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 published: 2004-09-03

Que este mundo sea un Santuario para Dios

Bendición del Santuario "Fuente de una fe viva" en Brig (Suiza)

29 de agosto: bendición del Santuario en Valais, Suiza

August 29: Blessing of the Shrine in Valais, Switzerland

29. August: Einweihung des Heiligtums im Wallis, Schweiz

 
 

Llegada de Mons. Brunner, Obispo de Brig

Arrival of Bishop  Brunner  of Brig

Ankunft von Bischof Brunner von Brig

 
 

Durante la Misa

During the Mass

Während der Messe

 
 

Oración

Prayer

Gebet

 

Panorama

Panorama

Das Heiligtum vor dem Hintergrund der Walliser Berge

 
 

Pila de agua bendita

Holy Water container

Weihwasserbecken

 
 

Misión del Santuario: Fuente de fe viva

Mission of the Shrine: Wellspring of living faith

Die Sendung des Heiligtums

 
 

Momentos internacionales

International encounters

Internationale Begegnung

Fotos: Duvoisin, Waden © 2004

Mehr: www.schoenstatt.ch

 

 

 

SUIZA, Claudia Zimmermann. ¡El domingo 29 de agosto el Santuario de Valais (Suiza) ya estaba bendecido! A los que llegaron ya el sábado (ver 1ª parte) se le sumaron más concurrentes el domingo. El buen tiempo hacia que muchos se sumaran al festejo. ¡Seguramente hasta San Pedro se alegró con la bendición del Santuario de Valais! ¿Dónde se hubiesen ubicado los más de 700 visitantes si hubiese llovido? El cantón de Valais merecía ese día el apelativo de "la morada del sol en Suiza".

Hoy es un día de alegría y gratitud, decía la Hna. Rina Huber al saludar. "Muchos de nosotros esperamos y deseamos este día durante años, sí ¡durante décadas esperamos y confiamos!"

Junto a Rafael Rieger, estudiante de teología de los Padres de Schoenstatt, la Hna. Rina iba saludando a la gente que llegaba ininterrumpidamente. Ellos presentaban ante el altar las oraciones de agradecimiento por el Santuario y por el significado de su nombre:"Fuente de una fe viva"

Palabras de bienvenida

No todos pueden tomar parte personalmente de los festejos. Por eso muchos han enviado sus felicitaciones. Así lo hizo por ejemplo el Párroco de Brig, P. Eduard Imhof, que más tarde llegó inesperadamente. Él – como muchos otros sacerdotes – tenía que celebrar la Sta. Misa ese domingo por la mañana. También escribió Mons. Ivo Fürer, Obispo de St. Gallen (donde está el Santuario de Schoenstatt en Quarten). De Schoenstatt llegó una felicitación de Monseñor Herman Zimmerer, Director General de las Hermanas de María de Schoenstatt.

Varias superioras provinciales enviaron saludos. Las Hermanas de María de Burundi, desde enero de este año, rezaron un Rosario los días jueves por este nuevo Santuario.

No solamente los schoenstattianos y representantes de la Iglesia tomaron parte de este festejo.

La fundadora del Movimiento Focolar, Chiara Lubich, escribió que ellos estarían presentes con sus corazones y con sus oraciones. El Padre Damián Weber, Superior General de los Misioneros de Mariannhill, vivió durante mucho tiempo en ésta casa que será ahora la sede del Movimiento de Schoenstatt. La dirección "Kettelerstrasse 27" la escriben ellos todavía como propia. Aún tiene que acostumbrarse al nuevo nombre "Casa de Schoenstatt". De todas formas, para el Padre Damián Weber este cambio es un regalo de Dios. "Servir a ese Dios y a sus planes es la misión de nuestras dos comunidades". Él está convencido que la historia del amor de Dios no termina con la salida de los misioneros. Continuará escribiéndose de otra manera.

Invitados

La Hna. Rina saludó a muchos invitados importantes. Ante todo al Obispo diocesano, Mons. Norbert Brunner, de Sitten, que tendrá a su cargo la inauguración. Mons. Brunner fue acompañado por su Vicario General, P. Bernhard Broccard. No era algo tan sobreentendido que la presidenta de la ciudad de Brig, Viola Amherd, se tomara el tiempo para estar presente en la bendición. Estuvieron además el consejero del cantón de Sitten y el consejero municipal de Brig.

El Padre Pirmin, superior provincial de los Misioneros de Mariannhill, representó a los antiguos propietarios del lugar. Con él tomó parte de los festejos, el Guardián de los Capuchinos, Padre Titus Bärtsch y numerosas representantes de comunidades de Hermanas.

De Schoenstatt: la Hermana Jacoba Kesselheim, superiora general de las Hermanas de María; el Padre Edwin Germann, superior provincial de los Padres de Schoenstatt de Suiza; el Padre René Klaus, director del Movimiento en Suiza; el Padre Lothar Penners, director del Movimiento en Alemania; el anterior Superior General de los Padres de Schoenstatt, Padre Michael Marmann; y el Padre Josef Fleischlin, Director General del Instituto Nuestra Señora de Schoenstatt.

Comienzan los festejos

Acompañado por los sones de la banda Towerbrass, de Brig, comenzaron los festejos. Mons. Norbert Brunner entró acompañado por más de treinta sacerdotes y cuatro guardias suizos. Después del saludo bilingüe de Mons. Norbert Brunner, el Padre Niklaus Stadelmann recuerda el largo camino que hubo que recorrer para llegar a la bendición de este Santuario.

Se rezaron más de 60.000 Rosarios. En nombre de todos los aportes anónimos, los representantes de los seis Santuarios suizos traen recipientes de cinc llenos de agua. Estos "recipientes de Valais" como ellos los llaman, estuvieron mucho tiempo en sus Santuarios. El agua – el aporte - llena ahora seis cántaros, ¿cuál estará en el nuevo Santuario "Fuente de una fe viva"?. El Obispo bendice el agua y asperja a los fieles: la fuente comienza a manar...

"Verdaderamente, el Señor está en este lugar"

Las lecturas y la homilía se centran en el altar. Cada Santuario, cada Iglesia tiene como tarea fundamental hacer que el altar sea un hogar, destaca el Obispo. Así como Jacob ungió una piedra, también se consagra el altar como señal de la presencia de Dios. Como Jacob podemos decir: "Verdaderamente el Señor está en este lugar, y yo no lo sabía" (Gen 28,16).

Desde Cristo, sigue diciendo el Obispo, hay un sólo Sumo Sacerdote y un altar del sacrificio. Cada Misa recuerda el amor de Cristo, de donde mana la gracia y la bendición. Eso llena de significado al altar.

La Sta. Misa debe estar en el centro de nuestra vida, destaca el Obispo. Con la construcción del Santuario y la bendición de altar no está todo hecho. Debemos examinar una y otra vez nuestro interior. El altar nos debe recordar nuestro amor y renovar nuestra fe El Obispo señala la larga tradición de fe del pueblo de Valais y su amor a María. "Desde siempre han confiado en la Virgen los habitantes de Valais". Mons. Brunner exhorta al Movimiento de Schoenstatt a trabajar en estrecha comunión con la Iglesia para servir a una fe viva. Este pedido de renovación y continuidad, como todos aquellos deseos deben ser confiados a la Virgen: "Su sí es también nuestro sí. Entonces podremos también en el futuro alabar a Dios en el nuevo altar"

En el interior del Santuario el Obispo continuó con la consagración solemne del altar. Fueron insertadas reliquias del Hermano Klaus y de San Vicente Pallotti. Inmediatamente después de la consagración del altar el sol brilló a pleno e hizo resplandecer con su luz al nuevo Santuario.

Al finalizar la eucaristía el Padre Stadelman agradeció al Obispo. En nombre del Movimiento de Schoenstatt, le prometió: "Queremos empeñarnos en hacer que este mundo se convierta en un Santuario de Dios". Entonces lo invitó al Obispo a sacar en primer lugar agua bendita de los cántaros que ya estaban preparados. Lo mismo hicieron los sacerdotes y todos los invitados que pudieron llevarse a sus casas, en pequeños frascos, agua bendita del Santuario "Fuente de una fe viva".

El fruto de la viña

En sus palabras de despedida, Mons. Brunner citó a uno de sus antecesores que había hablado del vino como "fruto de mi viña y del trabajo de los demás". Ese fruto quisiera él con gusto compartirlo con los invitados a la fiesta, a pesar de tener que despedirse a causa de la próxima reunión de la conferencia episcopal. Algunas mujeres vestidas con los hermosos trajes típicos de Valais repartieron los Apéro. donados por la ciudad de Brig.

Como todo en estos dos días transcurre también el almuerzo en una atmósfera de alegría y agradecimiento. Se escuchaba de gente conocida que se encontraba y otros que se hacían de nuevos conocidos. La Virgen une a la gente, esto se siente en estos días. En Valais también se cuidó de que todos tuvieran lugar: no en todos los Santuarios hay lugar para tantas personas sentadas a la mesa.

¡Es muy bueno estar "a la sombra del Santuario" o en estos días…"en el resplandor de su luz"!

La fuente comenzó a manar...

Nadie deja de pedirle bendiciones a la Virgen. Todos dejan sus pedidos. Así se llega al final de la gran fiesta de la bendición del Santuario."El final de la fiesta es el comienzo" dice el Padre Niklaus Stadelman. "Estamos en el comienzo de la historia de este nuevo Santuario. Podemos ayudar a escribir la historia". A partir de ahora puede manar la fuente, a partir de ahora podemos comenzar a buscar el agua en ella.

Una representación expresa muy bien el mensaje: figuras oscuras aparecen encorvadas desde distintos lugares apartados del Santuario. Claman sus pesares. "Mi cántaro esta vacío" dice cada una de ellas. Para una es por la enfermedad de su esposo, lo que agota sus fuerzas. La otra se queja por la separación de sus hijos, la tercera por su soledad "Mi marido falleció hace ya cinco años. No puedo acostumbrarme a esto" También otras personas se van agregando, cada una permanece en su soledad, lamentándose.

¿Escuchan esta melodía?

Hasta que una de ellas escucha una melodía que llega desde el Santuario. "¡Que bien suena!" juntas se van acercando al lugar de donde parte la música. Desde el Santuario se les acerca una figura vestida de azul, la señora de la fuente. Les dice: "Vengan y descansen un poco. ¡Ustedes están muy cansadas! Denme a mí sus cántaros vacíos". El misterio de la fuente, así lo experimentan, consiste en que cada uno puede llenar la fuente: "La fuente manará siempre para quien trae un cántaro vacío y un corazón abierto"

Las figuras, a pesar de sus dudas, se dirigen al Santuario, y una tras otra se transforman allí. (Cambian la ropa por otra celeste). Se proponen – juntas - llevar el agua de la fuente a otras personas.

¡Sean acueductos para la gracia de Dios!

En el centro del envío está Aquel que es la fuente de la vida y de la fe: Jesucristo, el Señor. El Padre Christoph Horn lee el pasaje del evangelio donde Jesús nos invita a acercarnos a Él con nuestra sed. (Juan 7,37-39). Él es el agua viva que necesitamos hoy más que ayer.

En la homilía, el Padre Horn cuenta la historia de un habitante de Valais que estuvo en la creación del mundo. Al preguntarle Dios quien estaría a cargo de la distribución del agua en Valais, él contestó "Yo mismo la haré, así sabré que esta bien hecha" y de esta forma quedó hasta nuestros días. En Valais hay mucha agua, pero esta mal repartida. En las montañas hay suficiente. Para que llegue al valle se necesitan acueductos. Son necesarios cerca de 25.000 Km. Para repartir la gracia Dios necesita de nosotros. Nosotros debemos ser los acueductos para que fluya la gracia de Dios y llegue a la sequedad de la vida diaria de los hombres.

En un momento silencioso de la adoración al Santísimo expuesto en la custodia, cada uno presentó a Dios sus peticiones. Siguiendo las recomendaciones de la "señora de la Fuente" de la representación, renovaron todos la Alianza de Amor. Después de la bendición eucarística, el Padre Horn envió una imagen de la Mater peregrina (representante de muchas más). También se entregó una réplica de la corona de Weesen, la que hasta Adviento peregrinará por distintas familias.

El Santuario como puente

En sus palabras de agradecimiento, el director del Movimiento Padre René Klaus, expresó su esperanza que el nuevo Santuario sea también un puente entre la Suiza francesa e italiana. Explicó que la palabra "Brig" (según la interpretación de un lingüista) viene de "Brücke" que significa "puente". El Padre Klaus también se refiere a la inminente bendición del Santuario en Roma. Como el Santuario de Valais es el más próximo geográficamente a Roma, tal vez pueda, en cierto modo, cumplir la función de ser puente.

El Padre Klaus no pudo dejar de recordar que el año que viene se recordarán los 50 años del Santuario de la Inmaculada, el Santuario nacional de Schoenstatt en Suiza, situado en Quarten. Deseó que el 10 de septiembre de 2005 haya en Quarten tantos habitantes de Valais como los hay hoy en Brieg.

Con el Magnificat, el canto de alabanza de la Virgen, se eleva una vez más el agradecimiento al cielo por este regalo "Fuente de una fe viva"

Más información en: www.schoenstatt.ch

Traducción: Ana Hoffmann de Correa, San Isidro, Argentina



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Last Update: 08.10.2004 Mail: Editor /Webmaster
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