¡Como ofrecerle una silla a la paz!Se construye en Burundi un centro de formación para la paz |
BURUNDI, Hna. M. Lisette Seitzer / mkf. Quien oye hablar de Burundi, piensa inmediatamente en guerra civil, refugiados, atentados, tiroteos, una pobreza que clama al cielo. Quien oye hablar de Burundi, piensa también en varios miles de personas que participan de una Sta. Misa por la paz en la Iglesia de peregrinos en Monte Sión Gikungu, piensa en ministros y obispos en el Santuario, piensa en los cuatrocientos cuarenta y seis grupos de la Juventud Femenina de Schoenstatt que convocan a más de trece mil niñas, piensa en el país que tiene, en todo el mundo, la más alta densidad de schoenstattianos por kilómetro cuadrado... Actualmente se construye, junto al Santuario y a la iglesia en Bujumbura, un Centro para la paz, un lugar de encuentro para los niños, la juventud, las madres y las familias, que aspira a brindar una formación cultural y religiosa. Un centro que debe respaldar el trabajo por la paz que hace la Mater desde el Santuario. La obra comenzó en febrero de 2005, y la casa debe estar terminada el próximo año. Quien lo desea puede donar una silla o una oración por este Centro para la paz. Las Hermanas de María de Schoenstatt trabajan en Burundi desde 1962. Junto a su tarea con los enfermos (unidad ambulatoria y de atención a parturientas), sobre todo en Mutumba, también fue muy importante para ellas, desde el inicio, la formación de los niños, las jóvenes, las madres y las familias. Tienen una unidad misionera en Mutumba, 25 Km. al sur de Bujumbura. Tenían otra en Karinzi, que debieron cerrar en 1997, después que la Hna. Claudine, partera y directora de la unidad de atención a parturientas, murió en la guerra por causa de una mina. En 1996 compraron una casa en Bujumbura – Gikungu, cerca del Santuario y de la gran Iglesia de peregrinos, que fue inaugurada por los Padres de Schoenstatt en 2002, y que también está al servicio de la diócesis. Desde entonces ellas trabajan desde allí con aproximadamente novecientos grupos de niños, juventud y madres en todo el país. En total hay en los grupos aproximadamente 18.590 mujeres, chicas y niños. Además, hay peregrinaciones y jornadas abiertas. Un lugar de encuentro en el corazón de la ciudadDesde 1993 Burundi está en guerra civil. Los conflictos étnicos se concentran sobre todo en la capital, Bujumbura. Tanto las Hermanas como los Padres de Schoenstatt ven en esto un gran desafío: construir aquí un "Centro para la paz" donde se encuentren los hombres de todas las etnias, obreros y empleados, pobres y ricos, y aprendan a valorarse y amarse mutuamente. La Iglesia de peregrinos, el Santuario y el futuro Centro para la paz están justamente en el punto de intersección de la población urbana y rural de la ciudad de Bujumbura. Aquí se encuentran personas de todos los estratos sociales, de la misma edad y de todas las parroquias de la diócesis. La Iglesia de peregrinos ofrece muchas nuevas posibilidades de brindar a la gente vivencias religiosas y formación. El Obispo de la diócesis de Bujumbura ya tuvo aquí muchos encuentros importantes. El sitio se transforma cada vez más en un lugar de encuentro donde se puede experimentar que es posible la unidad en Dios. Como Bujumbura es la capital del país y está ubicada en el centro del territorio, es posible atender desde allí no solamente a los niños, jóvenes y madres de la ciudad, sino también a personas del interior, a las que se les puede enviar material educativo y también pueden llegar hasta el Centro. Ante todo allí se deben formar dirigentes que capaciten a las jóvenes y a las madres a dirigir los grupos del interior del país en forma autónoma. La casa debe también dar oportunidades de ofrecer cursos a las mujeres y a las madres que las ayuden a mejorar su nivel de vida, como por ejemplo cursos de costura, de pedagogía para la educación de los niños y los jóvenes, y también de alfabetización. Una casa en la que la gente pueda sentirse en su hogarEstá pensada para que haya unos cien lugares para pernoctar, como también salas para conferencias, reuniones de grupos, comedor, y alojamiento para colaboradores. Cuando la casa esté lista, aún habrá que equiparla. Se necesitan, por ejemplo, 24 literas (cuchetas) para 48 personas, y 24 camas matrimoniales para las familias, 16 camas para colaboradores y personal. Y para todas estas camas se necesitan colchones, almohadas y sábanas. También cien sillas para la sala de conferencias, cien para el comedor, cien para los dormitorios, mesas para el comedor y para la sala de conferencias... "Estaríamos agradecidos si encontráramos amigos que quisieran donar una silla, una litera, una cama matrimonial, o una mesa para Burundi" dijo la Hna. Lisette cuando habló del proyecto con la Oficina de Prensa de Schoenstatt. "Una silla costaría 10 €..." Una mesa: 40 €; una litera 100 €. Quizás algunos amigos puedan ofrecer una silla por la paz, para que ella pueda sentarse en Burundi... Traducción: aat, Argentina Donaciones:Casa de misión, |
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25.05.2005
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