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 published: 2005-02-02

"Cada una de las 146.099 firmas reunidas simboliza un testimonio, una conversación, que puede llegar a cambiar la opinión pública, a favor de la vida"

Un día en Berlín: el 3 de febrero de 2005, unos 20 periodistas cristianos, representantes de entidades católicas y consejos, hicieron entrega al Presidente del Parlamento, señor Thierse, de 149.099 firmas contra el aborto tardío, un testimonio ante la sociedad de su fuerte compromiso con la vida

“La ventana al cielo...” – entrega de 146.099 firmas contra el aborto tardío, en Berlin, Alemania

“The window to heaven – photo”: presentation of 146,099 signatures against late abortion in Berlin, Germany

“Das Fenster zum Himmel- Bild”: Übergabe von 146.099 Unterschriften gegen Spätabtreibungen in Berlin

 
 

Discurso de Dr. Christoph Braß, portavoz de la iniciativa

Speech of Dr. Christoph Braß, spokesperson of the initiative

Rede von Dr. Christoph Braß, Sprecher der Initiative

 
 

Charla de Wolfgang Thierse

Speech of Wolfgang Thierse

Antwort von Wolfgang Thierse

 
 

Entrega de las firmas al Presidente el Parlamento de Alemania, Wolfgang Thierse

Presentation of the signatures ot the President of the German Parliament, Wolfgang Thierse

Übergabe der Unterschriften an den Präsidenten des Deutschen Bundestags, Wolfgang Thierse

 

La delegación de la iniciativa

The delegation of the initiative

Die Delegation der Initiative

Fotos: POS Fischer © 2005

Más fotos – more photos – mehr Bilder

 

ALEMANIA, mkf. Una de las fotos tomadas durante la entrega de las 146.099 firmas contra el aborto tardío - recogidas a través de la iniciativa conjunta de periodistas cristianos, representantes de entidades católicas y otros grupos del quehacer nacional– puede ser considerada como un símbolo de lo que significó este instante. La foto muestra las firmas, apiladas en montones, sobre el escritorio de Walter Thierse; al f ondo, a través de una ventana puede verse un magnífico paisaje de Berlín, la nueva capital que creció en torno al lugar que hasta hace 15 años estaba delimitado por el muro, bajo un cielo azul que parecía presagiar la llegada de la primavera en el mes de febrero... y recortadas sobre el ventanal pueden verse también, en sombras, las siluetas de hombres y mujeres que a través de sus diversas tareas, objetivos y posibilidades, dieron todo de sí a fin de hacer posible esta "declaración a favor de la vida". Los veinte minutos compartidos con el Presidente del Parlamento, señor Thierse, no tuvieron como objetivo promocionar la visita de los diversos periódicos, lectores, organizaciones ni grupos que en un esfuerzo mancomunado se abocaron a recoger firmas, sino promover el anhelo en común: que los políticos y muchos otros en la sociedad comprendan que hay gente que no está dispuesta a bajar los brazos y resignarse ante la posibilidad de que los bebes discapacitados sean víctimas del aborto en momentos en que pueden valerse por sí mismos fuera del seno materno – condenando, así, la forma más despiadada de aborto, a través de un claro manifiesto a favor de la dignidad y el valor de la vida de cada ser humano en particular desde su mismo comienzo.

Las medidas de seguridad fueron intensificadas en Berlín, la capital de Alemania, el día previo al arribo de la Secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, en su visita a Alemania. Los agentes de seguridad revisaron a los cuatro pasajeros llegados desde Schoenstatt en busca de tijeras, alfileres, biromes y llaves, sin prestar atención a una caja que contenía "dinamita" – más de 7.000 firmas, el 5% del total de firmas recogidas a lo largo de cuatro intensas semanas a través de la iniciativa "Signo de Luz", que contó con el apoyo de muchos integrantes del Movimiento de Schoenstatt. Dinamita no destinada a destruir sino a hacer volar por los aires el manto de silencio que cubre el tema del aborto, y el aborto tardío en particular, en Alemania.

"Cada una de las 146.099 firmas reunidas simboliza un testimonio, una conversación, que puede llegar a cambiar la opinión pública, a favor de la vida", fue el comentario de uno de los periodistas editores del Semanario Católico alemán, al momento de congregarse los representantes de los diversos grupos reunidos para esta iniciativa en los salones de la Academia Católica de Berlín, el 3 de febrero a las 10 horas... mientras contaban y recontaban el número de firmas de entre las pilas de listados que cada uno de ellos cargaba, que más tarde fueron depositados en cajas postales amarillas, a la par que el Dr. Christoph Braß tipeaba las cifras en la planilla de su computadora.

Haciendo entrega de las firmas en el "Reichstag"

Símbolo del pasado histórico, en parte sumamente doloroso para el pueblo alemán, y de un sueño hecho realidad cuando ya casi nadie guardaba esperanzas – el sueño de una nueva Alemania, libre y unida: el "Reichstag", en Berlín, sede del Parlamento alemán, una mezcla de estilos arquitectónicamente audaz, construido en piedra y cristal. Una lluvia incesante, bajo gruesos nubarrones, se abatió sobre la ciudad temprano por la mañana ese día, dando paso poco después a un cielo intensamente azul, que vio llegar al pequeño grupo de gente que se acercaba al "Reichstag". En las décadas de los años setenta y ochenta, la gran mayoría del pueblo se había resignado a la coexistencia de dos estados alemanes, así como temprano por la mañana, ese día, casi todos se habían resignado ante la perspectiva de un día lluvioso y desapacible. La realidad cambió... inesperadamente, y aunque el clima primaveral en el mes de febrero fue tan sólo un regalo, la unidad de Alemania se hizo realidad gracias al empeño de muchas personas que jamás cejaron en su sueño de libertad y que estuvieron dispuestas a jugarse por él, llegado el momento. Hoy día, en el año 2005, la inmensa mayoría del pueblo alemán, políticos y ciudadanos comunes, incluso los de fe cristiana, se han resignado a la realidad del aborto en Alemania, estimando imposible un cambio en las leyes y su práctica. Pero aún así, hay quienes se mantienen firmes en sus principios y creencias, unas 150.000 personas que evidentemente no están convencidas de que lo que es común sea "normal" ni mucho menos humano; 150.000 personas que un día – Dios quiera – no sólo tendrán el gozo de contemplar el cambio sino que ellos mismos habrán formado parte de ese cambio, y que hoy día tienen la conciencia tranquila de haber hecho al menos todo el esfuerzo posible de su parte...

El Presidente parlamentario, Walter Thierse, dio una cálida bienvenida a la delegación, dejando en claro que no le era posible ni de esperar ningún comentario de su parte al respecto – debido a la imparcialidad que se deriva de sus funciones – pero que se alegra ante la iniciativa, como clara manifestación que es de los valores que "la política requiere a la vez que se ve imposibilitada de impulsar, que la política precisa encontrar latente en la sociedad". Se hallaban presentes en el lugar representantes de los principales medios de comunicación del país, y tanto la conferencia de prensa ofrecida por los líderes de la campaña de firmas como la que ofreciera Maria Böhmer, del partido conservador, en relación a esta iniciativa, salieron al aire ese mismo día por la noche, cuando la delegación de Schoenstatt iba de camino a casa.

Llamados a defender la vida de cada ser humano

En una evaluación que se llevó a cabo en forma imprevista, los iniciadores decidieron en forma unánime continuar adelante con la campaña, que en muchos círculos de gente y en diversos lugares está recién a sus comienzos. El cierre de la misma será el 31 de marzo, días antes a que el parlamento ponga punto final a su debate sobre el tema. Hay un fuerte anhelo de abrir la iniciativa a nivel ecuménico e invitar también a otros Movimientos a sumarse a ella.

Al caer el día, la pequeña delegación schoenstattiana intentó hacer también una evaluación de lo sucedido, con todos los esfuerzos, éxitos y fracasos implicados. Valió la pena ir a Berlín, concluyeron, aunque más no sea para hacernos presentes allí y formar parte del "manifiesto público" a favor de la vida y en contra del aborto tardío. Al mismo tiempo, implica también el desafío de seguir adelante con nuestro servicio desinteresado de ayuda a mujeres embarazadas en estado de necesidad, y es una forma de dar a conocer la visión de Schoenstatt sobre la vida y la dignidad humana en "Berlín", el corazón político del país, a través de una acción llevada a cabo en alianza con muchas otras personas de buena voluntad que aman la vida.

Traducción: mca, Argentina



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Last Update: 09.02.2005 Mail: Editor /Webmaster
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