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Los dos Nicolas, de Campanario, Chile, voluntarios en la Oficina de la JMJ en Colonia The two Nicolas, from Campanario, Chile, volunteers in the WYD Office in Cologne Die beiden Nicolas, aus Campanario, Chile, Langzeit-Voluntäre im WJT-Büro Köln |
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La Peregrina, coronada como „Reina y Madre de la JMJ“, peregrinó de oficina a oficina The Pilgrim MTA, crowned as “Queen and Mother of the WYD”, travelled from office to office Die Pilgernden Gottesmutter, gekrönt zur “Königin und Mutter des WJT”, wanderte von Büro zu Büro |
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Cada 18 del mes, los voluntarios latinos de Schoenstatt peregrinan hacia el Santuario de Colonia Each 18th, the Latin American volunteers make a pilgrimage to the Schoenstatt Shrine in Cologne An jedem 18. pilgerten die Langzeit-Voluntäre aus Lateinamerika zum Schönstatt-Heiligtum in Köln |
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Rosario Iluminado en el Santuario de Colonia, por la JMJ Illumined Rosary in the Schoenstatt Shrine in Cologne, for WYD Lichter-Rosenkranz im Schönstatt-Heiligtum von Köln, für den WJT Fotos: POS Fischer © 2005 |
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JMJ, José Luis Fontclara. Cada "18 de octubre", es decir, los días18 de cada mes, los voluntarios schoenstattianos de Latinoamérica celebran el día de Alianza de la manera acostumbrada en sus países... y el 18 especialmente, pero también todos los días, siembran la semilla de la Alianza en el lugar donde se prepara la Jornada Mundial de la Juventud. El 18 de julio llegó a Schoenstatt una Peregrina que estuvo desde mayo con una de las voluntarias schoenstattianas en Colonia, con un rosario con el símbolo de la JMJ, coronada como "Reina de la Jornada Mundial de la Juventud." José Luis cuenta como es el 18 en Colonia.
Celebramos el día de Alianza a "nuestra manera": nos vamos a cantar al Santuario de Colonia, que muchas veces se encuentra un poco solitario. Pareciera que espera nuestra visita: la Mater está siempre ahí, tal como lo está en Campanario, Chile; en el Santuario Joven, de Asunción, o en el de La Plata, en la Argentina, o en otros muchos lugares de nuestra querida América Latina. Este Santuario en Colonia se convierte para nosotros en el reflejo de nuestros países, allí nosotros hacemos patria… Cada 18 la Mater toma el lugar de nuestra mamá. En el Santuario le cantamos a Ella a lo "latino", esos cantos que encienden nuestros corazones y que cantábamos junto a nuestros hermanos de grupo en "nuestros Santuarios"; a Ella la abrazamos en nuestra soledad, que tiene para algunos 11 meses, otros 8, otros 6 y los "nuevos" 4 meses… allí lloramos nuestras dificultades en la oficina, los problemas culturales que se presentan al trabajar en un país lejano y con gente tan distinta a la nuestra, a Ella llegamos muchas veces abatidos, y Ella nos regala una de sus gracias que en este momento más necesitamos: el cobijamiento…
"Zu chic", con traje y corbata en la oficina ¡porque es 18!
Así cada 18 los 3 varones: Nicolás Valdivieso, Nicolás Frías y yo, nos vestimos con traje y la corbata y vamos a la oficina "Zu chic", muy elegantes, como nos dicen los alemanes, y todos nos preguntan ¿por qué?, la respuesta no se hace esperar: ¡hoy es 18, hoy es el día de Schoenstatt, día de fiesta! y a quien tiene ganas de oír, le explicamos lo que significa. Otros simplemente oyen por primera vez Schoenstatt y se van. y nosotros nos quedamos con la esperanza de que la Mater lo acoja como a nosotros…. Las chicas Manuela Mañanes (de la Argentina) y Christel Sonnekalb (de Venezuela) se ocupan de la Peregrina, ellas llevan la imagen oficina por oficina. Muchas veces se les pierde la Mater ¡algún fanático se la llevó!… y después vuelve a aparecer, habiendo regalado con seguridad alguna gracia en nuestra ausencia.
Celebrar Schoenstatt
Otra forma de celebrar Schoenstatt es que cada miércoles Manuela y Nico van a dar clases de guitarra a los otros voluntarios. Por supuesto lo que aprenden son nuestros cantos, los schoenstattianos, los que cantamos todos los domingos en nuestros Santuarios. Así cada 18 nos acordamos de por qué estamos aquí, de quién nos llamó y de cómo llegamos a esta oficina, y volvemos a salir reconfortados para seguir en esta tarea, que a medida que pasa el tiempo se va haciendo más difícil… Eso tiene Schoenstatt, esa gracia inmensa de tener el Santuario, que sea donde estés, te saluda siempre con la misma sonrisa hecha fachada, con el mismo cuadro hecho a la Virgen, y te recibe con los brazos abiertos, preparado para darte un nuevo abrazo, una nueva caricia, una nueva gracia, y ser tu familia, tus amigos y tu Madre por unas horas….
Un hijo de María nunca se perderá …