Encuentro de Navidad en Liebfrauenhöhe Christmas Singing at Liebfrauenhöhe Weihnachtssingen auf der Liebfrauenhöhe
Pesebre Crib Krippe
Vinculación con la Jornada Mundial de la Juventud Linking Christmas to World Youth Day Verknüpfung mit dem Weltjugendtag
Ofertas internacionales International gifts Internationaler Gabengang
Es la hora de los pequeños It is the hour of the children Es ist die Stunde der Kinder
Me gusta... Don’t disturb me now... Kleiner Genießer Fotos: Wallfahrt LH © 2005

ALEMANIA, Hna. M. Bianca. Del 2 al 6 de enero de 2005 se realizaron los tradicionales encuentros navideños, organizados por las Hermanas de María, en el sur de Alemania: Liebfrauenhöhe, Ergenzingen cerca de Rottenburg. Tanto los niños como los adultos acuden masivamente en estos días, siguiendo a la estrella como los tres Reyes Magos. El centro de los encuentros navideños de este año ha sido el lema de la Jornada Mundial de la Juventud, que se hará en Colonia en el próximo mes de agosto: "Hemos venido a adorarlo"

Mientras se presentaba y explicaba el símbolo de la JMJ, la comunidad rezó y cantó con fuerza para homenajear al Niño en el pesebre. La culminación del encuentro navideño fue una procesión internacional al pesebre para ofrecer sus dones. Había personas de Europa, Asia, África y Sudamérica que presentaron ofrendas típicas de esos continentes. Fue una hermosa experiencia para los participantes extranjeros. Estaban orgullosos de poder representar a su tierra.

Los niños, presentes en gran número, fueron invitados a participar en un juego rítmico y a una procesión por la iglesia.

Llamó la atención la Jornada Mundial de la Juventud

Una joven madre dijo después de la celebración, mientras tomaba el té con masitas que se ofrece al final: "Aquí se puede prolongar la vivencia de la Navidad"

A muchas personas les llamó la atención el tema de la JMJ y se inspiraron en esto para hacer algo en sus parroquias.

El 6 de enero los niños recibieron en el Santuario la bendición especial para ellos, al finalizar el encuentro navideño. El Santuario tendría que haber sido por lo menos el doble de grande para poder contener a los que aceptaron ese ofrecimiento.

Se veían rostros alegres en grandes y chicos, y con "el sabor celestial" del ponche y de las masitas "del año pasado" (¡2004!), redondearon el encuentro navideño.