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 published: 2005-05-03

"En el medio", no "solamente" cerca

La Juventud de Schoenstatt de Alemania espera con alegría al nuevo Papa en la Jornada Mundial de la Juventud. Y se lo han demostrado también en Roma

Juventud de Schoenstatt en Roma, 24 de abril de 2005

Schoenstatt Youth in Rome, April 24, 2005

Schönstattjugend in Rom, 24. April 2005

 
 

Schoenstatt en el corazón de la iglesia

Schoenstatt in the Heart of the church

Schönstatt hineintragen ins Herz der Kirche

 
 

Benedicto XVI, tu juventud alemana te saluda!

Benedict XVI, your German youth welcomes you!

Benedikt XVI, deine deutsche Jugend freut sich auf dich!

 
 

Alegría misionera

Missionary joy

Ansteckende Freude

 
 

Afiche de la diócesis de Roma

Poster by the diocese of Rome

Poster der Diözese Rom

 
 

Joven con el „Osservatore Romano“

A young man with one of the special issues of the “Osservatore Romano”

Selig, wer eine der begehrten Sondernummern des Osservatore Romano erwischt hat

Fotos: Baumgarten © 2005

 

ROMA – FULDA, Eva-Maria Baumgarten. "ˇHabemus Papam! ˇTenemos un nuevo Papa!" Palabras que definieron las dos últimas semanas y que pusieron al mundo entero en movimiento. Así también lo hizo la Juventud de Schoenstatt de las diferentes regiones de Alemania. "De todos los rincones de Alemania llegaba la Juventud schoenstattiana a Roma y quería solamente una cosa: unir su alegría a la de la Iglesia y acompañar al Papa Benedicto XVI en su pontificado", según Verena Böhm, de 23 años, quien se unió a un grupo de la diócesis de Fulda y se puso en camino hacia Roma para estar en medio de todo. "Tenemos un nuevo Papa y es alemán. Inconcebible. ˇEstamos en camino a la Jornada Mundial de la Juventud y llega un Papa alemán!"

No se planificó mucho y ya la noche del jueves, cuando el último grupo se decidía a unirse, había algo seguro: "Debemos mostrarle al Papa Benedicto que puede contar con nosotros, que la Juventud de Schoenstatt alemana lo acompaña y pone muchas esperanzas en él, como lo hizo con su predecesor" fundamentaba una joven su viaje espontáneo a Roma. "Todo lo demás era secundario. Alojamiento no necesitamos, finalmente es mucho más importante conseguir un buen puesto para ver al Papa y para mostrarle que estamos ahí. Sabíamos que nuestro deseo era utópico, pero soñar no cuesta nada".

Para el grupo de Fulda la primera estación en Roma fue el Santuario Cor Ecclesiae. Luego del largo viaje, al fin en casa, decir "hola" y llevarle nuestros anhelos a la Mater en el Santuario. A lo largo del fin de semana se demostraría en muchos puntos que Ella es quien se preocupa de una manera perfecta y que conduce hacia el corazón de la Iglesia.

No necesitamos alojamiento...

No, aún el sábado por la noche no tenían realmente ningún lugar de alojamiento, todas las ofertas fueron descartadas a lo largo del día, ya que quien quisiera un buen lugar debía buscarlo mejor en una esquina en las cercanías de la Basílica de San Pedro, donde se podría cerrar los ojos por pocas horas. "Nuestra "acera" estaba a 10 minutos del Vaticano, hasta que pasó por allí una colaboradora del Vaticano e invitó a su casa a las "Papa girls", como nos llamó. Una noche de alojamiento, con desayuno incluido el día domingo a las cinco de la mañana. Fue un regalo encontrar a esta señora, quien hasta tarde en la noche nos relató sus encuentros personales con el Papa Juan Pablo II, y que estaba muy feliz de poder alojar a jóvenes de la tierra del Papa Benedicto XVI". Con entusiasmo y gratitud recuerda Verena Böhm esta experiencia.

En el centro. Corazón de la Iglesia

"Alrededor de las cinco nos llegó la noticia: "está todo lleno, si quieren alcanzar a ver la Basílica de San Pedro deberán apurarse". Era más fácil decirlo que hacerlo. Todos los caminos que teníamos para llegar desde nuestro lugar de alojamiento hasta la Basílica estaban bloqueados y todo ruego y petición no impresionaban a los carabineros. Alrededor de medio Vaticano rodeado de banderas, pañuelos, carteles y en algunas esquinas de las calles parecía llegarse al final. Un bloqueo, masas de personas, y ninguna vista a la basílica, solamente en una pantalla. Si no nos hubiéramos separado del resto del grupo, entonces..., pero nuestros pensamientos no debían continuar. Cerca de las 6.30 se abrió la primera valla, pero luego de 200 metros de distancia había otra. Otra espera y aún no se veía la Basílica. Poco a poco se abrían los obstáculos y cuando de repente vimos delante de nosotros la columnata, no podíamos creer lo que veían nuestros ojos. Con esa ubicación estábamos más que contentas. Era cómico, pero todo se seguía moviendo hacia delante: vigilantes, policías, personas que daban indicaciones... y entonces pasó lo incomprensible. Dejar las mochilas, sacar las banderas y pasar por los controles de seguridad. De repente estábamos en medio de los lugares vacíos de la plaza de San Pedro y entre los obstáculos llegamos a la quinta fila de asientos. ˇEstábamos realmente muy adelante, en medio de los acontecimientos e indescriptiblemente felices!"

"Benedetto, Benedetto", nos alegramos por Colonia

"Constantemente llegaban personas de distintos países y nos felicitaban a nosotras, alemanas, por "nuestro Papa". "ˇViva il Papa!" se oía por toda la plaza y aún tiene una la alegría ante sus ojos y en el oído el eco de las voces que repetían "Benedetto, Benedetto". Algunos encargados del orden no veían con mucho agrado que cinco chicas de Fulda llenas de orgullo con sus banderas de Schoenstatt y de Alemania se pusieran de pie y gritaran "Benedetto", especialmente en el momento en el que el Papamóvil pasó por la multitud y directamente cerca de ellas. "Sí, pasó a una distancia de 1,50 metros y nos bendijo. Nadie contaba con ello y nadie se atrevió siquiera a tener esa esperanza. Es prácticamente imposible describir en palabras el ambiente que se vivía en la Plaza de San Pedro, cómo esta sencilla celebración nos llegó, nos conmovió. En dos cosas coinciden las "Papa girls" luego de esta experiencia: Primero: durante las 57 horas que estuvimos en camino, la Sma. Virgen se preocupó de modo increíble por todo y nos mantuvo en su mano. Segundo: somos afortunadas por tener a la Iglesia, porque tenemos Papa, porque este Papa es Benedicto XVI, a quien podremos saludar en Colonia en la JMJ y que vendrá con nosotros a adorar a Jesús, así como lo mencionó en la ceremonia de inicio de su pontificado: "Así, hoy, yo quisiera, con gran fuerza y gran convicción, a partir de la experiencia de una larga vida personal, decir a todos vosotros, queridos jóvenes: ˇNo tengáis miedo de Cristo! Él no quita nada, y lo da todo. Quien se da a Él, recibe el ciento por uno. Sí, abrid, abrid de par en par las puertas a Cristo, y encontraréis la verdadera vida. Amén". (Papa Benedicto XVI)

Traducción: Vanessa Franke, Emmelshausen, Alemania



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Last Update: 03.05.2005 Mail: Editor /Webmaster
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