Una gran demostración del amor a la MaterCelebración del Día de la Madre en Schoenstatt-Guayaquil |
ECUADOR, Santiago Pinto. Como ya es costumbre desde hace 26 años, se celebra en Guayaquil la Peregrinación al Santuario de Schoenstatt por el Día de la Madre, la cual culmina con una Sta. Misa, celebrada este año por Mons. Roberto Pazmiño. A esta gran demostración de amor a nuestra querida Mater asistieron más de 4.000 personas provenientes de diversas partes de la ciudad e inclusive del país. Fieles de diversas parroquias y grupos apostólicos acuden peregrinando al Santuario desde varios puntos de la ciudad. La Juventud Apostólica de Schoenstatt en Guayaquil también realizó una peregrinación desde la Iglesia de la Alborada ubicada a unos 5 Km. del Santuario. Algunos integrantes de la Juventud Masculina de Schoenstatt eran los encargados de cargar una imagen gigante de la Virgen Peregrina. La gente empezó a llegar al punto de partida desde las 4.30 de la mañana y a las 5.00 se dio inicio a la peregrinación que duraría una hora y cuarenta y cinco minutos aproximadamente, justo a tiempo para llegar al Santuario y dar inicio a la Sta. Misa a las 7.00 de la mañana. Cálida bienvenidaLa familia de Schoenstatt de Guayaquil se preparó con mucho amor para recibir a todos los peregrinos que llegaron a rendir homenaje a la Madre del Cielo. A cada persona que llegaba se le entregaban cancioneros y tarjetas con la oración que motivó los aportes al capital de gracias para la realización de este gran evento. "Con María, vamos a adorarlo"Este fue el lema de la peregrinación de este año. Durante la homilía, Mons. Pazmiño destacó que "María fue la primera en adorar a Jesús, la primera creyente, su gran fe le hizo comprender todas las maravillas que hizo el Señor en Ella, y por tal motivo venimos a ponernos en sus manos para a adorar al Señor". Antes de concluir la Santa Misa, aproximadamente 40 jóvenes seminaristas de Guayaquil se acercaron al altar y junto con Mons. Pazmiño y las personas presentes, se realizó una adoración especial a Jesús Sacramentado. Después de la bendición final los asistentes hicieron una larga fila y pacientemente esperaron su turno para ingresar al Santuario y saludar a María. |
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13.05.2005
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