ALEMANIA, Christel Rathgeb/mkf. Fue un riesgo, algo muy distinto a lo habitual. Después de largas consultas con el "Equipo de estrategias" de la región de Rottweil, Oberndorf y Schramberg la rama de madres de Schoenstatt transformó su tradicional jornada comunitaria en una oferta abierta para todas las mujeres. La finalidad era dar a conocer Schoenstatt ampliamente y que las mujeres de todos los estados de vida que participen, puedan cambiar su vida diaria en forma positiva. Y el riesgo dio un buen resultado. Llegaron muchas mujeres entusiasmadas al centro de Rottweil-Bühlingen.

El tema del año: "Encuéntrate con Cristo y serás una bendición", se reformuló para hacerlo comprensible a todas: "A ti te ha enviado el cielo". Esta expresión es conocida popularmente, con seguridad muchas ya la utilizaron, y esto llevó directamente al tema. La jornada se dio a conocer en el diario. Las madres del Movimiento de Schoenstatt arreglaron de tal forma la sala que grupos de 6 a 7 señoras podían sentarse en torno a mesas bien decoradas. La Hermana Miriam preparó una charla. Y hubo que esperar ansiosamente ¿llegaría alguien? El riesgo valió la pena: llegaron muchas mujeres, que quedaron encantadas con la jornada.

Enviados por el cielo.

"A ti te ha enviado el cielo", una frase en la que está implícita la ayuda imprevista, la benevolencia y el cariño. Mediante el Vía Crucis, la Hermana Miriam muestra a personas "enviadas por el cielo" para acompañar a Jesús en su pasión. Allí está su Madre, María, que animosa lo acompaña en el camino. Ella no puede evitar el hostigamiento del pueblo, pero está ahí. También nosotros estamos quizás en situaciones en las que podemos acompañar a personas en un camino difícil, estar incondicionalmente a su disposición y ser para ellos como "enviados del cielo", explicó la Hna. Miriam.

Después de la conferencia, las participantes dialogaron hasta la pausa del café. Terminaron con una meditación y una oración. El clima fue agradable, se podía experimentar una verdadera camaradería. Se escucharon ecos positivos en la conversación posterior. "En mi mesa dos señoras dijeron que con gusto participarían en jornadas como esta al menos dos veces por año", contó una de las responsables, y agregó: "Estamos muy agradecidas a la Sma. Virgen que nos haya mostrado este camino. Con gusto queremos seguirlo".

Simón de Cirene es para Jesús un hombre así: él fue obligado por los soldados a llevar la cruz de Jesús. Tenía dos opciones: despreciar a Jesús o ayudarlo. Nosotros también podemos encontrar a quienes necesitan de nuestra ayuda y solidaridad y también tenemos esas dos opciones. Verónica, una mujer compasiva y sensible se abre paso entre la gente y le entrega a Jesús un paño para secar la transpiración y la sangre de su rostro. Estamos invitados a descubrir las pequeñas cosas de la vida diaria, a ayudar a los demás, hacerles el bien y ser para ellos una bendición. ¿Qué se me regala a mí? Seguridad, calma, alegría, paz, amor al prójimo, que nos hace capaces de amar y sufrir con los demás. Y esto trae consigo la liberación del girar interminablemente en torno a mi misma y a mi propio bienestar.

Traducción: Maria Gabriela Kyling, Valdivia, Chile