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Misioneras de la Campaña entregaron la peregrina 1955 de la diocesis de San Isidro a Monseñor Casaretto Missionaries of the Campaign brought the Pilgrim MTA N° 1955 to Bishop Casaretto Missionare der Kampagne der Diözese San Isidro überreichten Bischof Casaretto die Pilgermutter Nr. 1955 |
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El obispo misionero The bishop is missionary Der Bischof ist Missionar der Kampagne Fotos: Bueno © 2004 |
ARGENTINA, Rita Bueno/mca. La peregrina N° 1955 de la Campaña del Rosario de la diócesis de San Isidro, Argentina, peregrina entre sacerdotes de la diócesis. Monseñor Jorge Casaretto, quien conoció muy bien al Padre Esteban Uriburu, se hizo misionero de la Mater el 12 de octubre – precisamente el día aniversario del fallecimiento del Padre Esteban, quien "mundializó" la Campaña iniciada en Santa María, Brasil, por Don Joao Pozzobon, cuyo centenario de nacimiento se celebra el próximo 12 de diciembre, fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de América.
Meses atrás, la Hna.Regina Sobott, asesora de la Campaña en San Isidro, tuvo una entrevista con Monseñor Casaretto, en la que se puso a disposición de él, y poco a poco le fue contando sobre su paso por Mendoza, Córdoba y su actual destino en San Isidro, donde fue asignada como Asesora de las Madres, de la Pastoral de Santuario y de la Campaña. Cuando le menciona la Campaña, Monseñor Casaretto le pide que la Campaña rece especialmente por él, pedido que la Hna.Regina transmitió inmediatamente en la reunión mensual de la Campaña y todas las coordinadoras se comprometieron a rezar por él.
Una idea audaz, "digna" de un amigo del Padre Esteban
"Tras pedirnos que recemos por él, a la reunión siguiente, después de rezar y encomendarlo a mi querido Padre Kentenich, les propuse a las coordinadoras llevarle una peregrina", cuenta Rita Bueno, responsable diocesana de la Campaña. Una idea audaz, que les encantó a los demás. "Nos acordaron una entrevista para el 12 de octubre. Hicimos cadena en la que todos fueron avisados e invitados. Nos recibió como una criatura que espera su juguete nuevo!!!". Luego de saludar, lo primero que les dijo fue: "Ustedes tenían que traerme algo para mí, ¿no es cierto?". No algo, sino a alguien: la Virgen Peregrina, que obviamente logró llegar adonde quiere llegar! Los misioneros se sentaron, colocaron la Mater sobre la mesa, el cuaderno, las estampas, las novenas y todo el material, y hablaron sobre cómo hacerla peregrinar.
Mons. Jorge Casaretto les pidió que se presentaran, por lo que uno a uno lo fueron haciendo; también quiso saber a qué parroquia pertenecían y cuál era su tarea, y después los bendijo deseándole a cada uno mucha fecundidad en su tarea. Por último, agradeció la Mater Peregrina y les dijo que la iba a hacer peregrinar entre los sacerdotes.