 |
 |
Participantes de la peregrinación de España, con el P. Josemaría García Participants of the pilgrimage from Teilnehmerinnen der Wallfahrt aus Spanien mit Pater Josemaría García |
|
 |
|
Encuentro con el Padre Kentenich – bajo la lluvia Meeting Father Kentenich – in the rain Begegnung mit Pater Kentenich – im Regen |
|
 |
|
Visita a „Schulungsheim“, donde el Padre Kentenich vivió entre 1965 y 1968 Visit to “Schulungsheim”, where Fr. Kentenich lives 1965 through 1968 Besuch im “Schulungsheim”, wo Pater Kentenich von 1965 – 1968 gelebt hat |
|
 |
|
Misa de Alianza en el Santuario Original Covenant Mass in the Original Shrine Bündnismesse im Urheiligtum |
|
 |
|
Encuentro Encounter Begegnung |
|
 |
|
Con la bandera en alto... UIT the banner held high... Mit der Fahne in der Hand… Fotos: POS Fischer © 2005 |
|
|
SCHOENSTATT, mkf. "Experimento a Schoenstatt cada vez con más emoción, alegría y paz" dice Maria Cristina Salamanca, de 83 años. Es la segunda vez que está en Schoenstatt, ahora como participante de la peregrinación de la Rama de Madres de España. "Cada vez que he venido, siempre se me ha dado una paz tan grande, amor y sueños positivos de mejorar mi vida diaria... Llevo a casa el amor enorme a la Virgen, nuestra Madre... me llevo las flores ¡todo el lugar!"
"¿Va a mejorar un poco el tiempo hasta el fin de semana?", pregunta bajo su paraguas una de las señoras españolas al acercarse a la estatua del Padre frente a la Casa Padre Kentenich. "Hay pronóstico de lluvia para toda la semana...", le contestan, "¡pero pidan a la Mater!" Lo hacen, y parece que con fuerza, porque el sábado 18 de junio cerraron su peregrinación con un día de fuerte sol y calor mediterráneo.
Del 13 al 18 de junio hicieron una semana de retiro y peregrinación las madres de Schoenstatt; comenzaron celebrando la Eucaristía en el Santuario Original donde sellaron y renovaron su Alianza, y cerraron su peregrinar el 18 de junio con la Sta. Misa de Alianza en el Santuario Original. "Volvemos a España desde ese lugar, de donde los congregantes partieron a la guerra. No vamos a la guerra sino a nuestra vida diaria donde queremos, como ellos, vivir de la fuerza de esa Alianza", dijo en su prédica el P. José María García. Contó que hace 20 años, en el centenario del Padre, el entonces Cardenal de Madrid le dijo: "Todo muy bello lo de Schoenstatt, pero ¿para qué me sirve Schoenstatt en mi diócesis?". No es un Santuario más, ya que hay montones de santuarios en España. No es la Virgen, siendo España un país muy mariano. ¿Qué es entonces? La Alianza, dijo él. "Queremos regalarle a España la Alianza, la Alianza con la Mater que nos hace vivir en alianza con Dios, con los demás...". Para muchas de las madres esa Misa en el Santuario Original fue el momento culminante de la peregrinación.
"Mis hijos, mis nietos, ¡a todos los quiero atraer a Schoenstatt!"
"El encuentro con el Padre me llenó de paz y de alegría", contesta una señora a la pregunta de cuál fue su experiencia más profunda de esos días. Teresa Soto Colón, de Sevilla (73 años), quiere "llevar a casa el amor que aquí respiramos, la unidad y protección de la Mater, el cobijamiento de ella que nos une al Padre Dios". Agrega: "Mis hijos, mis nietos, ¡a todos los quiero atraer a Schoenstatt!" "Poder estar en donde el Padre vivió", fue para otra de las participantes el momento culminante. "Es un lugar que te acerca a Dios y a la Virgen".
"Schoenstatt es un Movimiento mariano del que veo que saldrá mucho fruto para todo el mundo", dice una señora de Barcelona que participó la primera vez en una peregrinación a Schoenstatt. "Soy madre de familia numerosa y abuela," dice una señora de Madrid, de 74 años. "Me llevo el optimismo de pensar que se pueden hacer muchas cosas con la ayuda de la Mater, tratando de influir en nuestro entorno tanto familiar como social."
"Pido a la Mater poder volver"
Leticia Allende, madrileña de 52 años estuvo por primera vez en Schoenstatt. Resume así su experiencia: "Llevo a casa la certeza de que Dios me quiero tal como soy"
"Me llevo el corazón lleno de alegría", dice otra, y Rosa Jardín Aranga, de 57 años, simplemente dice: "Como es la primera vez que vengo todo me ha impactado, sobre todo el Padre Kentenich, como nos acogen sus ojos y sus manos".
Rosario Márquez, de 78 años, sólo hace un comentario: "Pido a la Mater poder volver".