SCHOENSTATT, mkf. Tras la lluvia de la noche anterior, el cielo amaneció nublado el domingo, de madrugada. Se ha producido el cambio de hora habitual en el tiempo de verano, y por tanto aunque el reloj dice que son las 5.50 hs. en realidad son las 4.50; está oscuro, casi no se distingue el camino... Por todos lados, silenciosamente, van apareciendo pequeños grupos de personas, que se dirigen a la Iglesia de Peregrinos. La única luz que hay procede de un fuego... el fuego pascual. "Fue la primera vez que viví la Vigilia Pascual en la madrugada", comenta más tarde Luise Wolking. "Fue increíble, algo muy fuerte...".

En medio de una oscuridad total, comienza el rito de la Vigilia Pascual: se enciende el cirio, se encienden las velas de los participantes... "Lumen Cristi... Deo gratias" – Luz de Cristo... Demos gracias a Dios. No se ve ni una estrella, sólo la luz del cirio pascual y de las velas ilumina la noche. En esa mezcla de cansancio, frío y penumbra, el brillo fascinante de la luz que irrumpe en la oscuridad, despierta la sensación de estar viviendo algo grandioso... Y así es. Estamos ante el acontecimiento más grandioso de toda la historia: la resurrección de Jesús.

Un pequeño coro, con órgano y flauta, acompaña la celebración de la Vigilia Pascual. Hay unas 100 a 120 personas en la Iglesia de Peregrinos... poca cantidad de gente como para llenar una Iglesia tan grande, lo que en esa madrugada de Pascua se transforma en misión: Haz que a través de Schoenstatt vuelvan a llenarse las amplias naves de la Santa Iglesia...

Recién al momento de la consagración comienza a surgir, muy tenue, la luz del sol, en medio de un cielo aún cubierto de nubes, que lentamente va haciéndose cada vez más azul...

La paz de Cristo

Un clima intenso se experimenta al desearse unos a otros la "paz de Cristo". Culminando la Vigilia, el Padre Franz Widmaier bendice, como de costumbre, los canastos con pan, dulces y huevos multicolores, procediendo luego, junto con el P Egon Zillekens, a brindar nuevamente un "Saludo de Pascua, saludo de paz", regalando a cada participante de la Vigilia Pascual un huevo de color. "Jesús ha resucitado verdaderamente", afirma un señor joven, "nunca lo experimenté tan profundamente como hoy" – "Ciertamente este horario no va conmigo", comenta otra señora, "me costó muchísimo levantarme tan temprano, pero valió la pena. Fue una experiencia muy fuerte de la Pascua". Al abandonar la Iglesia, pueden verse ya unos tímidos rayos de sol...

A las 10.30 hs. se celebra la Misa Festiva de Pascua para las familias, en la Iglesia de Peregrinos, a la que asisten varios niños, algunos muy pequeños aún. El Padre Franz Widmaier dirige su prédica a los niños de edad y a los niños ante Dios, en la que con palabras sencillas habla sobre la nueva vida en Cristo. Aunque a decir verdad, la prédica más hermosa tuvo lugar antes, cuando una pequeña conquistadora del mundo, de algo menos de 2 años de edad, en medio de su "expedición" por la iglesia descubrió a su papá leyendo la lectura... Sin perder un instante, a gatas supera el obstáculo del escalón, ¡y, feliz de la vida, se sienta a los pies de su papá!

Un triunfante jardín florece del Viernes Santo

Tras la renovación de las promesas bautismales, se invitó a todos a persignarse con el agua bendita en la noche de Pascua. Es imponente la unción con que la gente se acerca a las pilas de agua bendita – aún cuando muchos de ellos, más tarde, no se no se adelantan para recibir la comunión. Es ése el sentido que hay detrás de estos gestos, que cada vez más se incorporan a las misas en la Iglesia de Peregrinos: ofrecer instancias de participación a quienes por diversos motivos no se acercan a recibir los sacramentos...

Al momento de presentar las ofrendas, varios niños - los más pequeños acompañados con ternura por la Hermana Bernadette-Maria – se dirigen al altar llevando en sus manos un cirio bautismal, una prenda bautismal, flores, una pelota y otros símbolos, transformando así el sepulcro de Cristo – elaborado el Viernes Santo a partir de símbolos también - en un triunfante jardín.

Antes de finalizar la Misa, ¡cada uno de los chicos recibió "orgánicamente" un huevo bendito!

Fueron bendecidos, a su vez, en esta Misa dos pequeños cuadros de la MTA. Horas antes, el sábado por la tarde, una señora escribió un e-mail a la Oficina de Prensa: "Acabo de descubrir recién Schoenstatt en el Internet, lo que me emociona mucho. ¿Podrían enviarme dos cuadros de la Madonna de Schoenstatt? Quisiera regalárselos a mis nietas, que el sábado 2 de abril recibirán la primera comunión. Durante los últimos años de la guerra, hace más de 60 años, sellé, junto con mi grupo de chicas aquí en Neheim, una Alianza de Amor con la Madonna de Schoenstatt en la capilla del hospital San Juan. Más tarde perdí contacto con el Movimiento, pero hasta el día de hoy conservo el cuadro de la Madonna de Schoenstatt que recibimos aquel día, y quiero que Ella ahora acompañe también a mis nietas...". Así como uno conserva su cuadro, la Mater "guarda todas esas cosas en su corazón", y se mantiene fiel a su alianza... Como el Padre dijera un día: No olvide que no sólo usted ha sellado una alianza con la MTA sino que Ella ha sellado una alianza con usted - y Ella es la Virgen siempre fiel...

Cacería de huevos protagonizada no sólo por niños...

Después de la Misa, alentados por las Hermanas, todos los niños (y no tan niños!) emprendieron una cacería de huevos... El gerente de un supermercado en Coblenza regaló una enorme cantidad de chocolates, ¡a la espera ahora de ser descubiertos por los chicos! La alegría de buscar... y encontrar el tesoro de chocolate es un gozo indescriptible, compartido por niños y adultos. Y como para poner aún más de manifiesto la alegría pascual, ¡por fin salió el sol!