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 published: 2004-12-10

La fuerza de su Campaña

El João Luiz Pozzobon que conocí

Don Joao Pozzobon, iniciador de la Campaña del Rosario

John Pozzobon, initiator of the Schoenstatt Rosary Campaign

Joao Pozzobon, Initiator der Kampagne der Pilgernden Gottesmutter

Foto: Arendes © 2004

 

BRASIL, Teresinha M. B. Mota. Sólo conocí a Don João Pozzobón a través de los libros que escribió el P. Esteban Uriburu, Padre de Schoenstatt argentino quien en 1985 publicó "140.000 Km con la Virgen" y en 1989 "Héroe hoy, no mañana". La lectura de estas biografías, sin embargo, son suficientes para revelar ante nuestros ojos la imagen de este hombre, aparentemente insignificante pero con una trayectoria tan excepcional que motivó la apertura de su proceso de canonización. Hoy, con la venia oficial, Don João Pozzobón ya puede ser honrado con el título de "Siervo de Dios".

Repasando el conjunto de virtudes de esta singular figura, practicadas en grado heroico o, al menos, con gran perseverancia, según los datos biográficos, nos lleva a hacer algunas reflexiones basadas en una admiración que crece a medida que uno lo va conociendo más a través de los recuerdos de aquellos que convivieron con él. João Pozzobon se expresaba mal, leía poco y escribía con cierta dificultad. Se acercó al Movimiento de Schoenstatt casi por una casualidad geográfica, ya que vivía apenas a unos cientos de metros del Santuario. Habiendo colaborado en la construcción de la Casa de retiros de los Padres Pallottinos y del Santuario Tabor, en Santa María, tuvo la oportunidad de asimilar las enseñanzas de los Padres Pallottinos, que adherían a la espiritualidad schoenstattiana. Tuvo ocasión también de conocer al Padre Kentenich, Fundador del Movimiento Apostólico de Schoenstatt, con su pedagogía y ascética peculiares.

Todo indica que Don João Pozzobon, un hombre algo rudo, de origen campesino, descendiente de una familia de inmigrantes italianos, dedicado más tarde a atender su pequeño comercio, comenzó a demostrar sus excepcionales capacidades espirituales al reelaborar los datos religiosos que recibía "de oídas" y a hacerlos vida en lo más íntimo de su persona.

La espiritualidad schoenstattiana echó raíces en lo más hondo de su "yo"

Se compenetró tan profundamente de lo que oía en las conferencias y retiros en los que participaba, que bastó una sugerencia de la Hna. Teresinha Gobbo para que asumiera la misión de llevar la imagen de la Mater a ambientes tan diversos como familias, escuelas, cárceles y empresas, con un compromiso total. La espiritualidad de Schoenstatt echó raíces en lo más hondo de su yo, se insertó en su ámbito familiar y laboral y se irradió a través de su actividad de peregrino incansable por lugares cercanos y lejanos, hasta sobrepasar los límites de Brasil y de América, llegando a Europa, África y Asia.

João Luiz Pozzobon foi criticado, sua atividade menosprezada, seu apostolado considerado como fora dos padrões institucionais. Como os grandes místicos, João Pozzobon, também, teve atritos com autoridades religiosas. Talvez, por isso mesmo e porque ele não levantava a voz contra as "proibições" e as "incompreensões", muitos, como eu, só o "conheceram", após a sua morte.

Don João Pozzobon fue criticado, menospreciada su actividad, su apostolado fue considerado fuera de los parámetros institucionales. Como los grandes místicos, Don João Pozzobon también tuvo controversias con autoridades religiosas. Tal vez por eso mismo él no levantaba la voz contra las prohibiciones y las incomprensiones, que muchos, como yo, sólo conocieron después de su muerte.

Compartiendo con pobres y ricos

Don João fue un hombre sencillo, uno de esos "santos" en los que una clara conciencia de los valores de la fe supera las limitaciones culturales. Su espiritualidad, nacida y alimentada en el Santuario, se expresaba a través de la imagen de la Mater que él llevaba, con coraje, y del Rosario que rezaba a diario con total seriedad. Su energía interior, que le permitía soportar los dolores físicos, su amor por los más necesitados y débiles (enfermos, pobres, presos, niños...) lo llevó a vencer límites territoriales y corporales para ejercer su apostolado.

Sus escritos, a veces con algunas fallas lingüísticas, revelan su intensa relación afectiva y espiritual con la Santísima Trinidad, a través de su entrega total a María, Madre y Reina. Esta entrega confiada a un amor sobrenatural lo acerca a los santos más admirados. Don João sabía muchas cosas fundamentales. Conocía el valor del "persona a persona" en la difusión de una idea. Sin tener nociones de propaganda o de "marketing", intuía que la imagen de la Mater era capaz de impactar más que un bello discurso.

Sin haber oído hablar de ecología, amaba la naturaleza con la que se integraba en sus andanzas solitarias: amaba los ríos, las flores, los pájaros, los insectos, los árboles, el cielo... Sin haber aprendido zoología, sabía bien cuál era el rasgo distintivo de cada una de las especies que nos son familiares, a punto de desear las cualidades de estos animales para ponerlas al servicio de su labor apostólica.

Ponía en práctica las enseñanzas evangélicas de no cargar con mucho equipaje, y por ese motivo, en sus peregrinaciones sufrió hambre y sed y se avino a esperar, confiado, a compartir con pobres y ricos.

Un elemento de uso continuo en su práctica espiritual

El Rosario no era para él un amuleto sin valor, sino un elemento de uso continuo en su práctica espiritual. El cuestionamiento de rezarlo mecánicamente es desmentido por su propia vida. Las repeticiones constantes, como él afirmaba, eran "hechas con amor". Esta participación interior se manifestaba en su forma de vida, constantemente, diariamente. Su rezo tal vez rápido y difícil de acompañar, ciertamente huía del árido código de la rutina y se transfería a lo existencial.

Fe, amor, esperanza, justicia, prudencia, fortaleza, templanza, castidad, obediencia, humildad, pobreza, están, innegablemente, en la lista de sus virtudes. Su inspiración interior es impresionante, en lo que él elaboró por escrito. Apenas como ejemplo: tal vez para muchos schoenstattianos sea difícil sintetizar lo que representa la Alianza de Amor. Pero para él, un ignorante desde el punto de vista humano, no fue difícil de explicar: "La Alianza de Amor es una invitación de la Mater para trabajar en su Reino, es sentirse responsable por el Santuario, convencidos de que él (el Santuario) es la fuente de gracias de la transformación".

Comprendía que todas las personas están sujetas a las mismas exigencias, sufrimientos y esperanzas

Qué más resta por decir? João Luiz Pozzobon, aparentemente rudimentario, sin ser psicólogo, comprendía que todas las personas están sujetas a las mismas exigencias, sufrimientos y esperanzas. Procuró mitigar estas carencias yendo hacia todas las personas, pequeñas o grandes y compartiendo con todas su tesoro, que sabía renovar, diariamente, con la gracia jamás descuidada de la oración y la fuerza de los sacramentos. Fue un hijo de la Iglesia que amaba y quiso ser velado en aquellas tres iglesias que más frecuentara (Nuestra Señora de los Dolores, el Santuario Tabor y la Capilla Nuestra Señora de las Gracias, en Santa María ), concluyendo así su peregrinación en el anhelado retorno al cielo.

Hoy su Campaña está presente en más de noventa países. En la diócesis de Santa María están circulando seis mil imágenes, que visitan a más de quince mil familias. Deseamos ardientemente que en breve la Iglesia, por medio de un milagro concedido por la misericordia de Dios, reconozca oficialmente la santidad de esta vida para que su luz sea recogida y pueda resplandecer para muchos.



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Last Update: 10.12.2004 Mail: Editor /Webmaster
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