias. Te traemos un corazón agobiado por las dificultades; pero vigoroso y fortalecido en un renovado amor filial. Traemos las manos cansadas y ocupadas, que aún así, llevan tu corona de Reina. Próximos a celebrar los 25 años del Congreso Mariano Nacional y la bendición de nuestro Hogar, tu Santuario, nos reconocemos un pueblo mariano que, en comunión, camina hacia Cristo. Educa nuestras familias, que ellas sean "el corazón de la Patria nueva", sal y levadura de un nuevo orden social en Argentina y en el mundo.
En comunidad fraterna te pedimos que despiertes la generosidad de nuestros jóvenes, para que atraídos por Jesús e iluminados por el Espíritu Santo, regalen a la Iglesia y a la Patria abundantes vocaciones, sacerdotales, religiosas y laicales. Madre y Reina: Desciende con tu Hijo a los caminos de nuestra Patria, y en nosotros recorre nuestro tiempo. Transfórmanos en apóstoles sencillos y solidarios, filialmente cercanos a nuestro Obispo, a nuestros sacerdotes y a nuestros consagrados. Así, en comunión, formaremos la Familia del Padre que tanto esperas.
En éste, tu Santuario, recibe esta corona que representa la disponibilidad de nuestro entendimiento y de nuestros bienes, al servicio del Reino de Dios en esta tierra. María, en comunión, te coronamos: ¡Reina de la Paz y de la unidad! ¡Contigo queremos adorar a tu Hijo! ¡Que reine en su Iglesia y en nuestra Patria Argentina! Amén
¡Gracias MTA por instalarte en este bello lugar!
Las campanas redoblaron seguidas de los vivos aplausos y ¡Vivas! que se escuchaban. Rostros emocionados miraban al cielo, agradeciendo a Dios Padre un año más de coronación. Por supuesto nadie se quedó sin saludar a la Mater en su trono, esta vez engalanado con una bella corona de flores. Todo fue una fiesta, quizás anticipando los próximos festejos que se sucederán con motivo del 25 aniversario de la bendición del Santuario de la Puntilla. Fue un hermoso comienzo para decirle a nuestra Madre: ¡Gracias por instalarte en este bello lugar!